Julia Otero: "Habría sido una buena doctora"
Cumplidos los 65, la periodista gallega Julia Otero, que acaba de recibir otro premio más a su carrera profesional y se encuentra bien de salud, sigue en la radio
A la comunicadora Julia Otero le diagnosticaron hace cuatro años un cáncer de colon, del que se ha recuperado.
Empezó en la radio, y sigue en ella. Julia Otero es una de las voces más escuchadas y reconocidas de nuestro país. La comunicadora lleva toda su vida en las ondas, aunque también ha conducido distintos espacios televisivos, siempre con rigor y profesionalidad. Valores que la han hecho merecedora de varios premios Ondas e incluso en 2022 fue incluida en la lista Forbes como una de las 100 mujeres más influyentes de España.
A principios de 2021, la gallega anunció públicamente que padecía cáncer de colon, enfermedad que la apartó durante un tiempo de los micros. Superado este bache, a sus 65 años, Julia Otero sigue feliz al frente de su exitoso programa, Julia en la Onda. Hace poco, la periodista recibió el Premio de Honor de la Comunicación de la Diputación de Barcelona. Lo hizo acompañada por su hija, Candela, y por Josep Martínez, su pareja y padre de Candela.
Así es Candela, la hija de Julia Otero: médica y su mayor apoyo.
Julia Otero: "Este premio me hace sentir mayor"
PRONTO: ¿Qué representa este premio para ti?
JULIA OTERO: Un premio siempre es un abrazo, un gesto de afecto que da alegría. Si me preguntas para qué sirven, te diría que para nada. Siempre recuerdo a Candela Peña cuando me explicaba que, tras ganar un Goya, se quedó sin trabajo. Los premios no tienen mucho recorrido profesional, pero son una alegría cuando llegan, y se disfrutan.
P.: Y más si son a toda tu carrera.
J.O.: El éxito más grande de mi vida es, casi 40 años después, poderme dedicar a esta profesión. Recibir este premio también me hace ver la vida que llevo a mis espaldas, pero también me hace sentir mayor, reflexionar sobre el tiempo pasado y tomar conciencia que el camino que queda es mucho más corto que el ya andado.
"Poder seguir en una profesión tan inestable es un lujo"
Julia en la gala de los Premios Ondas 2024.
P.: Como bien dices, es una suerte seguir ahí.
J.O.: Sí. Empecé en Radio Sabadell, a los 17 años, ¡imagínate! No quiero ni calcular, ja, ja, ja. Agradezco la gran suerte de poder seguir, en un trabajo tan inestable y con tanta precariedad. Es un lujo haber pasado los 60 años, poder elegir dónde trabajar y presentar y dirigir el programa que yo quiero. Para mí, este sí es un premio. Y solo depende de la gente que te escucha, del público. Son ellos quienes escogen, quienes te jubilan y quienes te hacen feliz o no.
P.: Acabas de mencionar la jubilación. ¿Piensas en ella?
J.O.: No, en absoluto. Podría hacerlo, pero la radio me hace feliz y más ahora, que he conseguido trabajar 4 días y descansar 3. En estos momentos, sería muy difícil elegir otra cosa. Además, para mi vida personal y mi salud, me va muy bien. Así que, con permiso de mis controles oncológicos, mi idea es seguir.
"El cáncer me ha enseñado que la vida es provisional"
P.: Han pasado ya cuatro años desde que hiciste público que padecías cáncer de colon. Con el tiempo, ¿lo sientes como una pesadilla o como un aprendizaje?
J.O.: Aún lo tengo muy presente. Los pacientes oncológicos nunca acabamos de dejar atrás del todo la enfermedad. Yo paso controles cada tres meses y, hasta que no pasen 5 años, solo me planteo metas cercanas. El cáncer me ha enseñado que la vida es provisional. El espóiler es que moriremos, aunque la gente vive como si esta realidad no existiera. También es cierto que se le ha de quitar dramatismo y trascendencia, ya que cada día mueren miles de personas.
P.: Volviendo a tu profesión y al premio que acabas de recibir. Si no te hubieras dedicado a la Comunicación, ¿qué te habría gustado hacer?
J.O.: La verdad es que nunca he tenido un plan B, pero reconozco que la Medicina siempre me ha gustado muchísimo. Lo que pasa es que tengo dos médicos en casa, mi hija y mi marido. Creo que habría sido una buena doctora, porque me gusta la gente. Un buen médico es aquel a quien le gustan las personas, y sabe tratarlas como tales. No todos son válidos. Cuando das con uno así, que además de científico es humanista, es una suerte.