Juan Carlos habla del drama de su vida: la muerte de su hermano
El rey Juan Carlos ha recordado por primera vez el accidente que marcó su vida: la trágica muerte de su hermano Alfonso cuando ambos eran adolescentes. Un dolor que, confiesa, nunca ha logrado superar
A sus 87 años, Juan Carlos I ha decidido enfrentarse al episodio más doloroso de su vida. En sus esperadas memorias, tituladas Reconciliación, el rey emérito confiesa por primera vez cómo vivió el accidente que acabó con la vida de su hermano menor, Alfonso de Borbón, en 1956.
El rey Juan Carlos de Borbón y su hermano Alfonso de niños
El monarca relata aquel día con una mezcla de tristeza y culpa. Todo ocurrió en Villa Giralda, la residencia familiar en Estoril (Portugal), donde los Borbón vivían en el exilio. Los dos hermanos, inseparables, jugaban con una pistola calibre 22 creyendo que estaba descargada. Sin embargo, al disparar al aire, la bala rebotó y alcanzó la frente de Alfonso, que murió en el acto.
“Murió en brazos de nuestro padre”
Juan Carlos con su familia
“Se disparó un tiro al aire, la bala rebotó y alcanzó a mi hermano en plena frente. Murió en brazos de nuestro padre”, escribe el rey emérito con crudeza. El entonces joven príncipe tenía 18 años; Alfonso, apenas 14. Aquel 29 de marzo, Jueves Santo, marcó para siempre la vida de toda la familia.
Durante décadas, el suceso fue un tema tabú dentro de la Casa Real. La versión oficial hablaba de un “accidente doméstico”, y el propio Juan Carlos evitó pronunciarse públicamente sobre lo ocurrido. Ahora, casi 70 años después, el emérito reconoce que aquel momento cambió su destino: “Nunca se me pasó por la cabeza que pudiera quedar una bala en la recámara. No hay día que no piense en ello”.
Un silencio que duró toda una vida
El rey Juan Carlos I de Borbón con su padre el día de su comunión.
Fuentes cercanas al entorno del monarca aseguran que aquel suceso influyó profundamente en su carácter. Tras la tragedia, Juan Carlos se volvió más reservado, serio y reflexivo, algo que, según apuntan los expertos, marcó su forma de afrontar las responsabilidades que más tarde asumiría como rey de España.
“Fue un niño que de repente tuvo que convertirse en adulto”, señalan historiadores. El propio emérito admite que este trauma fue el origen de su sentido del deber y también de su búsqueda constante de redención: “Aquel día me cambió para siempre”.
El rey más humano detrás de la corona
Con este estremecedor testimonio, el rey emérito busca reconciliarse no solo con su pasado, sino también con una parte de sí mismo que durante años permaneció en silencio. “Para mí aún hoy es difícil hablar de ello”, confiesa. “Pienso en mi hermano cada día, como si el tiempo no hubiera pasado”.
El hombre detrás de la corona que, por primera vez, se atreve a contar cómo un accidente marcó su vida y cambió su historia para siempre.