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Kiko Rivera: sus nuevos vecinos no quieren que viva en su barrio

La llegada del DJ a una exclusiva urbanización sevillana ha generado malestar entre algunos residentes, que temen perder su tranquilidad

Kiko Rivera.

La mudanza de Kiko Rivera a la urbanización de La Juliana, en Bollullos de la Mitación (Sevilla), no ha pasado desapercibida. El hijo de Isabel Pantoja ha elegido instalarse en un lugar conocido por su calma y discreción, pero su presencia ha despertado recelos entre los vecinos.

La zona, donde también poseen viviendas personalidades como Sergio Ramos y Pilar Rubio, se caracteriza por la privacidad, algo que ahora podría verse alterado por la popularidad del DJ y la presencia constante de paparazzi.

Vecinos en pie de guerra por la llegada de Kiko Rivera

La aparición de reporteros en la entrada de la urbanización ya es habitual, y algunos residentes han mostrado su disconformidad. Una vecina aseguraba con preocupación: “Aquí no estamos acostumbrados a este tipo de residentes. Tememos que Kiko Rivera vuelva a las andadas y organice fiestas escandalosas. No queremos que se rompa la tranquilidad de la que disfrutamos normalmente”.

Otro de los habitantes de la zona, José M., se mostró todavía más tajante: “Cualquier día le vemos entrar en nuestro club acompañado de toda su corte de amigos. Espero que se dé cuenta de que aquí no queremos personas conflictivas”.

Kiko Rivera: una fama que le precede

La exclusiva urbanización está a tan solo veinte minutos de Sevilla y a quince de Castilleja de la Cuesta, localidad en la que viven Irene Rosales, exmujer de Kiko, y sus dos hijas. Un entorno que podría convertirse en un punto estratégico para estar cerca de sus niñas.

Aun así, el pasado mediático del DJ pesa en la opinión de sus nuevos vecinos, que no olvidan algunas de sus etapas más polémicas. Aunque actualmente está centrado en su faceta profesional y familiar, la sombra de su fama le persigue y provoca desconfianza en la urbanización.

Muy cerca de su nueva vivienda se encuentran la mansión y la yeguada de Sergio Ramos y Pilar Rubio, quienes se han adaptado perfectamente a las normas de la comunidad. En cambio, Kiko Rivera todavía debe ganarse la confianza de los residentes, que prefieren mantener a raya cualquier posible alteración de su estilo de vida.