Melania Trump: la cara más desconocida de la primera dama de EEUU
En el segundo mandato de su marido, Melania Trump está dispuesta a dejarse ver más y a trasladarse a Washington, aunque también ha dejado claro que si “necesito ir a Nueva York, iré”

Melania Trump.
Decía el presidente Abraham Lincoln, famoso predecesor de Trump en la Casa Blanca, que "es mejor permanecer en silencio y ser considerado un tonto que abrir la boca y eliminar toda duda al respecto". Quizás Melania Knauss (su apellido de soltera), ahora Melania Trump, leyera esta frase en algún sitio y decidiera seguir este consejo prefiriendo los silencios a, por ejemplo, las ganas de hablar de su marido.
Precisamente su mutismo y su discreción hacen de ella una mujer enigmática, cuya presencia en actos públicos genera un interés a veces desmedido, como ocurrió en la toma de posesión de Donald Trump como 47º presidente de EEUU el pasado 20 de enero.
Trump, el presidente de más edad en llegar a la Casa Blanca

Donald jura su cargo ante Melania y sus hijos, de izquierda a derecha, Barron, Ivanka y Tiffany.
La aparición de Melania Trump en el Capitolio estuvo cargada de simbolismo. En el diseño que lució, un sobrio abrigo azul cruzado, de Adam Lippes, muchos vieron una especie de armadura para sentirse protegida ante los medios, con los que nunca se ha sentido cómoda, mientras que su sombrero, que generó cientos de memes en redes sociales, fue una forma clara y contundente de marcar distancias con su marido haciendo imposible el beso que Donald quiso darle.

El que ha sido bautizado como "beso no beso" de Trump a Melania, que lució un sombrero tipo canotier para marcar distancia con su marido.
Y, sin embargo, a pesar de esta imagen distante y gélida, todos coincidieron en la sublime elegancia de la primera dama. Para el baile inaugural, Melania Trump, espléndida, eligió un vestido de escote palabra de honor, que resaltaba su belleza, mientras que su marido, que tiene 78 años y es, por ello, el presidente de más edad investido en EEUU, eligió un esmoquin tradicional.
A pesar de que la Casa Blanca es el lugar que más odia de la Tierra, esta vez la primera dama va a hacer un esfuerzo. En la cadena Fox explicó que ya no es una novata y que, si en el primer mandato apenas pisó la residencia presidencial, esta vez estará en Washington desde el primer día, ocupándose de varios proyectos, como el de 'Be Best', centrado en el impacto de las redes sociales entre los adolescentes.
"Estaré en la Casa Blanca, pero si necesito ir a Nueva York, donde Barron está estudiando, o a Palm Beach, iré. Mi prioridad es ser madre, primera dama, esposa y servir al país", dijo Melania Trump.
Melania Trump ¿compartirá habitación con Donald en la Casa Blanca?

La primera dama, espléndida, con un vestido de escote palabra de honor, y el presidente inauguran el baile de la Libertad.
Aparte de esto, poco más sabemos de su vuelta a la Casa Blanca. ¿Compartirá habitación con Donald o hará como en el 2017, que se alojó en otra ala del edificio para mantener cierta independencia en su vida matrimonial? Ella misma ha dicho que, a pesar de que muchos la ven como la esposa de Trump, "me levanto sola, soy independiente, tengo mis propias ideas y mis síes y noes y no siempre estoy de acuerdo con lo que mi marido dice o hace".

De hecho, en sus memorias, publicadas hace unos meses, defiende el derecho al aborto. "¿Por qué alguien que no sea la propia mujer debe tener el poder de determinar lo que hace con su propio cuerpo?", escribe Melania Trump en el libro, en el que pasa de puntillas por los escándalos de su marido.

Otro momento de la noche con los Trump y, a la izquierda, el vicepresidente Vance y su esposa.
Melania y Donald Trump: nuevo acuerdo prematrimonial para incrementar su fortuna

Uno de los secretos de Melania Trump que sí ha visto la luz es el del nuevo acuerdo prematrimonial que le ha hecho firmar a su esposo para que aceptara participar en la campaña y asumir el papel de primera dama. Según 'Page Six', con este nuevo contrato, la exmodelo quiere "obtener un mayor fideicomiso para su hijo, Barron", e incrementar la fortuna y el número de propiedades de ambos, por el temor a que el patrimonio de Trump pueda reducirse cuando acabe de pagar las facturas legales por las denuncias y los juicios que ha protagonizado en los últimos años.
Y es que estar casada con el primer presidente condenado de EEUU tiene un precio. Y Donald Trump está dispuesto a pagarlo consciente de que tener a Melania a su lado hace que su imagen ultraconservadora adquiera un matiz más cosmopolita y moderno. Y eso da votos.
La hermana desconocida de la primera dama Melania Trump

La hermana de Melania Trump
Otra prueba del hermetismo de Melania Trump respecto a su vida es que no sabíamos que tenía una hermana mayor, Inés Knauss, de 56 años, su gran apoyo, su confidente y probablemente la persona que mejor la conoce. Inés, tan discreta como desconocida, vive en Nueva York, en un apartamento de 1,5 millones de dólares de su cuñado y fue quien la animó a presentarse a un concurso de modelos en su Yugoslavia natal, algo que le cambió la vida a los 22 años.

En el primer mandato de su marido.
El segundo puesto que conquistó en el certamen le sirvió a Melania Trump para firmar un contrato con la agencia RVR de Milán, su primer paso en el mundo de la moda y su primera parada antes de llegar a Nueva York. "Inés es para mí más que una hermana; es una luz que ha iluminado mi camino y me ha inspirado para alcanzar las estrellas", escribe Melania en sus memorias, refiriéndose a la cercanía que, desde que eran niñas, siempre les ha unido.
Aparte de sus memorias, Melania Trump, que dice que la gente quiere saber más de ella, está grabando un documental, sin precedentes, sobre su vida para Amazon. Claro que el hecho de que su marido sea el productor ejecutivo y de que el director del mismo sea Brett Ratner, uno de los primeros cineastas en ser acusados por agresión sexual cuando estalló el movimiento MeToo, podrían ensombrecer este intento de la primera dama por hablar alto y claro.