ENTREVISTA María Verdoy: "Me mandaron encontrar a Marisol"
La presentadora de 'Socialité' repasa sus inicios en el periodismo, su evolución en televisión y la experiencia más emotiva de su carrera: la búsqueda de Marisol
En esta ENTREVISTA para PRONTO.ES, María Verdoy nos habla sin filtros de sus comienzos, sus sueños y los momentos clave que han marcado su carrera en televisión.
La presentadora de Socialité nos revela cómo pasó de querer dedicarse al cine a enamorarse del periodismo y encontrar su sitio entre platós y redacciones. Con emoción, recuerda una de las experiencias más intensas de su vida profesional: la misión de localizar a Marisol, que derivó en una amistad única con su marido, Máximo, y una exclusiva que nunca olvidará.
Además, María Verdoy nos cuenta con qué compañeros ha disfrutado más, sus aspiraciones futuras… y hasta si se ve o no en un reality.
María Verdoy: "Fue un reto juntar mis dos pasiones"
PRONTO: ¿Cómo fueron tus primeros pasos en el mundo del periodismo?
MARÍA VERDOY: A mí siempre me ha encantado escribir. En el colegio me encantaba escribir en clase de lengua, me encantaba estudiar literatura… Entonces, redactar era algo que a mí me apasionaba. Y tuve, creo que fue en 4º de ESO, una asignatura que se llamaba Prensa, con un profesor que además me motivaba muchísimo porque era un apasionado de todo lo que explicaba y esa asignatura me encantó y ahí pensé que el periodismo podía ser una opción.
Luego me puse a valorar y elegí mi carrera. Sí que es verdad que elegí Comunicación Audiovisual porque el cine también es algo que siempre me ha apasionado mucho. ¿Y qué pasó? Que en la carrera de Comunicación Audiovisual me encontré con un contacto con el cine muy alejado de lo que yo creía que iba a ser. No podía hacer grandes prácticas ni tomar decisiones importantes en ningún corto. Entonces, al final, como también había estudiado periodismo dentro de esa carrera, acabé estudiando las dos carreras y tiré por el periodismo.
M.V.: Fue un reto juntar mis dos pasiones, que eran la escritura y el cine. Al final toqué los dos palos, pero me fui más al periodismo. Yo decía: "Pues venga, voy a juntarlo todo y voy a hacer periodismo de cine", y al final no me salió así. Empecé a hacer prácticas, a tener contacto con la televisión, y acabaron surgiendo oportunidades en la tele. Pero fíjate, el periodismo no era mi primera opción, y yo no soñaba con hacer televisión. Fue a raíz de empezar a tener contacto con el sector del periodismo que todo cambió.
El origen está en que empecé en la radio, en Punto Radio, donde tuve contacto con compañeros de televisión. A raíz de eso, hice prácticas también en televisión y me empezó a gustar. Pero al final, el origen de todo es que otros creyeron en mí antes que yo misma en este terreno.
María Verdoy: "'Cazamariposas' fue una gran escuela"
P.: ¿En qué programa, de todos en los que has estado, crees que te has sentido más realizada profesionalmente?
M.V.: Pues mira, yo aprendí primero muchísimo en ‘Cazamariposas’, que fue uno de los primeros trabajos en los que estuve. Fue una gran escuela y compartí redacción con grandes amigos que conservo hoy en día. Pero luego, mi paso por ‘Viva la vida’ fue el que más me marcó, porque es donde más oportunidades me dieron y donde más supe aprovecharlas: pude hacer mucho plató, cuando ni siquiera sabía si algún día haría plató. Y de repente me vi ocupando muchos minutos de pantalla y me di cuenta de cuánto lo disfrutaba.
Allí podía alternarlo con investigaciones en la calle, con un periodismo más de investigación. Me sentía muy realizada porque hacía las dos funciones: la que yo creía que iba a ser siempre la mía, que era hacer calle, hacer reporterismo, y además, estar en plató. Y ahí descubrí lo a gusto que me sentía yo en un plató y lo mucho que me gustaba también comunicar desde desde ese plató.
Entonces fue importante para mí por la oportunidad que supuso oficialmente a nivel laboral, pero también lo que supuso dentro de mí, que me cambió el chip y que me hizo ver más allá. O sea que a ‘Viva la vida’ le debo mucho.
P.: ¿Cómo te sientes en ‘Socialité’?
M.V.: Pues me siento muy bien, porque creo que se juntan las dos cosas que te contaba antes. Lo que me encantó de ‘Cazamariposas’ fue la forma de tratar la crónica social: desde ese punto canalla, desde ese punto gamberro. Confieso que si el corazón me gusta es porque me divierte. Entonces Socialité tiene esa esencia: canalla, divertida, gamberra… Y a la vez ese plató que descubrí en ‘Viva la vida’ y que tanto me gusta. Así que me divierto mucho y, además, ahora te lo cuento desde un lugar privilegiado. En ‘Socialité’ estoy feliz, porque lo tiene todo para mí.
P.: ¿Cómo has enfrentado el asumir la conducción de un formato tan consolidado? ¿Te has sentido bien acogida?
M.V.: Fue una absoluta responsabilidad. Fue un reto muy importante porque suponía coger las riendas de un programa que ya tenía mucho recorrido, que tenía mucha "autora", y del que yo era absoluta fan. Me parecía que estaba presentado por mujeres a las que admiro, así que era un reto y una responsabilidad, pero también una responsabilidad muy bonita, porque era el programa que más me gustaba como espectadora.
