Duki se ha sincerado sobre sus adicciones en 'El Hormiguero': "Probé un poco de todo"

'El Hormiguero' ha arrancado la semana con Duki y el artista ha puesto el foco en la cara menos luminosa del éxito. En plena gira y con el estreno en Netflix de Rockstar, Duki desde el fin del mundo, el argentino ha compartido cómo ha convivido con los altibajos detrás del fenómeno y cómo ha aprendido a frenar.

En plató, Duki ha reconocido el magnetismo del directo y esa dependencia emocional que ha sentido tras meses sin escenarios: "Es como una adicción al amor del público". Desde ahí, la conversación se ha adentrado en sus inicios y en esa búsqueda de identidad que ha marcado su juventud.

El músico argentino ha hablado con franqueza de consumo y ansiedad en el programa de Pablo Motos. Sobre su pasado, ha admitido: "Probé un poco de todo"; y, en otro momento, ha resumido con crudeza el impacto personal: "Yo me hice mucho daño más allá de las drogas". También ha recordado cómo ha vivido la desconexión entre multitudes y vida cotidiana: "Lo tengo muy asimilado, pero cuando llevas meses sin tocar, quieres volver".

El documental ha servido de contexto para ese punto de inflexión. Duki ha explicado que "la pandemia me salvó la vida", porque le ha permitido parar por primera vez desde 2016, mirarse al espejo y revisar su entorno, donde ha percibido intereses ajenos y una tristeza que había tapado durante tiempo.

Esa revisión vital también ha alcanzado su historia con Emilia Mernes y su necesidad de rodearse de gente que le ha nutrido de verdad. Entre confesiones y humor, Duki ha dejado claro que, más allá del personaje y de los tatuajes, ha asumido el aprendizaje que le ha dado tocar fondo y ha puesto palabras a una etapa que muchos jóvenes han vivido en silencio.