Iñaki Urdangarin es "un pringado" según el juez del caso Nóos: sus sorprendentes palabras sobre él, la infanta Cristina y Juan Carlos I
José Castro, el que fuera juez del caso Nóos, ha publicado un libro lleno de desconocidos detalles del caso que puso en jaque a la familia real española tal y como la conocíamos

Iñaki Urdangarín con la infanta Cristina y Juan Carlos I.
Hace ya 14 años que comenzó el escándalo que sacudió a la familia real española tal y como la conocíamos: en el año 2011, en plena investigación por el caso Nóos, nacido como una pieza separada del caso Palma Arena, Iñaki Urdangarin fue imputado por delitos de corrupción (prevaricación, malversación, fraude, falsedad documental, blanqueo y delito fiscal).
Dos años después, en abril del 2013, el juez José Castro imputa a la infanta Cristina por primera vez, aunque la Audiencia de Palma revoca la decisión. En enero del 2014 (cinco meses antes de la abdicación del rey Juan Carlos I) vuelve a imputarla y, finalmente, en noviembre de ese año, dicta la apertura de juicio oral contra 17 acusados, entre ellos Urdangarin y Cristina.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
Era la primera vez que miembros de la Casa Real se sentaban en el banquillo, y el resto ya es historia: en junio del 2016 la infanta queda absuelta de todos los delitos, pero condenada a pagar una multa de 265.000 euros como partícipe a título lucrativo, y en 2017 la Audiencia de Palma condena a Iñaki Urdangarin a 6 años y 3 meses de prisión.
El juez del caso Nóos lo cuenta todo en un libro

'El caso Nóos', el libro sobre el famoso proceso legal que ha escrito el propio juez José Castro.
Ya han pasado ocho años de la demoledora sentencia para el que entonces era cuñado de Felipe VI, y ahora, José Castro, el magistrado del caso que ya se ha jubilado, ha publicado 'El caso Nóos: Toda la verdad del proceso que conmocionó a España contada por su juez protagonista', un libro en el que revela los secretos de una de las investigaciones más mediáticas y complejas de la historia judicial de nuestro país.

Iñaki Urdangarin, en una imagen de archivo.
Entre las páginas de su libro puede leerse que "Tengo muy claro que ella -la infanta- y su padre son los artífices de todos los hechos que se están investigando (...) Al pobre Iñaki le están reservando el papel de pringado".
El diario El Mundo ha tenido acceso a cómo el juez Castro narra "la disputa que mantuvo con Pedro Horrach -Fiscal del caso- por citar como investigada a la hija del Rey Emérito por el desvío de fondos públicos a la entidad sin ánimo de lucro que compartía con su marido".

La infanta Cristina en una imagen de archivo.
"Al Rey nos es imposible llegar, pero llamar a declarar a la Infanta es obligado como cooperadora necesaria absolutamente de todos los delitos cometidos por su marido", señaló el juez al Fiscal, que finalmente le dio opción de llamarla como testigo.
Juan Carlos I, objetivo de los dardos del juez del caso Nóos en su libro

El rey Juan Carlos I en Sanxenxo esta semana.
El libro salió a la venta el pasado 18 de septiembre, y de sus primeras páginas se extrae cómo Juan Carlos I es uno de los objetivos claros del magistrado, decidido a escribir su libro al enterarse de la noticia de que el emérito preparaba sus memorias, 'Reconciliación', escritas por Laurence Debray.
"El rey emérito no es que propusiera escribir un libro. Eso nunca lo haría, sería demasiado trabajo. Se lo encargaría a una escritora francesa llamada Laurence Debray y su título sería 'Reconciliación' (...) ¿Reconciliación con quién? (...) ¿Con la Agencia Tributaria? Con esta solo se llevaba bien a ratos, y uno de los peores fue cuando se vio obligado a regularizar en dos tandas 678.393,72 y 4,395.901,96 euros para no incurrir en delitos fiscales, lo que consiguió gracias a la pasividad de las instituciones encargadas de su persecución", explica nada más empezar el libro.

Sobre la única condena a Urdangarin, Castro tiene claro que "al emérito nunca le gustó soltar pasta, y si no que se lo pregunten a su yerno cuando todavía lo era, que bien se hubiera podido librar del chaparrón judicial si su real suegro se hubiera prestado a poner sobre la mesa determinadas cantidades de dinero cuando todavía estaban por conocerse todos los entresijos del caso Nóos".