El príncipe Harry recrea la mítica imagen de su madre, Lady Di, en Angola
El duque de Sussex ha visitado un campo de minas 28 años después de la icónica caminata de Diana por la misma zona

El príncipe se compara con su madre, de cuya muerte culpa a la inacción de la Corona ante el acoso mediático que sufría Diana.
Han pasado casi tres décadas desde que Diana de Gales impactó al mundo al recorrer un campo de minas en Angola vestida con un chaleco antibalas.
Harry: un firme apoyo a la causa de su madre, Lady Di
Ahora, su hijo, el príncipe Harry, ha rendido homenaje a su madre repitiendo aquel gesto tan significativo. Durante su viaje a África, el duque de Sussex ha visitado la mayor zona minada del país, en la provincia de Cuando, acompañado por la organización HALO Trust, con la que Lady Di también colaboró en su momento.


Durante la visita, Harry participó activamente en las labores de concienciación dirigidas a los niños del remoto pueblo de Mawano. Allí, repitió frases en portugués como “¡Para, vuelve y avisa a los mayores!”, con el objetivo de enseñar a los más pequeños a evitar las minas terrestres. Este sencillo pero poderoso mensaje forma parte de la campaña educativa que HALO desarrolla para prevenir tragedias en zonas de alto riesgo.

Un gesto cargado de simbolismo y compromiso
El compromiso del príncipe Harry con la causa no se limita al plano simbólico. Un día antes, mantuvo un encuentro con el presidente de Angola, João Lourenço, y con el director general de HALO, James Cowan. En dicha reunión, el gobierno angoleño reafirmó su compromiso con el desminado del país, una tarea titánica que ya ha liberado más de 7.000 campos del tamaño de un estadio de fútbol desde 1994. No obstante, aún quedan por limpiar más de 1.000 campos minados.

Con esta emotiva visita, el príncipe Harry continúa el camino que su madre inició en pro de las víctimas de las minas antipersona. Su implicación directa y su deseo de proteger a las nuevas generaciones demuestran que el legado de Lady Di sigue más vivo que nunca, ahora en manos de su hijo. Un gesto lleno de humanidad que vuelve a situar al duque de Sussex en el centro de la acción solidaria.