Patricia Pardo: "No me gusta lo de 'rey o reina de las mañanas'"
La periodista gallega ha arrancado una nueva etapa profesional al frente de 'Vamos a ver'
Patricia Pardo.
La vida sonríe a Patricia Pardo en lo profesional y en lo personal. La presentadora gallega ha empezado una nueva etapa como presentadora en solitario al frente del renovado 'Vamos a ver' (Mediaset), que se emite a diario de 13.30 a 15 h.
Una nueva oportunidad que le llega en un excelente momento personal. La despedida de la edición de verano de su programa coincidió con su cumpleaños y, además de recibir una tarta de parte del equipo, a Patricia le llegó un ramo de rosas rojas de su marido, Christian Gálvez, quien le dedicó unas bonitas palabras.
"Seguirás siendo la misma: luchadora, perseverante, profesional. Y porque, como dice la canción, lo harás 'como dijo Frankie: A tu manera'. Y los que te queremos, estaremos a tu lado. Siempre. Porque te admiramos. Porque te amamos. Feliz viaje, Patricia, que todos, junto a ti, lo 'Vamos a ver'...", escribió el que fuera presentador de Pasapalabra en Instagram, demostrando, una vez más, su amor en público.
Con este chute de energía, la periodista afronta esta nueva etapa con mucha ilusión y compromiso. Hablo con ella pocas horas después del estreno del programa.
Patricia Pardo: "No hacía corazón y me gusta mucho"
PRONTO: ¿Cómo afrontas este reto?
PATRICIA PARDO: Estoy contenta. Es un cambio de formato muy radical, porque estoy acostumbrada a mucho más tiempo y reflexión, y ha sido un poco frenético, pero salgo con buenas sensaciones. Afronto este reto con muchísima fuerza, entusiasmo y humildad. Quiero escuchar a la gente y estar muy cerca del público, ofreciéndoles nuevos contenidos, sobre todo, de actualidad.
P.: En esta nueva etapa vas a hacer más corazón y realities. ¿Te apetecía?
P.P.: Sí. Desde hace un par de años, cuando empezó 'Vamos a ver', no hacía corazón, y me gusta mucho. Al final, es una faceta más desenfadada y fresquita y te permite sonreír, que es algo que siempre echa de menos mi madre, que me dice: "¡Hija, no sonríes nada!". Yo le digo que hablamos de temas durísimos, y sería casi una falta de respeto. Ahora podré hacerlo, disfrutar un poco más del programa y charlar de manera más distendida con mis compañeros, con quienes me llevo muy bien.
P.: Esta nueva oportunidad ha coincidido con tu cumpleaños, en el que recibiste muchas sorpresas y dedicatorias. Imagino que la de Christian sigue siendo la más especial.
P.P.: Sí. El día de mi cumpleaños fue un fin de ciclo, y espero que sea para bien. Christian me mandó un ramo con 9 rosas, que para nosotros son muy simbólicas y especiales, y celebré mi cumpleaños con él, con mis niñas y nuestro hijo, Luca, y con mi madre, y el fin de semana, con mi suegro y su pareja. Nosotros somos muy hogareños y tenía ganas de estar tranquila en casa y disfrutar mis 42 años en familia.
P.: Si la Patricia de hace 15 años te viera, ¿qué te diría?
P.P.: Supongo que me diría que ha merecido la pena. He pasado circunstancias bastante duras en lo personal y profesional, y etapas muy frustrantes en las que había mucho esfuerzo y no llegaban las recompensas... Muchas veces, la televisión no conoce de meritocracia. Aun así, jamás he tirado la toalla. Soy una persona con mucha fuerza de voluntad y las ideas y muy claras. Sé que el mundo es ingrato y que la tele no regala nada a nadie, pero sí ha habido momentos muy duros. Ahora, por lo menos, tengo una oportunidad, que es algo que no se me había planteado durante ese tiempo.
"No participaría en Supervivientes, porque no podría estar separada de mis hijos"
P.: Ha arrancado Supervivientes All Stars. ¿Ya tienes favorito?
P.P.: De momento, no. Aún es muy pronto, voy a dejar que fluya un poquito. Aunque ya hay concursantes que apuntan maneras y se ven sus estrategias, todavía no puedo aventurarme a decirte uno, ja, ja, ja.
P.: ¿Te has imaginado alguna vez participando?
P.P.: No. No me apetecería ir a la isla. No me vería allí, sobre todo, por la convivencia, que me parece lo más duro de todo, más que pasar hambre o dormir mal. No podría estar separada de mis hijos; no lo concibo. Prefiero contarlo desde Madrid.
P.: Con los proyectos nuevos, ¿eres de las que pide consejo, ya sea a compañeros o a tu marido?
P.P.: Sí. Lo que más repito estos días a mi entorno es que necesito que me critiquen, despiadadamente. Yo soy muy bruta, y prefiero que me digan una verdad a tiempo que no me corrijan. Necesito recibir críticas para ir corrigiendo y poder avanzar.
P.: ¿Eres de las que lleva algún amuleto o tiene un ritual?
P.P.: Ja, ja, ja, sí. No solamente cuando inicio un proyecto nuevo. Soy una mujer muy creyente y extremadamente supersticiosa, y tengo mis rituales diarios y mis cosas. Para mí, son una fortaleza y me sirven de ayuda. También me gusta regalar amuletos a la gente que quiero para desearles suerte.
P.: Siempre has estado vinculada a la actualidad. ¿Te apetecería presentar un concurso, formato que domina tu marido?
P.P.: No me gusta cerrarme puertas. Al final, es cuestión de probar y esforzarse. Creo que todo el mundo no vale para todo, y especializarse es necesario. A mí se me da bien la actualidad, porque es lo que he hecho siempre. Con mucho respeto a los compañeros que hacen concursos, me animaría a presentar uno. ¿Por qué no? Hay que explorar cosas nuevas. Es algo que siempre le digo a Chris. Él solo ha explorado concursos, y creo que sería fantástico haciendo entrevistas, porque es un tío muy cercano, que conecta con la gente y cae muy bien.
"Christian y yo estamos muy implicados en la crianza"
La pareja tiene un niño, Luca, que cumplirá 2 años en diciembre, y Patricia, además, es madre de dos niñas de su anterior matrimonio.
P.: Al margen de este reto profesional, ¿eres de las que se propone retos con el nuevo curso?
P.P.: El reto para mí es llegar a todo, ja, ja, ja. Con tres niños hay mucho que hacer. Conciliar es complicadísimo. Mi trabajo, en realidad, empieza por la tarde, ja, ja, ja. Lo bueno es que Christian y yo tenemos corresponsabilidad; él está implicadísimo y lo hacemos con mucho cariño.
P.: Durante años, en televisión se hablaba de la reina de las mañanas, un título que han ostentado Ana Rosa Quintana y María Teresa Campos. ¿Te gustaría ser reconocida así?
P.P.: Es un apelativo que me da mucha pereza, y nunca me ha gustado. Creo que el único soberano es el público. Es a él a quien tenemos que rendirle pleitesía, y siempre hemos de estar pendientes de sus necesidades. Por otro lado, quienes sostienen las coronas de verdad son las redacciones, empezando por el reportero que madruga y arrastra la maleta por toda España y ha de enfrentarse a muchos testimonios. Por eso no me gusta nada el término rey o reina de las mañanas. Quiero que la gente me identifique con alguien que dice la verdad sin tapujos ni miedo y que transmite rigor y cercanía. Que me vean como una voz amiga sería mi mayor satisfacción.