Lola Herrera: "Seguiré trabajando mientras mi cabeza siga estando lúcida"

Inagotable e irradiando esa belleza y elegancia que siempre la han acompañado, Lola Herrera desprende a sus 86 años una vitalidad digna de admiración, pues la actriz sigue subiéndose cada día al escenario con "Cinco horas con Mario" para regalar todo su talento al público. Además, le sobra tiempo para acudir a eventos como la inauguración del restaurante efímero Cincuenta de Thermomix.

PRONTO: Seguro que a ti, que te has dedicado en cuerpo y alma al trabajo, los robots de cocina te habrán salvado en muchas situaciones a la hora de preparar algo para los tuyos.

LOLA HERRERA: Tuve la suerte de que en casa siempre se ha cocinado muy bien. Como mis padres se vinieron a vivir a Madrid cuando mis hijos eran muy pequeños y yo trabajaba mucho, mi madre se encargaba de lo más gordo. Pero a mí siempre me ha gustado mucho la cocina y, cuando aparecieron los robots, enseguida compré uno.

P.: ¿Cómo te cuidas ahora, qué haces para estar tan bien?

L.H.: Lo mismo de siempre. Como bien pero me cuido a la hora de no comer cosas pesadas, porque eso pasa factura. Es muy importante controlarte en la comida y en los esfuerzos, tener un sentido de la medida.

"Mi mente está muy en forma"

P.: ¿Qué otros hábitos saludables sigues?

L.H.: Paseo, cuando tengo que ir a algún sitio doy alguna vuelta de más para andar más, pero no soy de hacer mucho ejercicio porque no soy de la época del deporte. Pero me siento muy activa, ¡imagínate, hago una función de teatro todos los días! Mi mente está muy en forma, toda mi vida he tenido que memorizar muchos papeles y sigo con ello. Ahora tengo 86 años y levanto el telón a diario con una función que es un monólogo.

P.: Cierto, porque sigues triunfando con "Cinco horas con Mario", una obra que te ha acompañado media vida.

L.H.: La he hecho en cinco ocasiones distintas a lo largo de 40 años. Es un personaje que conozco muy bien y que ya he mirado desde muchos ángulos.

La importancia de actuar después de la pandemia

P.: ¿Qué significan para ti el cariño del público y su aplauso?

L.H.: El aplauso es una forma de aceptar y premiar el trabajo y me sabe muy bien. Pero lo importante es lo que pasa a lo largo de la representación, la comunicación que hay con el público. Para mí eso es lo vital, porque es el recorrido que hacemos tanto ellos como los que estamos arriba, es donde se funden las energías de ambos y donde nos mandamos todos los mensajes. Y, después de una pandemia, eso llega con más intensidad. El público ha vuelto al teatro, al cine y a la calle con muchas ganas porque le hemos visto las orejas al lobo.

P.: ¿Te planteas trabajar de nuevo con tus hijos?

L.H.: Sí, ahora, de hecho, voy a hacer un documental con Daniel, voy a interpretar una obra también escrita por él y otro compañero.

P.: Estando así de bien, una no piensa en la jubilación, ¿no?

L.H.: Ya estoy jubilada, pero sigo trabajando. Continuaré haciéndolo mientras esté bien y mi cabeza siga estando lúcida.

P.: ¿En qué otras cosas encuentras placeres en la vida, aparte del trabajo?

L.H.: En casi todo, yo soy muy disfrutona. Me gusta mucho ir al cine y viajar.