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Belén Esteban, penitente de rodillas y entre lágrimas

La colaboradora vuelve a emocionarse en las fiestas de Paracuellos, en medio de un año complicado para ella, tanto en lo personal como en lo profesional

Belén Esteban

Aunque siempre ha llevado a San Blas en el corazón, Belén Esteban se siente una vecina más de Paracuellos del Jarama, el municipio madrileño donde vive desde hace años y en el que ha encontrado su refugio.

Allí, la colaboradora vive cada fiesta patronal con intensidad y emoción, especialmente por su devoción al Cristo de la Salud, al que acude cada año para cumplir una promesa muy personal.

Una promesa que cumple con fe y emoción

Este 2025 no ha sido una excepción. Fiel a su cita, Belén Esteban ha acudido una vez más a la iglesia de Paracuellos para participar en la tradicional procesión del Cristo, tal y como ha compartido con sus seguidores a través de Instagram.

“Como todos los años, ya sabes por quién va. ¡Viva el Cristo de la Salud y viva mi pueblo, Paracuellos del Jarama!”, escribía Belén con emoción. Aunque nunca ha querido desvelar por quién reza cada año, muchos apuntan a que se trata de su padre, fallecido en 2006 tras una larga enfermedad.

La única vez que no pudo acudir fue cuando sufrió su grave caída en el plató de 'Sálvame', una situación que la dejó fuera de la procesión por primera vez y que ella misma calificó como "una frustración muy grande".

Un año complicado para la princesa del pueblo

Pero más allá del cariño del pueblo y su refugio espiritual, Belén no atraviesa su mejor momento. 2025 está siendo un año duro para ella, sobre todo en lo profesional. El programa de RTVE, 'La familia de tele', en el que participa con mucha ilusión desde su estreno, no está funcionando como se esperaba. Ella misma lo reconoció hace pocas semanas en directo:

“Estoy amargada. No me gusta el programa ni los temas que tratamos”, confesaba, visiblemente desanimada.

Belén Esteban en 'La Familia de la Tele'

El formato ha sufrido varios cambios de horario y contenido, reduciendo su duración y sembrando dudas sobre su continuidad. Una situación que afecta directamente al futuro de todos sus colaboradores, incluida Belén, que siente que ya no es la misma delante de las cámaras. Pese a todo, y como ha demostrado tantas veces, la de San Blas sigue luchando con fuerza, apoyada por su familia, sus amigos y su fe.