Jamie Lee Curtis, muy crítica con la cirugía estética
La actriz denuncia la presión de Hollywood y alerta sobre los riesgos de la inteligencia artificial en los cánones de belleza

Jamie Lee Curtis, ganadora de un Óscar y reconocida por su papel en 'Halloween', ha vuelto a demostrar que no tiene pelos en la lengua. En una reciente entrevista con la revista 'The Guardian Saturday', la actriz posó con unos grandes labios rojos de cera como gesto simbólico para denunciar los efectos devastadores que la cirugía estética provoca en la sociedad, y especialmente en las mujeres de la industria del cine.
Jamie Lee Curtis alza la voz contra la cirugía estética
Curtis subrayó que en Hollywood la presión sobre las actrices es enorme y constante, lo que lleva a muchas de ellas a recurrir a operaciones estéticas con el fin de encajar en un canon de belleza artificial.
La actriz utilizó un término que no ha dejado indiferente a nadie: “genocidio”. Con esta palabra quiso reflejar la magnitud del problema, ya que considera que la obsesión por modificar el cuerpo borra la diversidad y la belleza natural, imponiendo un modelo único de apariencia.
“Nos están eliminando como somos”, expresó Curtis, señalando que la cirugía estética no solo transforma rostros y cuerpos, sino que también ataca a la autenticidad y la autoestima de millones de mujeres.
La inteligencia artificial, un nuevo enemigo de la belleza natural
Jamie Lee Curtis también responsabilizó a la inteligencia artificial, una tecnología que en su opinión está alimentando los ideales irreales de perfección. Para la actriz, el uso de herramientas digitales que generan imágenes de “rostros perfectos” contribuye a que la sociedad tenga una percepción distorsionada de la belleza.
Según Curtis, esta tendencia puede provocar que más personas se sometan a procedimientos quirúrgicos en busca de un estándar imposible, aumentando así los riesgos físicos y psicológicos.
Firme defensora de la naturalidad
A lo largo de su carrera, Jamie Lee Curtis se ha mostrado siempre firme en su decisión de envejecer de manera natural y rechazar la cirugía estética.
La actriz ha confesado en varias ocasiones que se siente orgullosa de sus arrugas y de su apariencia real, defendiendo que la verdadera belleza está en la autenticidad.