Leonor tiene en Letizia a su mejor maestra: son más que madre e hija
La princesa Leonor observa cada gesto de la Reina Letizia para aprender a ser una futura reina comprometida, cercana y moderna
Cada vez más segura y cómoda en su papel institucional, la princesa Leonor se muestra como una alumna aventajada de su madre, la reina Letizia, que le transmite los valores de la renovada Corona: compromiso y seriedad, pero también naturalidad y cercanía.
Aunque Felipe y Letizia preservaron al máximo la intimidad de su hija mientras era pequeña,
en los escasos eventos en los que participaba, ya le iban mostrando poco a poco cómo debía desarrollar su papel institucional.
Todos los psicólogos y pedagogos dicen que, para educar a un hijo y formarlo para la vida, lo más efectivo es dar ejemplo. Letizia, que está volcada en la preparación de Leonor para ser reina en un futuro, lo sabe bien y lo practica.
Así mismo, la Princesa de Asturias es consciente de que su madre es un elemento clave en el proceso de renovación de la Corona que Felipe VI puso en marcha en cuanto subió al trono en 2014 y se fija en su forma de comportarse, de relacionarse, de vestirse... aunque luego le imprima su sello personal.
Letizia, el mejor ejemplo de su hija Leonor
Letizia le ha enseñado a Leonor a sonreír, mirar a los ojos, dar la mano y desplegar toda su simpatía con las personas que se acercan a verla de cerca y saludarla.
En cada salida oficial, en cada gesto con el público, en cada elección de atuendo..., Letizia le ofrece a su hija mayor un manual práctico sobre cómo ser una "reina sin tacha": comprometida con la institución, cercana con la gente y moderna sin perder la sobriedad que exige la Corona.
La experiodista transmite a Leonor la idea de que el cargo exige rigor. Tras años de sucesos que pusieron a la Corona al borde del abismo, Felipe y Letizia no quieren dar ni un solo paso en falso y la Reina le insiste a su hija que ha de ser impecable en el cumplimiento y en la ética pública. "No puedes fallar", es la lección implícita que observa en su madre cada vez que la acompaña en compromisos oficiales, como sucedió cuando Leonor estrenaba su título de Princesa de Viana.
Allí pudimos ver cómo la heredera ha ganado muchísimo en seguridad, lo que le permite mostrarse natural y espontánea con las personalidades que la saludan, de cara a las que, como ha aprendido de Letizia, practica la escucha activa para absorber todo el conocimiento posible, pues ha heredado el carácter curioso de su madre y ha interiorizado una de sus máximas: "El saber no ocupa lugar".
Letizia con una niña.
La Reina ha roto ese muro invisible que separaba a la monarquía del pueblo llano y, niñera como es, disfruta cogiendo en brazos a niños y bebés, algo que está aprendiendo Leonor.
La novedad: los "selfies"
De cara al público, la Princesa de Asturias está aprendiendo de la Reina a combinar ejemplaridad y calidez. Saluda con una amplia sonrisa, estrecha manos, mira a los ojos y no rehúye acercarse a las multitudes que la aclaman para charlar con ellos, bromear e, incluso, normalizar gestos antes impensables, como hacerse "selfis" con todo aquel que se lo pida educadamente.
El hecho de que la Reina y su hija muestren su complicidad abrazándose para posar, dándose la mano o ayudándose a bajar una escalera, como cualquier madre e hija, da una imagen más cercana de la Corona.
Además, rompiendo con una norma no escrita de las monarquías más antiguas, ellas dos se prodigan gestos de cariño en público. Expertos en protocolo han celebrado que se agarren del brazo, se abracen para posar, se ayuden a bajar una escalera... gestos con los que Reina y Princesa se muestran como cualquier madre e hija —no solo como figuras institucionales—, imprimiendo un valor emocional a la imagen pública de la institución.
"Looks" en los que inspirarse
También en temas de estilismo, Leonor se mira en el espejo de Letizia. La Reina tardó años en dominar el equilibrio entre modernidad, glamour y sobriedad institucional y es para su hija el mejor de los referentes, aunque, como es lógico, Leonor tiene sus propios gustos –y otra edad–, y aún busca su propio estilo.
Aunque, a sus 19 años, Leonor todavía está buscando su propio estilo, sabe que inspirarse en su madre es siempre un acierto, pues Letizia es una de las reinas mejor vestidas de Europa.
Letizia no siempre está de acuerdo con sus lecciones, pero sabe que debe dejarla equivocarse o acertar y, mientras, brindarle un ejemplo intachable, pues ésa es la mejor herencia que una madre le puede dejar a su hija, que la esposa de un rey le puede dejar a la futura reina.