Crean un robot para combatir la soledad de los mayores
Erwan Molina, un joven ingeniero, se inspiró en su abuelo para crear un androide social que habla, escucha y detecta emociones
La apariencia de este robot humanoide es un busto joven cuyas características físicas pueden elegirse.
"Hola, Arkeo, ¿cómo estás?", le pregunto. "Muy bien, ¿y tú?", me responde. Esta es mi primera toma de contacto con Arkeo, un robot humanoide creado por Erwan Molina, un ingeniero informático de 24 años francés afincado en Barcelona, y su equipo.
Con el apoyo de Barcelona Activa, han creado un robot con Inteligencia Artificial (IA), hecho con impresión 3D y fabricado con un molde de silicona y plástico reciclable. En el interior, hay motores que pueden girar 360 grados y un ordenador muy pequeño que permite tener todo en local. La cámara se sitúa debajo del cuello para captar una óptica mejor.
Erwan, junto a dos compañeros de su equipo.
Este androide de aspecto juvenil y alegre, que parpadea, mueve la boca y gira el cuello, es el proyecto más personal de Molina, quien lo ha creado pensando en su abuelo paterno quien, como muchas personas mayores, sufrió la soledad los últimos años de su vida.
Hablamos con Erwan, CEO de Arkeobots, la startup que este joven emprendedor montó en 2022 y con la que ha creado un compañero que habla, escucha y genera vínculos con ancianos que viven solos en sus casas.
"Su intención es romper el silencio y la monotonía en la vida de las personas mayores aisladas"
Erwan, de niño, junto a su abuelo, en quien se ha inspirado.
PRONTO: Cuéntame cómo nace este proyecto.
ERWAN MOLINA: Surge de una experiencia personal con mi abuelo paterno, Valeriano. Él era una persona muy independiente y fuerte y con capacidad de estar solo, pero se quedó viudo a los 58 años y decidió volver a Barcelona para jubilarse. Con los años, sufrió caídas y empezó un deterioro físico y cognitivo importante. Pensando en él, hace casi 3 años empecé a darle vueltas a la idea de crear un robot humanoide como proyecto universitario. Le contaba a mi abuelo mis progresos y evolución, pero murió hace un año y medio y no pudo verlo acabado.
P.: Este robot intenta combatir la soledad de las personas mayores.
E.M.: Totalmente. Su intención es romper el silencio y la monotonía en la vida de las personas mayores aisladas, que se levantan por la mañana, desayunan y esperan que el tiempo pase. Este robot está pensado para personas de entre 63 y 75 años, que no han sufrido pérdida de capacidades cognitivas. El principal objetivo de Arkeo es prevenir ese deterioro, que puede aparecer antes o acelerarse con el aislamiento social.
P.: Entonces, ¿Arkeo no resulta útil para quienes tienen algún trastorno cognitivo?
E.M.: Para una persona con demencia u otros problemas, será muy difícil la interacción con el robot. Aun así, vamos a hacer tests con personas mayores que están en hospitales y residencias para ver si nuestros robots pueden funcionar con quienes ya tienen algún trastorno neurocognitivo.
"Este robot no es un asistente, sino un compañero"
P.: Hoy en día hay muchos robots en el mercado. ¿En qué se diferencia Arkeo de los ya existentes?
E.M.: Lo primero, que usa Inteligencia Artificial. Desde hace más de dos años estamos desarrollando un algoritmo enfocado específicamente en las personas mayores. Todo es local, no importado de otros países, lo que supone una mayor privacidad. Estamos en Europa y queremos que los datos de la persona que interactúa con Arkeo formen parte de un libro secreto, es decir, que cada conversación se quede dentro y no haya transferencias con otras empresas. Todo está encriptado en local para permitir al robot adaptarse y crear su propia alma, escuchando historias de los usuarios. Otro punto clave es que no hemos creado un asistente, sino un compañero. Trabajamos con psicólogos y creemos que este robot, con su apariencia tan humana, cambiará la vida de estas personas mayores que sufren aislamiento. Es un robot proactivo, que toma la iniciativa.
P.: Explícame cómo funciona.
