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El peor año de la familia real británica: sus durísimos momentos

La muerte, a los 45 años, de uno de los miembros más queridos por los royals, el esposo de Gabriella Windsor, abona la teoría de una maldición o de otro “annus horribilis”

Camilla y Carlos en una imagen de archivo en Ascot.

Redacción Pronto

Nada detiene la maldición que parece haber caído sobre la Casa Windsor. La muerte de Isabel II no sólo ha dejado huérfanos de reina a los ingleses, sino que parece haber hecho caer las metafóricas murallas del Palacio de Buckingham dejando desprotegida a su familia.

Como si su ausencia hubiese despertado una maldición dormida que, ahora, no da tregua. Estos días, los que creen en sortilegios y hechizos han sentido que la realidad les daba la razón al enterarse de la última desgracia que ha azotado a los Windsor: la repentina muerte de Thomas Kingston, marido de la prima segunda de Guillermo, Gabriella Windsor, a la que el heredero siempre ha estado muy unido.