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Ensalada de habas, beicon y queso

Disfruta de una deliciosa ensalada de habas, beicon y queso, una combinación rica y sabrosa que es perfecta para cualquier ocasión. ¡Ideal para una comida ligera pero sustanciosa!

Ensalada de habas, beicon y queso

Ensalada de habas, beicon y queso

La ensalada de habas, beicon y queso es una opción reconfortante que combina la frescura de las habas con el sabor ahumado del beicon y la cremosidad del queso. Este plato es ideal para cualquier época del año y es muy versátil, ya que puedes adaptarlo a tus gustos personales añadiendo otros ingredientes o variando el tipo de queso. Las habas son ricas en proteínas y fibra, mientras que el beicon y el queso aportan un toque indulgente, haciendo de esta ensalada una experiencia culinaria equilibrada y deliciosa.

Ingredientes
• 200 g de canónigos
• 120 g de habas en conserva
• 80 g de beicon
• 50 g de nueces
• 40 g de queso tierno
• 50 g de pan
• aceite
Para la vinagreta:
• 6 cucharadas de aceite de oliva
• el zumo de medio limón
• sal
• pimienta

Tiempo Total15 minutos

Coste

Dificultad

Primer plato Tipo de plato

4 Porciones

La receta paso a paso de ensalada de habas, beicon y queso

Pasos

  • 01

    Corta el pan en tiras y tuéstalo en una sartén con unas gotas de aceite. Retíralo y saltea el beicon durante un par de minutos, sin añadir condimento.

  • 02

    Escurre las habas y mézclalas en un bol con los canónigos, el queso cortado en dados y las nueces. Añade también el beicon.

  • 03

    Para la vinagreta, bate el aceite junto con el zumo del limón y una pizca de sal y pimienta hasta conseguir una mezcla homogénea.

  • 04

    Distribuye la ensalada en los platos, alíñala con la vinagreta y sirve con las tiras de pan tostado por encima.

El truco de cocina de Pronto

Las habas en aceite son también perfectas para preparar este plato. En este caso, el aceite de la conserva lo puedes aprovechar para la vinagreta.

Habas

Habas

Para que las habas queden perfectas, cocínalas brevemente en agua con sal y luego sumérgelas en agua con hielo para mantener su color y textura. Utiliza un queso que se derrita ligeramente con el calor del beicon para obtener un contraste de texturas.

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