La infanta Elena y Pablo Urdagarin se desmarcan del polémico video del rey emérito
El mensaje de Juan Carlos I reabre tensiones en Zarzuela mientras su familia más cercana opta por la prudencia y evita valorar la grabación
El reciente vídeo del Rey Juan Carlos I, difundido en plena celebración del 50º aniversario de su proclamación, ha generado un notable malestar en Zarzuela. El tono reivindicativo del Emérito y su llamamiento al apoyo al Rey Felipe VI han sido considerados por la Casa Real como un gesto poco oportuno y alejado de la línea de discreción que se intenta mantener.
“Yo prefiero no meterme”
Pablo Urdangarín y Johanna Zott.
En medio de esta polémica, Pablo Urdangarin ha vuelto a demostrar la prudencia que le caracteriza. Abordado por Europa Press, el hijo de la infanta Cristina prefirió no posicionarse y respondió con claridad: “Yo prefiero no meterme”, dejando claro que no quiere verse arrastrado a un debate mediático sobre cuestiones familiares.
Además, el nieto del Emérito aseguró que no ha visto el vídeo y que tampoco ha tenido ocasión de hablar con su padre, Iñaki Urdangarin, sobre la entrevista televisiva que este concederá próximamente. Aun así, le desea suerte, reafirmando su voluntad de mantenerse al margen de los focos.
El vídeo del Rey Juan Carlos reaviva el debate sobre su figura
El rey emérito aterriza en Sanxenxo y confirma su intención de volver a vivir en España.
La grabación muestra al exmonarca frente a una bandera de España, dirigiéndose a los jóvenes para recordar el papel de su reinado en la historia reciente del país. En su mensaje subraya la importancia de la Transición y reivindica el “esfuerzo” que supuso para distintas generaciones.
El Emérito también pide apoyo para el Rey Felipe VI, destacando la complejidad de su labor y asegurando que ese ha sido uno de los motivos que le han llevado a escribir sus memorias. La difusión del vídeo, sin embargo, ha reabierto el debate público sobre su figura y su impacto en la institución.
Reacción de Zarzuela y silencio en la familia real
La infanta Elena en una imagen de archivo.
De manera extraordinaria, Zarzuela ha dejado ver su incomodidad señalando que el mensaje no se considera “oportuno”. Esta matización, poco habitual, refleja la inquietud que ha causado la intervención del Emérito en un momento especialmente simbólico para la monarquía.
La infanta Elena, por su parte, optó por el silencio cuando fue preguntada por la prensa durante un acto en Madrid. Fiel a su perfil reservado, evitó cualquier comentario sobre el vídeo de su padre y sobre cómo ha sentado en Palacio, marcando distancia y reforzando la postura de discreción familiar.