
¿Alguna vez has probado a hacerlo tú mism@ en casa?
El paté es uno de los alimentos estrella de la mesa navideña. Y cada vez más personas se animan a preparar recetas caseras enriquecidas con paté y frutos secos, especias, hortalizas, etc. Degustarlo de forma ocasional es una excelente manera de llenar nuestros depósitos de hierro. Y, además…
Proporciona dosis altas de vitamina K, que ayuda a frenar el proceso de descalcificación ósea y reduce el riesgo de sufrir una fractura.
El hígado es la mejor fuente de vitamina A de la naturaleza. Por eso, comer paté aumenta inmediatamente las reservas de este nutriente, que impulsa las defensas, potencia la fertilidad y favorece el buen estado de los ojos y de la piel. Si precisamente es esto lo que te preocupa, en este enlace encontrarás otro delicioso alimento que mejora el estado de la piel.
Más por menos: Si lo preparas tú mism@ en casa, no sólo te ahorrarás unos euros, también reducirás el aporte de sal y grasas y evitarás los aditivos potenciadores de sabor que se añaden a los patés industriales.