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¿Qué fue de José María Carrascal, el veterano periodista de las mil corbatas? Así está ahora

92 años tiene este madrileño que, tras ser marino, profesor y corresponsal en Alemania y Berlín, triunfó en Antena 3 con un estilo directo y completamente diferente

José María Carrascal

Saray Cruz

José María Carrascal Rodríguez nació el 8 de diciembre de 1930 en El Vellón, un pueblo de la sierra madrileña. Su madre era maestra y su padre, inspector de enseñanza. El alzamiento militar que llevaría a Francisco Franco al poder le pilló con 6 años, cuando la familia veraneaba en el pueblo de los abuelos, Folledo de Gordón (León). Su padre fue llamado a filas por la República y Toni, así llamaban a José María, su hermano Juan y su madre se quedaron en casa de los abuelos. "Pasamos un año salvaje, sin escuela, sin enterarnos de la guerra", recordaba.

Un buen redactor que acabó siendo marino

Luego se trasladaron a Lugo, donde vivían sus tías maternas, con buenos contactos en el bando nacional. Supieron del padre dos años después, al que sacaron de un campo de prisioneros. Reunida de nuevo la familia, se instalaron en Lugo, donde nació su hermana. Su madre consiguió plaza de maestra en una escuela de la calle Santiago, donde José María estudió.

De esa época, José María Carrascal recuerda los partidillos de fútbol con los amigos, "en los que la pelota era un calcetín relleno de trapos, cosido, y poníamos dos piedras para las porterías". Se pasaba el día en la calle, con la única obligación de volver a casa a las 10 de la noche, "cuando sonaba el parte de Radio Nacional", según ha recordado.

Cuando vivía en Berlín y trabajaba como profesor y periodista.

Con 9 años, José María Carrascal ingresó en el Instituto de la calle San Marcos, "donde aprendí todo lo que sé". También le enseñó mucho su madre, lectora empedernida, virtud que le inculcó gracias a la gran biblioteca de sus tías. Siendo niño, leyó a Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez y los clásicos, aunque no siempre se enteraba de todo. Su padre, periodista aficionado, le obligaba a escribir una redacción a diario "y se me daba bien, probablemente ahí nace el periodista y escritor que fui". Pero, curiosamente, sus estudios superiores fueron muy diferentes.

Junto a una cámara en el plató de informativos.

En aquella España gris y provinciana, José María Carrascal tenía ganas de ver mundo. Quería viajar, algo que no era fácil en aquellos tiempos. Por eso su gran evasión de joven fue el cine. "Era como trasladarse a otro planeta", ha explicado. Cuando en 1947 su familia se mudó a Barcelona, se matriculó en Filosofía, ya que se le daba bien, pero centró sus esfuerzos en la Escuela de Náutica. "No por interés hacia el mar, sino porque en aquel momento era la única manera de colmar mi ambición de conocer mundo", explicaba Carrascal.

Tras recibir el título de oficial de la Marina Mercante hizo las prácticas durante dos años en el vapor de carga "Vizcaya", lo que le llevó a Alemania, Reino Unido e Italia, hasta que una dura travesía de 46 días desde Chile a Santander, con varias tormentas, acabó con su carrera de marino. "Me di cuenta de que aquello no era para mí. Tenía un falso concepto de la navegación. No es tan romántico. Es duro, muy duro, y yo no tenía dotes para el mando", ha reconocido José María Carrascal. Su primera novela, en 1971, se basó en estas experiencias y lo tituló "El capitán que nunca mandó un barco" (Ed. Destino).

Tras su desengaño marítimo, encontró trabajo como profesor de español en una escuela de ingenieros en Berlín.

En una reunión del equipo de los informativos de Antena 3, en la década de los años 90, donde Carrascal aportó un estilo diferente y muy particular a la hora de dar las noticias.

Llegó a la ciudad alemana en 1957 y compaginó su labor de enseñanza con la confección de reportajes para "ABC", "Pueblo" y "Diario de Barcelona". Como los corresponsales estaban en la capital federal, Bonn, sus servicios fueron muy solicitados, sobre todo cuando se construyó el muro de Berlín, en 1961.

