Rafa Nadal: todo lo que no se vio de su emotivo homenaje
El tenista mallorquín Rafa Nadal vivió una jornada repleta de emociones rodeado de su familia y con una dedicatoria que nadie esperaba
La pista central de Roland Garros vivió este domingo una de las escenas más emotivas de su historia con el homenaje a Rafa Nadal. El balear, que ha hecho historia en el torneo con sus 14 títulos, se despidió entre lágrimas, vítores y una ovación interminable. Pero más allá de lo que mostraron las cámaras, hubo momentos muy especiales que tocaron el corazón del propio deportista… y de los miles de fans presentes en las gradas.
Rafa Nadal estuvo arropado por toda su familia en una tarde para el recuerdo. Sus padres, su hermana Maribel, su mujer Mery Perelló y su pequeño Rafa Nadal Jr. no quisieron perderse este momento tan especial. De hecho, el hijo del tenista, de apenas dos años, acaparó buena parte de la atención al pasearse por la pista junto a su padre en una estampa que derritió a todos los presentes.
Mery Perelló, en la dulce espera de su segundo bebé
Uno de los grandes focos del homenaje también estuvo sobre Mery Perelló, que apareció entre el público luciendo un avanzado embarazo. La pareja, que mantiene su vida privada con la mayor discreción, está esperando a su segundo hijo, aunque no han querido desvelar aún si será niño o niña. Lo que sí está claro es que Rafa está entusiasmado con su faceta como padre: "Es uno de los títulos más importantes de mi vida", ha confesado en más de una ocasión.
El emotivo homenaje también sirvió para reunir a algunos de los grandes rivales y amigos de Nadal en la pista. Andy Murray, Novak Djokovic y Roger Federer no dudaron en acompañarlo en este día tan especial. Se les vio sonrientes, relajados y muy cómplices entre ellos, compartiendo bromas y gestos de cariño que evidencian la gran relación que mantienen fuera de la competición.
Rafa Nadal se abre en canal con un discurso de lo más emotivo
Uno de los momentos más inesperados y emotivos de la jornada fue cuando Rafa Nadal, con la voz entrecortada, se dirigió a su tío: “Toni, eres la razón por la que estoy aquí”, arrancó, visiblemente emocionado. El tenista aprovechó su discurso para rendirle un homenaje personal y muy sentido.
“Gracias por haber dedicado una gran parte de tu vida a querer estar conmigo entrenando, hablando, engañándome, haciéndome sufrir, haciéndome reír y también llevándome al límite. Lo que hemos vivido no siempre ha sido fácil, pero, sin ninguna duda, ha valido la pena”.
El exentrenador, ausente en anteriores actos de despedida, sí estuvo presente esta vez y no pudo evitar emocionarse ante las palabras de Rafa Nadal: “Por nuestra forma de ser, ni tú ni yo somos de expresar sentimientos, pero quiero que sepas que mi gratitud por haber sacrificado tanto por mí es infinita. Has sido, sin ninguna duda, el mejor entrenador que jamás hubiera podido tener. Mil gracias”, añadió Rafa Nadal.
Una despedida inolvidable, un reencuentro cargado de emoción y la promesa de una nueva etapa personal.