La psicóloga Lara Ferreiro nos cuenta las verdades y mentiras de Frank Cuesta
La mediática psicóloga analiza los dos vídeos del creador de contenido
La psicóloga Lara Ferreiro ha hablado sobre Frank Cuesta.
Frank Cuesta está en primera línea mediática tras la publicación en su canal de YouTube de un vídeo en el que reconoce que no tiene cáncer ni es veterinario, entre otras cosas. En un segundo vídeo, el famoso creador de contenido se desdice de algunas afirmaciones, una actitud que ha descolocado a todo el mundo.
Analizamos el lenguaje no verbal de Frank Cuesta
La psicóloga madrileña Lara Ferreiro analiza el lenguaje no verbal de Frank en ambos vídeos.
Frank Cuesta admite sus mentiras en su canal de YouTube.
PRONTO: Cuéntame qué dice la gestualidad de Frank en el primer vídeo.
LARA FERREIRO: En él, no siente culpa, ni empatía ni arrepentimiento. Frank dice que es mitómano, pero podría no ser así. La mitomanía es un trastorno psicológico basado en mentiras compulsivas y repetitivas. Un mitómano tiene tres características que Frank no cumple: la primera es que no tiene conciencia de serlo, se cree sus propias mentiras, y Frank da la sensación de no creérselas. Además, un mitómano jamás diría que lo es, porque siente culpa y vergüenza.
P.: ¿Qué le puede estar pasando a Frank?
L.F.: Puede que sea un narcisista. Las mentiras pequeñas son la base de un mitómano, que puede mentir hasta 200 veces al día. En cambio, el narcisista suele utilizar la mentira con fines de instrumentalización, como lograr fama o notoriedad. Si Frank realmente fuera mitómano y estuviera arrepentido, no habría leído nada. Estaba todo premeditado.
P.: ¿Por qué ha llegado a ese punto?
L.F.: Parece ser que él tiene una guerra mediática y judicial con Chi, su exsocio. Chi tiene un santuario de animales en Tailandia y grabó a Frank, quien reconocía en varios audios delitos y cosas turbias. Al parecer, el exsocio de Frank le ha obligado a reconocer que es un personaje y que todo es mentira. Tiene toda la pinta de ser un pacto o un tipo de estrategia. En el primer vídeo no hay ninguna emoción y da la sensación de hacerlo obligado. Creo que Frank pensó que todo el mundo iba a apoyarlo y a compadecerse de él, pero ha ocurrido todo lo contrario: ha habido un linchamiento en redes sociales y, al final, ha sido un efecto bola de nieve.
P.: ¿Y el segundo vídeo?
L.F.: En este, ha intentado limpiar su imagen del primero. Esto es muy típico de las personas mentirosas. En el caso de Frank, busca fama y reconocimiento. Frank ha pasado de ser el héroe nacional de los animales a ser un villano, y creo que eso le duele. Él disfruta de la fama, pero no ha calculado las consecuencias del primer vídeo.
"Frank no siente empatía ni culpa"
P.: Nada que ver uno con otro.
L.F.: Exacto. Creo que el primer vídeo estaba preparado por un abogado y forma parte de una estrategia judicial de algo que desconocemos. Lo grabó porque no le quedaba más remedio, para evitar algo más gordo, mientras que el segundo vídeo es más cosecha de Frank, algo impulsivo.
P.: ¿Crees que Frank se arrepiente de haber grabado esos vídeos?
L.F.: Él no siente empatía ni culpa, no le agobia lo que ha hecho. Sí le preocupa dejar de ser un héroe. Frank no es un enfermo mental y no está loco. Sabe que no tiene cáncer y que no es veterinario. De hecho, él creía que esto iba a ser una gran campaña de marketing de la que iba a salir reforzado y le permitiría volver al candelero, ya que ahora no está en primera línea mediática.
P.: Un comportamiento que nos lleva a pensar que puede tener problemas de salud mental.
L.F.: Frank siempre ha querido ser famoso. De pequeño, quería triunfar en el tenis. Luego se dedicó a los animales, hizo un reality, luego todo lo que pasó con Yuyee, su exmujer, también dice que se le ha muerto un hijo, algo que no sé si es cierto o no... Es probable que, en el fondo, tenga problemas psicológicos. Da la sensación de que Frank no está muy bien a nivel mental, pero ha acabado utilizando la salud mental para justificar sus mentiras. La indignación de todos los españoles es por cómo lo ha hecho. Las formas han sido las peores, sin ninguna empatía hacia sus seguidores y hacia la gente que tiene cáncer. Frank es consciente del año que hace y lo utiliza en su propio beneficio. Creo que tendría que replantearse hacia dónde va. Él es adicto a la fama y necesita crear cosas para que se siga hablando de él. Podría tratarse, si reconoce que tiene un problema.
