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Leonor, tras los pasos del cadete Felipe

Al igual que su padre, la princesa Leonor pasará tres años en las academias de los tres ejércitos para formarse como militar

La princesa Leonor

La princesa Leonor pasará 3 años formándose como lo hizo su padre.

Jaime Peñafie / Pei Torresl

La princesa Leonor seguirá los pasos de su padre, don Felipe, y de su abuelo, Juan Carlos en la formación militar que le permitirá, cuando llegue el momento, ser jefa de las Fuerzas Armadas españolas. A propósito de esta noticia, recuerdo el 28 de mayo de 1977. Ese día, tu padre, querida niña, sentaba plaza (así se decía), incorporándose como soldado honorario al Ejército. De eso hace ya... ¡46 años! y este humilde periodista fue testigo de ello, además, por supuesto, de tus abuelos, bisabuelos y la Familia Real al completo. A sugerencia de tu abuelo, don Felipe, que tenía entonces sólo 9 años, se cuadró ante Adolfo Suárez, saludándole con la mano en la visera del gorro en posición militar. "¡Es el presidente, Felipe!", le dijo don Juan Carlos.

Tú no has pasado por ese bautismo militar, sino que has ingresado en la Academia General Militar de Zaragoza y, al igual que tu regio progenitor, pasarás tres años. Don Felipe llegó a Zaragoza el 2 de septiembre 1985. "Llámame Felipe", les pedía a sus compañeros, que se dirigían a él como Alteza y pronto lo apodarían 'el cadete más' por su altura o 'Winston', por su rubio cabello. Se integró muy bien entre ellos y, aunque tenía una habitación individual, en el resto de su vida castrense no hubo ninguna diferencia: mismo rancho, asignaturas y entrenamiento.

El 11 de octubre juró bandera en presencia de sus padres y del presidente Felipe González y se da la circunstancia de que besó la bandera que había bordado su tatarabuela, la reina María Cristina.

El rey Felipe VI en la Academia General Militar de Zaragoza

El rey Felipe VI en la Academia General Militar de Zaragoza.

En septiembre de 1986, entró en la Escuela Naval Militar de Marín, y pasaría seis meses embarcado como guardamarina en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, de cuya tripulación tú también formarás parte. En el último año, el 2 de septiembre de 1987, ingresó en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). No olvides que en cada una de estas academias tu padre dejó su impronta porque era Príncipe, como tú Princesa; hijo de Rey, como tú hija de Rey; y futuro Rey, como tú futura Reina.

'SAR', como le apodaban sus compañeros, se formó como piloto y recibió su "bautismo del aire" el 27 de enero de 1988, a los mandos de una avioneta mentor C-101. Así descubrió su pasión por volar. "Siempre quería más", explicaba de él su instructor. La prensa cortesana de entonces destacaba cualidades excesivas. Mucho me temo que la prensa de hoy, no menos palaciega, escribirán sobre ti comentarios parecidos a los que le dedicaron a él. "Presencia física, sociabilidad y cortesía, entusiasmo y facilidad de expresión", decían.

Posiblemente a tu padre tanto elogio y ningún defecto debió de parecerle excesivo, pero la verdad es que todos esos elogios no son frecuentes en la vida militar en la que cuentan, sobre todo, la seriedad y la disciplina.

Tres uniformes: de diario, de camuflaje y de etiqueta

Felipe IV vestido de militar

Don Felipe es el capitán general de las Fuerzas Armadas españolas, posición que ocupará su hija Leonor cuando acceda al trono.

¿Sabes que a tu llegada a la Academia General Militar de Zaragoza tendrás que cambiar tu vestido por el uniforme de cadete? Cuando tu padre aterrizó allí, "colgó" su elegante traje azul marino de pantalón largo por el uniforme de soldado, eso sí, hecho a su medida en la sastrería aragonesa La Fama, de la calle Conde de Aranda, que lleva más de 30 años cosiendo trajes militares.

Tú, Leonor, tendrás varios uniformes, al igual que los 300 jóvenes que ingresarán ese mismo día en Zaragoza: el de diario, de color caqui; el de camuflaje, para las maniobras militares; y el de etiqueta, en rojo y azul marino con el que jurarás bandera. Estoy convencido de que la emoción que sentirán tus padres cuando te vean vestida de soldado será la misma que la de tus abuelos, que no pudieron evitar las lágrimas. Y también te recomendarán, como tu abuelo a tu padre: "Quiero que seas un buen soldado, que es tanto como decir un magnífico español".

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