Carolina de Mónaco, una abuela muy elegante: sus mejores fotos
Cuando se cumplen 35 años de la muerte de Stefano Casiraghi, la princesa va a tener a su octavo nieto y sigue siendo un icono de la moda
Decía Coco Chanel: "La moda pasa, el estilo permanece". Y Carolina de Mónaco, que lleva años siendo fiel a la firma francesa, encarna a la perfección esta idea. Ignorando las tendencias y las apuestas de los gurús de la moda, a lo largo de su vida, la princesa de Hannover (sigue casada con Ernesto) ha mantenido siempre un estilo propio y una elegancia innata, heredada de su madre, Grace Kelly.
Ahora, a los 68 años, cuando se acaban de cumplir 35 de la trágica muerte de Stefano Casiraghi, el amor de su vida, y su nuera Beatrice Borromeo está en la recta final de su tercer embarazo –de una niña que será su octavo nieto–, Carolina sigue dando lecciones de estilo.
Carolina con su segundo marido Stefano, padre de Andrea, Carlota y Pierre, que murió el 3 de octubre de 1990. Ella tenía 33 años.
Lo ha demostrado durante los meses del pasado verano, con una agenda repleta de actos sociales por un lado y de nietos por el otro. Y, a veces, mezclando las dos cosas.
Con su nieto, Raphäel
Lo hizo cuando asistió con Raphaël, el hijo mayor de Carlota, a un evento solidario, para recaudar fondos contra el cáncer infantil. En esa ocasión, sorprendió por su atuendo, marcadamente "casual": una camisa a rayas, un clásico del fondo de armario, vaqueros blancos, y zapatillas deportivas.
Rodeada por sus nietos en una celebración en el palacio
Nada que ver con el vestido estilo nupcial de Chanel que lució para celebrar los 20 años del ascenso de su hermano, Alberto de Mónaco, al trono, acontecimiento mucho más protocolario.
Con su nieto Stephano.
Además, allí, en el patio del Palacio, ejerció de abuela rodeada por todos sus nietos, los tres hijos de Andrea, Sasha, Indiana y Maximilian; los dos de Carlota, Raphaël y Balthazar; y los de Pierre, Stefano, que no se separó de ella, y Francesco.
De lo casual a lo protocolario
Para la cena de Estado al presidente Macron, Carolina vistió de Chanel y lució joyas de su abuela paterna, Charlotte.
También protocolaria fue la cena de Estado que el príncipe Alberto ofreció al presidente francés, Emmanuel Macron, en la que Carolina vistió otra vez de Chanel y lució unos pendientes de su abuela paterna, Charlotte.
Elegancia en eventos de Estado
En el Jumping de Montecarlo, con un vestido de la diseñadora india Saloni Lodha y unas extremadas sandalias naranjas de Louboutin.
Además de la camisa a rayas, los vestidos de Chanel y otros conjuntos –uno de Me+Em, una de las marcas preferidas de Kate Middleton–, Carolina se ha atrevido, por recomendación de su nuera Tatiana, con un modelo más rompedor para asistir al Jumping de Montecarlo, una de sus citas hípicas favoritas.
Con un vestido camisero.
Se trata de un vestido de la diseñadora india Saloni Lodha, que combinó con unas llamativas sandalias naranjas, de Louboutin.
Y es que la elegancia de Carolina es una cualidad que va más allá de lo terrenal, porque ella es, simplemente, divina.