Jaime Peñafiel: "Tengo muchos documentos confidenciales que se quemarán cuando yo muera"

Estuvo a punto de despedirse de este mundo hace dos años por culpa del COVID pero, lejos de rendirse, Jaime Peñafiel resurgió de la pandemia con una fuerza con la que, lejos de pensar en la jubilación, sigue trabajando diez horas al día, enfrentándose al temido folio en blanco en su colaboración con varios medios -entre los que está tu Revista Pronto- y publicando libros sin parar.

El nuevo es 'Alto y claro. Los secretos que nunca he contado' (Grijalbo), donde de nuevo nos ameniza con sus anécdotas vividas entre Casas Reales y socialités en sus 70 años de ejercicio de la profesión. Aunque eso de hablar alto y claro es relativo, pues él, fiel a ese guardián de intimidades que siempre ha sido, sigue reconociendo eso de “valgo más por lo que callo que por lo que cuento”.

“De hecho, tengo un armario lleno de documentos y confidencias que ya le he dicho a Carmen que lo queme cuando me muera, porque yo no tengo valor de hacerlo”, nos confesó.

Jaime Peñafiel desvela el secreto mejor guardado de la casa de Alba. 

Fue minero, estudió Derecho y estuvo en las trincheras antes de pasar al corazón

PRONTO: Naciste en Granada en 1932, en el seno de una familia numerosa. ¿Tuviste claro desde tu infancia que querías ser periodista?

JAIME PEÑAFIEL: Mi padre era ingeniero, y mi abuelo quería que yo estudiara Derecho para que fuese juez como él. Pero yo quería escribir. Yo me había leído toda la biblioteca de mi abuelo, me fascinaba todo lo que caía en mis manos, hasta los diccionarios. Y hubo un libro que me marcó, “El filo de la navaja”, en el que el protagonista, Larry, se mete en una mina para experimentar. Eso se me quedó clavado y por eso, cuando yo estaba en Madrid estudiando Derecho decidí ir a las minas de León, las hulleras de Sabero, y estuve dos años trabajando. ¡Trabajaba a setecientos metros de profundidad, y eso que yo tengo claustrofobia!

P.: Empezaste a ejercer de periodista en Europa Press, ¡ni más ni menos que como corresponsal de guerra!, luego te pasaste a otras trincheras, las del corazón. ¿Por qué ese cambio a la prensa rosa?

J.P.: Yo es que me hice un gran reportero. Y recuerdo que a mí y a Jesús Hermida nos detuvieron porque nos acusaron de haber robado el diario de Fabiola de Mora. Mientras ella estaba en Bruselas anunciando su compromiso, su hermano, Jaime de Mora y Aragón, nos permitió entrar en la casa de su familia, el palacio Zurbano. Hicimos fotos en todas las habitaciones y cuando entramos en el dormitorio de Fabiola abrimos su mesilla de noche y encontramos su diario. Y nos lo llevamos. Pero ella lo denunció y a mí me sacaron en pijama de mi casa. Después de interrogarme, Jesús llevó el diario y nos pusieron en libertad. Por ésa y otras cosas, me hice un nombre.

Encuentra la entrevista completa a Jaime Peñafiel en las páginas de tu Revista Pronto.