Lydia Lozano respira tranquila: su marido ya está en casa
La complicada evolución de Charly tras una operación convirtió las últimas semanas en una auténtica pesadilla, pero por fin ha llegado la mejor noticia para la colaboradora
Lo que tenía que ser una operación de espalda para mejorar la calidad de vida de Charly, el esposo de Lydia Lozano, se terminó convirtiendo en una auténtica pesadilla que ha puesto en riesgo la vida del arquitecto.
La periodista, a quien hemos podido ver destrozada acudiendo al hospital, ha pasado los peores momentos de su vida y apenas comienza a respirar aliviada, tras el alta médica de su marido.
"He llorado como nunca en mi vida y he tenido mucho miedo"
Todo comenzó cuando, tras dicha intervención, y ya en casa, Charly tuvo que ser ingresado de nuevo al haber contraído una infección bacteriana sumamente agresiva que le afectó varios órganos vitales. "Gracias a Dios, el doctor vio que había un líquido amarillo", explicó Lozano en su emotiva visita a "¡De viernes!" a finales de octubre.
Entre lágrimas, detalló que la infección avanzó hasta "comerse una válvula del corazón", por lo que tuvo que ser operado de urgencia. "Le quitaron la válvula, le limpiaron toda la parte del corazón y ahora le tienen que hacer todo el rato analíticas para saber si la bacteria se ha reproducido", añadió.
Lydia Lozano, emocionada en su regreso a ¡De viernes!, ha explicado que su marido Charly sigue ingresado tras una operación cardíaca.
Una situación absolutamente angustiosa que Lydia no ha llevado nada bien. "He llorado como en mi vida, un tío sano... Tienes miedo", confesó, asegurando que había sido el propio Charly quien la había instado a acudir a televisión. "Creo que lo necesito, me estoy volviendo loca", dijo.
"Todo el mundo que ha estado en un hospital sabe que es muy duro. Yo soy hiperactiva y me levanto, vuelvo, voy a la máquina, hablo con las enfermeras. Le he afeitado y le he cortado las uñas, le he hecho de todo, no puede escapar", añadió con humor para intentar quitarle un poco de hierro al asunto.
A medida que iban pasando las semanas desde su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos, parecía que la situación de Charly no mejoraba y, aunque la colaboradora televisiva ya había adelantado que la cosa iba para largo, las imágenes de Lydia entrando y saliendo del hospital con cara de enorme preocupación, no ayudaban.
"Es que es superduro. Además, yo estoy con gripe. Es muy duro, un momento muy delicado", desveló entre lágrimas a las puertas del centro médico la semana pasada.
"Mi familia está enfadada de que cuente tantas cosas"
"Él es un jabato, porque si me pasaran tantas cosas a mí, no lo aguantaría. Llevamos dos meses ya. Están tocando muchos órganos. No quiero ni especificar ni decir", declaró ante las cámaras, elogiando la valentía del que lleva siendo su compañero de vida desde hace ya más de 35 años.
Desde "La Razón", además, advirtieron de que, según el entorno de la periodista, "la situación es más grave de lo que parece".
Sin embargo, poco más de 48 horas después, llegaron las mejores noticias. Tal y como informaron desde "El tiempo justo", su compañera se encontraba esperanzada. "Estaba muy sonriente y nos contaba que Charly por fin estaba en planta, que estaba estable ahora y pide, por favor, que no coja ninguna bacteria más", señalaban desde este espacio televisivo.
"Mi familia está enfadada de que cuente tantas cosas", dijo.
Este jueves, tras más de dos meses hospitalizado, Charly ha recibido el alta médica. Debido a la debilidad que arrastra tras su larga estancia en el hospital, regresó a casa en ambulancia, donde Lydia lo esperaba visiblemente emocionada, sin poder contener las lágrimas al reencontrarse por fin con él fuera del entorno hospitalario.
Su recuperación va a ser lenta. Eso sí, Lydia ha sabido sacarle una parte positiva a esta delicada situación. "Yo siempre he estado currando y él también. Cada uno haciendo su vida y nunca había pasado tanto tiempo con Charly", confesó, asegurando que esta durísima experiencia les está uniendo mucho más.