E.M.: Es muy sencillo. Nuestra prioridad era que fuera fácil para todo el mundo, sobre todo, para las personas mayores. Arkeo funciona sin botones ni interface. Es como hablar con una persona. Tú estableces una conversación, y Arkeo te pregunta cosas para crear una ficha sobre ti y tus aficiones... Esto sirve al robot para crear conversaciones adaptadas a esta persona, de acuerdo a sus características. Es como un niño que aprende cosas nuevas, se entrena y mejora. A diferencia de otras empresas, que toman los datos de cada robot para entrenar una inteligencia artificial grande que sirve para cualquier robot, lo nuestro es único. Es una inteligencia artificial que se va entrenando sobre cada usuario. Y esa es nuestra fuerza y punto diferencial.
P.: El prototipo que tienes es un chico joven, castaño y con los ojos azules. ¿Siempre tendrá este aspecto?
E.M.: No. Las características físicas pueden elegirse, pero el robot siempre tendrá una apariencia joven, sin arrugas. La intención es que sea un robot humanoide con aspecto humano.
P.: ¿Por qué solo hay un busto?
E.M.: Primero, porque nos permite reducir costes y también porque queríamos crear un robot enfocado en lo neurocognitivo, es decir, en la conversación. Esta versión se quedará en un busto estático, que puede colocarse en una mesa desde la que el robot pueda ver todo el contexto de la habitación en la que se encuentra. Arkeo tiene una SIM dentro que permite hacer y recibir llamadas, y enviar mensajes. Se enchufa a una corriente y funciona 24 horas al día todo el año. Esto permite que, si hay algún problema de madrugada, el robot esté conectado. Al contrario de lo que podamos pensar, el miniordenador que incorpora consume muy poca electricidad, menos que una impresora.
"Queremos que los mayores estén el máximo posible en sus casas en lugar de una residencia"
P.: Has dicho que funciona sin pausa. Si una persona se cae o sufre un incidente en casa, ¿cómo lo gestiona Arkeo?
E.M.: Hay una detección de riesgo si al anciano le pasa algo o si hay gas o humo en el hogar. En este caso, Arkeo recurre a alguno de los contactos de urgencia que ya tiene en su ficha. Estos datos ya se han incluido previamente en la app durante la creación del perfil, es decir, cuando la persona empieza a interactuar verbalmente con Arkeo, y este les solicita los móviles importantes.
P.: Cada robot costará unos 4.000 euros. ¿Es una manera de popularizar los androides domésticos?
E.M.: Sí. Lo he hecho pensando en mi abuelo, que no disponía de muchos recursos, por lo que yo tenía que crear un robot que él pudiera comprar. Quiero que sea un producto accesible. Estamos trabajando para que pueda adquirirse mediante leasing, es decir, que el comprador pueda pagarlo en cuotas mensuales.
P.: Para ellos, habéis llevado a cabo una campaña de crowdfunding. ¿Cómo va?
E.M.: Lo intentamos a través de una plataforma americana, pero no ha ido bien. Aun así, esto nos ha ayudado a saber cómo lo vamos a hacer en el futuro. Nos han contactado unas 40 personas interesadas y vamos a solicitar fondos europeos para la industrialización, certificación y patentes. A través de nuestra web (www.arkeobots.com) y de las redes sociales se puede contactar con nosotros y ayudarnos. Para entrar en el mercado, necesitamos unos 100.000 euros y, para los dos primeros años, un millón de euros. Por eso, buscamos fondos europeos e inversión privada.
P.: El objetivo es que esté implantado en junio de 2026.
E.M.: Sí. Estamos trabajando en ello, buscando colaboraciones y partners con hospitales, universidades y residencias. La idea es poner en marcha la preventa a través de nuestra web el primer trimestre de 2026 y lanzarlo al mercado internacional, ya que Arkeo habla castellano, catalán, inglés, francés, alemán... Puede hablar cualquier idioma. Aunque ha nacido en Cataluña, va dirigido a personas mayores aisladas, un problema mundial. Queremos reducir los costes de dependencia y permitir que las personas mayores estén el máximo posible en sus casas en lugar de una residencia. Aunque allí están muy bien atendidos, una residencia es el fin del camino, el último lugar que van a ver en su vida.