Hablamos con Laura Moure, azafata de 'La ruleta de la suerte': "Jorge y yo somos casi como un matrimonio"
La azafata de 'La ruleta de la suerte' ha encontrado en el programa la estabilidad y paz que no le daba su vida como modelo

Laura Moure.
Hace casi diez años, cuando su vida era un ajetreo constante de campañas, sesiones de fotos y viajes, pues estaba en su momento álgido como modelo, la madrileña Laura Moure fue a un casting que le cambió la vida. Le hicieron una prueba para ser azafata de 'La ruleta de la suerte', y se quedaron prendados con su belleza y simpatía.
La joven renunció incluso a una oferta para irse a vivir a Milán para disfrutar de un concurso que le ha dado tranquilidad laboral, estabilidad y la “oportunidad de conocerse a sí misma”. Además de éxito. Porque, mientras en otras franjas horarias los programas luchan por llevarse a la audiencia, a las 13:45 horas no hay rival para este concurso de Antena 3: no en vano este noviembre cierra ya 55 meses consecutivos de liderazgo con un 21,6% de share y 1.545.000 espectadores de media, haciéndose un hueco también en las mañanas del fin de semana o liderando incluso en su versión prime time.
Laura Moure: “Intento que haya conexión con el público, no ser sólo una figura quieta”

Amante de la naturaleza, de la vida tranquila, y con pareja desde hace 22 años, Laura Moure nos cuenta la suerte que supuso en su vida, y literalmente, que la cogieran para ser azafata de 'La ruleta': “Yo ahí tenía ya 30 años y quería tener mi familia, disfrutar con mi chico, casi no veía a mi madre o mis hermanos. Así que me daba mucho miedo dejar mi trabajo, pero me alegro de haber dicho que sí porque ahora tengo tiempo para hacer mi vida, para saber qué me gusta, para tener animales, ¡que tengo un arca en casa!, plantas…”, nos confesó.
PRONTO: ¿Qué te ha dado el programa?
LAURA MOURE: ¡De todo! Aparte de un equipo que es increíble y que nunca me hubiera imaginado, porque son mi familia, un trabajo divertido que no me ocupa muchísimas horas y me deja tiempo. Es una dosis de alegría y de vida todas las semanas. Es un chute. Es una suerte, yo me paso la vida agradeciendo. Por eso estoy siempre tan contenta.

P.: ¿Qué has aportado tú, porque no eres sólo una azafata que le da la vuelta a las letras en un panel? Tienes una parte gamberra y alocada.
L.M.: Intento conectar mucho con el público porque entiendo que al final el panel es lo que más tiempo pasa en plano. Yo creo que no mucha gente me mira a mí, porque están descifrando el panel, pero al menos yo intento que siempre mi figura esté muy cerca de la gente, cercana, porque estamos juntos resolviendo. Porque yo, quieras que no, también echo un ojo, juego todo el rato y le doy vueltas a la cabeza. E intento que haya una conexión, no ser sólo una figura quieta. Además expreso muchísimo las cosas que pasan.
P.: ¿Han habido muchos momentos “tierra, trágame”?
L.M.: Recuerdo muchísimo cuando empecé, porque ahí viví todos. Recuerdo que hicieron hasta un recopilatorio sobre cuántas veces Laura Moure se bajaba a falda durante el programa. Porque yo venía de la moda y yo defendía lo que me ponían sin dar mi opinión. Ahora sí la doy, pero yo iba con unos tacones con los que me resbalaba, que me quedaban grandes, un vestido muy cortito que se iba subiendo… Ahora ya he conseguido que las faldas sean más largas, ja, ja.

Laura en el plató de 'La ruleta de la suerte'.
P.: ¿Por qué crees que el público está tan enganchado a 'La Ruleta'?
L.M.: Es impresionante. Entiendo que es un programa muy familiar y la gente lo ve relajada, lo disfruta. A la gente le encanta estar descifrando los paneles, les caemos bien y tienen ganas de vernos… La gente se siente cómoda, a gusto, se divierte y disfruta en el relax.
P.: ¿Tú qué recibes por la calle?
L.M.: ¡De todo! Porque ya sabéis que estamos en la era de los haters y hay de todo. Igual grupos de adolescentes me dicen: “¿Tú eres la de la ruleta? Ja, ja, ja”, y se empiezan a reír de mí. O me han llamado inútil. Porque el panel no es táctil, va solo y a veces falla. Pero a mí me da exactamente igual. No me afecta en absoluto, pero sí es verdad que eso me da un poco de fobia social. Pero como la mayoría de veces me dicen: “Le encantas a mi abuela”, eso me parece precioso. El programa sólo genera cosas bonitas, y quien no lo entiende es porque no lo ve.

Laura Moure con Jorge, que presenta el programa desde el 2006.
P.: ¿Qué tal tu feeling con Jorge?
L.M.: ¡Pues porque cada uno tenemos nuestra pareja, si no seríamos casi como un matrimonio! Muy bien, nos llevamos muy bien. Si no, creo que se notaría. Nos llevamos estupendamente, aunque hoy no: hoy yo tenía frío y él calor y no había manera de ponernos de acuerdo, ja, ja. Y otra cosa que nos distancia es que no le gusta bailar y a mí me encanta. Antes yo bajaba a bailar con él todo el rato y a él no le gustaba, así que me ha dicho que ya no baja más a bailar.

P.: ¿Cómo eres fuera de las cámaras?
L.M.: Soy muy de campo, me encantan los animales, buscar setas, pasear. Soy muy de campo y nada de ciudad. Y la ciudad la había vivido mucho todos estos años y ahora estoy disfrutando de los pajaritos y de salir y de coger una naranja del árbol que no te imaginas. Vivo en un pueblo.

Con Maylo, mascota de la joven azafata.
P.: Y tienes muchos animales.
L.M.: ¡Tengo un arca! Tengo un perro, Maylo, que es como mi hijo. Es muy importante para mí. Tengo también una paloma torcaz que llegó este verano atacada por un gato y no puede volar, así que vive en mi casa como si fuera una gallina. Tengo una tortuga muy grande que fue abandonada y la rescaté y tengo muchos peces, crío guppis de colores, tengo carpas, me apasionan las plantas. Soy muy campestre.

P.: ¿Tu chico a qué se dedica? No tiene nada que ver con la tele, ¿no?
L.M.: No, hizo sus pinitos en este mundo cuando era más jovencito, como modelo, porque era muy guapo, muy rubio y con los ojos azules, pero opositó y ahora es funcionario, es policía en el aeropuerto.
P.: ¿Veis 'La Ruleta' en casa?
L.M.: Cuando podemos, y ahora más que está los sábados también. Incluso me lo recuerda él: “¡Que es sábado, no te olvides!”.

P.: ¿Cuántos años más te ves aquí?
L.M.: No lo sé, para mí ya cada año es un regalo. Yo sólo pido uno más cada vez.