José María Carrascal, casado con una azafata alemana

En Berlín conoció a una bella azafata de la compañía Pan Am, Ellen, una alemana que se convertiría en su esposa y que era vecina suya. En 1960, se casaron en una boda civil celebrada en Berlín y luego por la Iglesia en España, en el monasterio de Montserrat. el único templo del país que podían casar en alemán.

Con Ellen, su esposa desde hace seis décadas.

Desde entonces, no se han separado. "Es muy importante tener las mismas aficiones. No todas. Tiene que haber aficiones que no se compartan para descubrir nuevas facetas de tu pareja", ha declarado José María Carrascal. No tuvieron hijos "porque nos casamos tarde. Eso a algunos matrimonios les ha separado, pero a nosotros nos unió mucho más. Para adaptarse a otra persona, sobre todo si tienes una personalidad fuerte, hay que tener generosidad, estar dispuesto a ceder mucho y a dar mucho. Yo no me hago a la idea de vivir sin mi mujer. Ella me ha ayudado en todo".

Emilio Romero, director del desaparecido diario "Pueblo", le propuso en 1965 abrir una corresponsalía en Moscú, pero la idea fue vetada por el Gobierno de Franco. Con todo, la alternativa que le propusieron entonces sedujo aún más a Carrascal: ser corresponsal en EEUU para "Pueblo" y, después, para "ABC" y la radio de Antena 3. José María Carrascal y su esposa se instalaron en Nueva York en plena revolución contracultural, que le serviría de inspiración para otra de sus obras, "Groovy" (Ed. Destino), con la que ganó el premio Nadal de 1973.

En el 2009, recibiendo un premio en Lugo por su carrera periodística

Julio Iglesias le convenció para ser presentador

La pareja vivió durante 25 años en EEUU hasta que, en 1989, empezaron las televisiones privadas en España y el director de Antena 3 le propuso dirigir el informativo de la noche. "Están locos", pensó de entrada este hombre al que no le gustaba la televisión. Julio Iglesias le hizo cambiar de opinión. Se habían hecho amigos cuando el cantante se instaló en Nueva York en 1975 y le pidió consejo. "Su respuesta fue clara. Aquello me haría famoso, me harían también muchas putadas y ganaría mucho más. Y eso es verdad. En un mes me pagaban lo que en un año en el periódico", ha explicado Carrascal, que acabó aceptando el trabajo.

Empezó con "Noticias a las ocho" el 25 de enero de 1990, año en que cumplió los 60. A partir del mes de marzo pasó a "Noticias de la noche", especial al frente del que estuvo siete años.

Carrascal marcó un estilo diferente y peculiar, directo y agresivo y, por primera vez, presentó las noticias apoyado en la esquina de una mesa y dando opiniones muy críticas contra el Gobierno de turno, sin olvidar su característica voz y las llamativas corbatas, una diferente cada noche. "La corbata es la única prenda que le permite al hombre ser original. Ya las usaba así antes de la tele", ha explicado.

José María Carrascal con su amplia colección de corbatas, un elemento que se convirtió en parte de su identidad.

Cuando llegó el momento de la jubilación dejó de presentar los noticieros, pero su retiro no fue total porque siguió con sus colaboraciones en "ABC" y escribió varios libros, algunos hablando, precisamente, sobre la jubilación.

En 2018, publicó la que, de momento, es su última obra, con un título que es toda una declaración de intenciones: "Todavía puedo" (Ed. Espasa). "La jubilación es fantástica. Eres libre, porque quien tiene el control de su tiempo es dueño de su vida. Es la mejor y más larga etapa de la vida", ha dicho. Su secreto para mantenerse en buena forma ha sido "dejar de cenar y hacer una vida sana, austera y activa. Lo más precioso es el tiempo, hay que aprovechar cada minuto".

Dedicado a cuidar a su esposa, en silla de ruedas

José María Carrascal ha cumplido 92 años en plenas facultades y tan activo como siempre. "Tengo varios libros prometidos a la editorial", pero reconoce que le falta tiempo, porque ahora tiene una labor prioritaria. "Mi mujer es lo más importante para mí y ahora tengo que estar con ella porque está en silla de ruedas. Ella ha dedicado su vida a mí, lo menos que puedo hacer yo es hacer lo mismo por ella", afirma el mítico periodista.