Cuando me lo ofrecieron pensé: "¡Qué suerte he tenido! Me han ofrecido el programa que más me gusta ver". Por tanto, seguramente sea también el que más me gusta hacer. Lo disfruté muchísimo. El equipo me acogió con los brazos abiertos. Había mucha gente a la que ya conocía, con la que ya había trabajado y a la que ya quería. Eso lo hizo todo mucho más fácil. Además, sentí una buena acogida por parte del público. Fue un reto, pero también una experiencia muy bonita.
María Verdoy: La "misión imposible" de encontrar a Marisol
P.: De todos estos años metida en las noticias del corazón, ¿qué noticia te ha marcado más?
M.V.: Para mí ha sido muy importante y todavía me emociono, porque en ‘Viva la vida’ me mandaron una misión muy difícil, que era encontrar a Marisol, a Pepa Flores, que como sabemos todos, lleva casi 40 años queriendo vivir en paz y no se lo permiten. A mí me mandaron a encontrarla y yo tenía mi dilema moral con eso. Sabía además que era muy difícil. Me mandaron a Málaga, y allí a Marisol no la vi, porque es muy difícil. Cuando me enviaron, me dijeron: "Esta es una misión imposible".
Lo que me encontré allí fue una de las cosas más importantes que me ha pasado a nivel profesional: poder establecer una relación de amistad con el marido de Marisol, con Máximo. Al final, no solo la encontré a ella, también lo encontré a él. Fue muy generoso conmigo, muy cercano. Tanto, que nos hicimos amigos. Me contó cosas de Marisol que nadie sabía y que nunca antes se habían contado. Me dejó contarlas, y para mí eso fue un gran paso, porque fue una exclusiva muy bonita, que tuvo mucha repercusión.
Desgraciadamente, dos años después me tocó a mí dar la noticia del fallecimiento de Máximo, el marido de Pepa Flores. Fue una noticia dentro del corazón que me dio mucho, pero que también me quitó mucho. Porque me dio una alegría profesional, pero luego me dio una tristeza que todavía llevo encima.
M.V.: Seguramente me habría tocado dar la noticia del fallecimiento de Máximo igualmente, pero no la habría contado desde ese lugar tan profundo e íntimo si no hubiéramos sido amigos. Tenía un audio de WhatsApp suyo sin contestar cuando me enteré de su muerte. Para mí todavía es muy impactante pensar que eso ocurrió, y aún me emociona. Así que, por lo emocional, creo que es la noticia que más me ha marcado.
Yo soy muy sentimental, muy sensible. Me cuesta dar ciertas noticias sin involucrarme. Muchas veces me he emocionado en directo, pero es que soy una persona intensa, sensible, y no consigo desvincularme. Yo las noticias las vivo, y se me nota mucho, porque además soy muy transparente. Pero bueno, también está bien contarlas desde un lugar que te involucre. Eso también es lo bonito.
María Verdoy: "Echo mucho de menos las miradas cómplices con Emma García"
P.: ¿Con qué compañeros de profesión has disfrutado más trabajando?
M.V.: Yo a Emma García tengo que tenerla siempre en mi pódium, porque es una profesional como la copa de un pino y, a la vez, fue una compañera muy generosa conmigo. Sé que ella estaba a gusto conmigo y que fomentó mi visibilidad en su propio programa. Eso se lo agradeceré siempre, porque sé que no lo hacía con cualquiera. Conmigo fue muy generosa.
Echo mucho de menos nuestras miradas cómplices. Fue alguien muy importante en mi carrera, así que la tengo que poner siempre en esa lista. Luego, hice muchos grandes amigos de ‘Viva la vida’ también, como mi compañera Irina García Montero, que ahora está en ‘Mañaneros’ y que fue gran amiga mía en ‘Cazamariposas’, pero más amiga todavía cuando vino a ‘Viva la vida’.
A Nuria Marín, por ejemplo, también, que fue mi compañera en ‘Cazamariposas’. Fíjate, de ella aprendí tanto… Al final, también hemos tenido ese momento curioso: que acabé presentando el mismo programa. De todo se aprende, pero hay personas que te marcan más, y yo destacaría a ellas entre muchos otros. Es curioso por dónde va la vida… Yo de Nuria aprendí ese enfoque divertido del corazón. Soy una apasionada del corazón, y su enfoque siempre me ha encantado. Aprendí muchísimo de ella en Barcelona, en aquellos años, hace ya diez años, que estaba yo aquí…
P.: ¿Hay algún proyecto profesional que te haría especial ilusión hacer?
M.V.: Pues mira, me encanta el cine, me encantaría presentar un programa de cine, de cultura, de música… Y también me encantaría probar —bueno, ya he probado un poco—, pero me gustaría presentar programas de concurso. Ya lo hice con ‘Rediséñame’, que es este programa que se emitió en Cuatro sobre moda circular, sobre la segunda vida que le podemos dar a la moda. Y me encantó la experiencia. Descubrí que me gusta mucho ese tipo de formato de concurso, donde todo es más espontáneo, donde puedes interactuar con los concursantes. Así que me encantaría explorar más en este terreno.
P.: ¿Te ves participando en algún reality?
M.V.: Participar en un reality, pues no sé… Diría que no me veo mucho. En ‘Supervivientes’, por ejemplo, no me veo haciendo pruebas, ni sufriendo. Yo soy bastante torpe para el deporte y para las cosas físicas, así que verme a mí haciendo pruebas podría ser bastante cómico, no sé si sería muy superviviente de mi parte. No me veo como personaje de reality, porque la exposición en ese sentido no me gusta. Entiendo la exposición que implica mi trabajo, pero en ese otro terreno más íntimo, del día a día, creo que no va conmigo… Por ahora. Pero bueno, nunca se sabe.