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30 años de los Juegos Olímpicos de Barcelona: los 10 mejores momentos

Con motivo de los 30 años de su celebración, repasamos las anécdotas e imágenes más memorables de esa cita deportiva

La ceremonia de inauguración de los Juegos fue absolutamente espectacular.

Redacción

En el verano de 1992, del 25 de julio al 9 de agosto, Barcelona fue olímpica y brilló en el firmamento del deporte como nunca ninguna sede lo había hecho. Tal vez fue por la proximidad del Mediterráneo y el influjo de sus leyendas, la magia de Montjuïc o por la calidez de una ciudad que quería compartir su alegría, su espíritu emprendedor y su hospitalidad.

Los Juegos Olímpicos de la capital catalana fueron rompedores por muchos motivos. Entre ellos, por su mascota, Cobi, que sigue siendo una de las más rentables que ha tenido unas olimpiadas, y también porque no los boicoteó ningún país, porque fueron los primeros en los que participaron jugadores de la NBA, como Magic Johnson y Michael Jordan, y porque contó con la colaboración de 35.0000 voluntarios que lo dieron todo.

Cobi, la inolvidable mascota de los JJOO Barcelona 92.

Ahora, cuando se cumplen 30 años de aquel acontecimiento, recordamos aquí algunos momentos que, por su emotividad y sus protagonistas, se quedaron especialmente grabados en nuestra memoria.

Los 10 mejores momentos de lo JJOO. Barcelona 92

Con estas letras hechas con figuras humanas se dio la bienvenida a los esperados juegos.

1. El saludo universal de la apertura. La ceremonia inaugural comenzó con un mosaico humano en forma de ramo de flores y acabó con la formación de un 'Hola' gigantesco, en el centro del estadio, que los miles de espectadores repitieron y convirtieron en uno de los sonidos más recordados de los Juegos.

Freddie Mercury y Montserrat Caballé cumplieron sus sueño de cantar juntos.

2. Freddie Mercury y Montserrat Caballé, un encuentro imposible. En la ceremonia inaugural pudo escucharse el emotivo himno de los juegos, 'Barcelona', gracias a una grabación que se hizo en 1988 delante de las fuentes de Montjuïc. La canción fue compuesta por el cantante de Queen en 1987, para interpretarla con su admirada Montserrat Caballé. Para Freddie cantar con la soprano catalana fue un sueño hecho realidad, aunque, al final, el destino le impidió estar a su lado en la cita olímpica. Y es que, nueve meses antes de los Juegos, en noviembre de 1991, Freddie nos dejó a causa del sida.

El arquero paralímpico Antonio Rebollo fue el encargado de encender el pebetero.

3. La historia del encendido del pebetero. Después de recorrer 6.307 kilómetros desde Olimpia, Grecia, la antorcha llegó a Barcelona gracias a 9.849 portadores, entre ellos Juan Antonio San Epifanio, Epi, que fue quien la entró en el estadio olímpico.

Minutos después, a las 22.40 horas de aquel 25 de julio de 1992, la XXV Olimpiada de la era Moderna se puso en marcha. El arquero paralímpico Antonio Rebollo lanzó una flecha encendida que, tras recorrer 86 metros, alumbró el pebetero ante el asombro de los 50.000 asistentes a la ceremonia.

Pero, en realidad, no fue esa saeta la que lo prendió, sino, como se desveló años más tarde, un sofisticado mecanismo del diseñador de efectos especiales de cine Reyes Abades. Al paso de la flecha por encima del pebetero, se abrieron tres espitas de gas y tres chispas los prendieron como por arte de magia.

La infanta Elena se emocionó mucho al ver a su hermano encabezando la delegación española.

4. El llanto de la infanta Elena. Cuando su hermano, el entonces príncipe Felipe, entró en el estadio, encabezando la delegación española y portando la bandera, la infanta Elena fue un mar de lágrimas. La mezcla de orgullo y emoción al ver a su hermano pequeño desfilando con el uniforme olímpico en un momento tan histórico, pudo con ella, que aplaudió sin parar, con los ojos anegados en lágrimas.

Probablemente no fue la única que se emocionó a su paso. Felipe tenía entonces 24 años y su novia era Isabel Sartorius, de quien se dice que estuvo también en las gradas, mezclada entre el público.

Felipe, portando muy orgulloso la bandera española.

5. Felipe ya fue, entonces, sexto. El monarca español lleva en su nombre real, Felipe VI, un recordatorio de su participación en los JJOO de Barcelona. Y es que se da la causalidad de que quedó, precisamente, sexto en la competición de vela en la que participó.

Fermín Cacho, emocionadísimo, llegando a la meta.

6. Fermín Cacho, el oro olímpico más recordado. Tras una recta final en la que voló, el soriano quedó primero en los 1.500. Hubo quien pensó que llegaría tarde a la final, porque antes de la misma, se regaló una siesta. Ya en el estadio, subió a la grada para ver el ambiente y le dijo a su entrenador: "Voy a ser campeón olímpico". Se puso la camiseta, se calzó unas zapatillas nuevas, como hacía siempre en las finales, y se lanzó a la conquista del oro.

Miriam Blanco logró, además de una medalla de oro, al amor de su vida.

7. La judoca que ganó el oro y el amor. Miriam Blasco fue la primera deportista española en obtener una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. Lo logró en Barcelona y en la disciplina de judo. Y no sólo ganó el preciado y valioso metal. También conoció al amor de su vida, ya que se enamoró de su rival en la final, la británica Nicola Fairbrother, con la que se casó en el 2015. Y en su boda, en lugar de anillos, se intercambiaron medallas.

Conchita Martínez y Arancha Sánchez Vicario, flamantes ganadoras.

8. Las otras victorias de España. La delegación española conquistó 22 medallas, su récord hasta el momento. Aparte de las de Cacho y Blasco, destacaron los oros de la selección de fútbol masculina y el de la selección de hoquei femenina. Además, las tenistas Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario ganaron, en dobles, la plata.

Dereck Redmond terminó la carrera lesionado.

9. El espíritu Redmond. El atleta británico Derek Redmond, aspirante al oro en los 400 metros, llegó a estos juegos en un gran momento, tras superar un rosario de lesiones. Pero, cuando llevaba recorridos 150 metros de la semifinal de la prueba, volvió a lesionarse.

Derek rechazó asistencia médica porque quería acabar la carrera sí o sí. De repente, su padre y entrenador saltó a la pista, lo sostuvo y le dijo: "No necesitas hacer esto. Eres un campeón, no tienes nada que demostrar". Pero Derek le contestó que quería seguir. Y eso es lo que hicieron, hombro con hombro.

Los Manolos y Peret, interpretando "Amigos para siempre".

10. Y tras los juegos, todos fuimos 'Amigos para siempre'. Los Manolos, que cantaron con Peret, pusieron la banda sonora de despedida de los juegos y nos hicieron bailar a ritmo de rumba con sus temas, entre ellos 'Amigos para siempre'. De esa mítica actuación, recuerdan que el escenario se llenó de atletas que se dejaron llevar por su música en este final de fiesta.