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Las gemelas con uno de sus cuadros "físicos".

Las gemelas con uno de sus cuadros "físicos".

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Teresa y Fernanda Hurtado tienen 74 años y, en las redes sociales, son más modernas que muchos jovencitos. Las excómicas se dedican en la actualidad a crear arte digital a partir de imágenes que juntan, manipulan y editan para crear unas obras intangibles que se venden por Internet.

El arte salvó a las hermanas Hurtado

Una de las obras intangibles de las hermanas Hurtado.

Una de las obras intangibles de las hermanas Hurtado.

Su pasión por el "collage", el surrealismo y el arte kitsch –como ellas mismas definen su obra– viene de lejos. Hace 10 años las gemelas del trío Las hermanas Hurtado concedieron a Pronto una entrevista en la que nos contaron que el arte las había salvado de caer en una depresión tras la muerte de sus padres, por quienes abandonaron su profesión, pues ambos sufrían Alzheimer. Fernanda nos confesaba: "Los últimos años de vida de nuestros padres nos retiramos como actrices para dedicarnos totalmente a ellos. Fueron años de sacrificio continuo, del que nunca nos arrepentiremos, porque nos movía el amor hacia nuestros progenitores, pero perdimos todo el contacto con nuestra profesión". Y su hermana Teresa añadía: "Ellos nos dieron la vida y se merecían todo. Sufrían Alzheimer y estuvimos a su lado hasta el final. Tras su muerte, caímos en una gran depresión, de la que pudimos salir gracias al arte. Nos salvó la vida porque lo hemos pasado muy mal, fatal". 

 Utilizan diversos materiales para decorar sus cuadros. Aquí nos muestran uno en homenaje a sus padres.

 Utilizan diversos materiales para decorar sus cuadros. Aquí nos muestran uno en homenaje a sus padres.

Las hermanas nos aseguraron en aquella ocasión que el arte les había ayudado a encontrar algo por lo que seguir luchando: "Hemos estado enterradas en vida. Y ahora empezamos a ver la luz. Puedes decir que estamos viviendo una resurrección. Porque no paramos con lo de los cuadros", nos contaba Fernanda. De hecho, durante nuestra entrevista ambas nos confesaban que podían vivir de la venta de sus cuadros: "Lo suficiente como para poder vivir de ello. Figúrate, estuvimos exponiendo en Milán y nos compraron las tres cuartas partes de los cuadros. Ha sido un éxito total. Se me pone la piel de gallina al recordarlo. Nos dijeron allí que cada 20 años aparece un artista que hace algo novedoso, y que el mejor ejemplo estaba en nosotras. Hemos hecho del arte plástico un punto y aparte en la conjugación de elementos".

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