Nos colamos en el exclusivo refugio de vacaciones de David Bisbal y Rosanna Zanetti
El cantante y su esposa han celebrado su aniversario en Teichalm, un rincón alpino lleno de naturaleza, calma y momentos inolvidables
David Bisbal y Rosanna Zanetti.
Con la rutina ya en marcha y las reuniones de trabajo ocupando de nuevo sus días, David Bisbal y Rosanna Zanetti siguen recordando con especial cariño su reciente escapada a Teichalm, una meseta alpina de cuento rodeada de abetos y dulces praderas. El matrimonio buscaba calma y naturaleza tras el bullicio de la capital, y la encontró en este paisaje, a 1.200 metros de altitud, que acaricia el lago Teichalmsee.
Bisbal y Zanetti: una parada improvisada que se convirtió en el broche del viaje
Tal y como confesó Rosanna Zanetti en redes sociales, la elección de este rincón fue puro azar: “Con el coche nos adentramos en una zona que nos encantó”. El lugar resultó ser un auténtico regalo. Y no es de extrañar.
Teichalm les ofreció ese tipo de desconexión que tanto ansiaban: aire puro, tranquilidad y paisajes de lo más increíbles. Allí, entre caminos de montaña y junto al pequeño lago Teichalmsee, compartieron momentos inolvidables.
Un refugio entre montañas que invita a volver
Teichalm, integrado en el Parque Natural Almenland, se convirtió para ellos en el mejor cierre para unas vacaciones llenas de amor. Aunque se trata de una zona poco poblada —el pueblo más cercano, Fladnitz an der Teichalm, tiene apenas 1.700 habitantes—, ofrece todo lo necesario para quienes buscan desconectar.
A lo largo del camino, pequeñas cabañas alpinas aparecen entre los árboles, perfectas para hacer una parada y dejarse tentar por los sabores locales: tablas de quesos artesanos curados en la propia región, pan casero, miel de montaña recién recolectada y embutidos típicos que saben aún mejor cuando se disfrutan al aire libre, con vistas al valle y el silencio como único acompañante.
En este lugar, lejos del turismo masivo y de las obligaciones del día a día, David Bisbal y Rosanna Zanetti encontraron algo aún más valioso que el paisaje: tiempo para ellos. Sin prisas, sin distracciones y en plena naturaleza, celebraron su séptimo aniversario de boda rodeados de calma, cariño y complicidad.
