Pepe Navarro: "Antes de caer en las drogas, mejor me pongo a bailar"
El periodista se lanza a la pista de Telecinco y asegura que este reto le divierte y le mantiene lejos de las tentaciones
Por si la vida le hubiese puesto pocos retos por delante, Pepe Navarro asume uno más, el de dar la talla sobre la pista de baile como concursante de “Bailando con las estrellas”, que ha regresado a Telecinco con una segunda temporada en la que el periodista competirá con compañeros de la talla de Anabel Pantoja, Bárbara Rey, Blanca Romero, Manu Tenorio, Sara Escudero o Jorge González, entre otros.
“Entre nosotros no hay rivalidades porque el artista es noble”
PRONTO: ¿Quién te ha engañado para meterte en este embolao? ¿Por qué?
PEPE NAVARRO: Porque es divertido. Si me quedo en casa me voy a empezar a drogar, voy a empezar a beber, y dije: “Pues antes de caer en las drogas, mejor me pongo a bailar”.
P.: Y encima cobrando. ¿Lo has hecho por eso?
P.N.: Claro, esto no es gratis, estoy trabajando. Esto es un espectáculo, el espectáculo tiene un presupuesto y nosotros entretenemos a la gente. Yo entretengo a veces haciendo entrevistas y ahora voy a intentar entreteniendo bailando o algo parecido.
P.: Has sido presentador, el cabeza de cartel de muchos proyectos, ¿cómo se lleva ahora encuadrarse como uno más en un elenco tan grande en el que además no tienes tú el control?
P.N.: Al principio sonaba un tanto extraño; después es más cómodo, más sencillo y más gratificante porque terminas y te vas a casa. Lo otro era trabajar 55 horas sobre 24. Cuando yo hacía y dirigía mis programas, me llamaban Dios, por aquello de “Con Dios me acuesto y con Dios me levanto”, la gente se iba y yo estaba trabajando, venían por la mañana y yo estaba trabajando. Ahora son otros los que están trabajando cuando llego y cuando me voy.
P.: ¿Cómo te has llevado tú históricamente con el baile? ¿Ha sido para ti en algún momento una herramienta de seducción?
P.N.: Depende de con quién baile. Sabes que el trabajo en equipo es muy importante, así que depende de con quién trabajes en equipo. El baile lo que tiene, salvo que bailes una sardana, es que bailas con una persona y yo he sido muy especialista del baile lento, ése que se bailaba solo en una baldosa. Ése se me da de maravilla, hago unos pasos increíbles, pero no creo que aquí eso sea posible.
P.: Te habrán llegado muchas propuestas televisivas en este tiempo. ¿Qué valoras, en este momento de tu vida, a la hora de aceptarlas? ¿Qué estás dispuesto a hacer y qué no en televisión?
P.N.: Me han ofrecido cosas que no me han apetecido porque no me sentía bien para hacerlas. Y como sabía que no me iba a dar lo que yo espero de un programa de televisión, que es que me haga sentir que hago cosas y que peleo, no los he hecho. Pero esta propuesta la hablé con mis hijos y me animaron, aunque yo estaba acojonado. Y después de los ensayos ya entiendo por qué, ja, ja.
P.: ¿Te has preparado físicamente para esto?
P.N.: Debía haberlo hecho para tener más movilidad, pero yo suelo hacer deporte con cierta asiduidad, así que no he perdido la movilidad y eso hace menos doloroso el bailar.
P.: ¿Qué deportes practicas habitualmente?
P.N.: Yo suelo hacer submarinismo, y sobre todo cuando estoy en Ibiza lo que suelo hacer es caminar y correr. Caliento corriendo kilómetro y medio muy rápido, y luego lo que hago es correr y andar cien metros para llevar al corazón a presión más arriba… No estoy preparado para las olimpiadas pero sí por si hay una baja y De la Fuente o Xabi Alonso me llaman para la selección. Si hay una baja, yo voy.
P.: Dicen que como se baila se hace el amor. Igual el programa crea expectativas…
P.N.: Entonces mejor que no lo vean, ja, ja. Y siempre hay una excepción…
P.: Bárbara Rey y tú sois los veteranos de la edición. ¿Va a haber pique por ver quién da mejor la talla?
P.N.: No, qué va. Siempre que nos hemos visto nos hemos reído mucho. Es imposible que haya pique. Te lo digo sinceramente, no lo hay. Esto me recuerda a cuando yo vivía en Nueva York, ahí la gente nos entendíamos mucho incluso siendo de distintos orígenes profesionales. Nos unía ese espíritu de salir de casa para crecer, enriquecerse, la inquietud de superarnos. Aquí pasa lo mismo, todo eso está por encima de las competencias. No existen rivalidades porque en general el artista es una persona noble.