Lasaña de espinacas y alcachofas
Esta lasaña vegetal es una delicia suave y cremosa, perfecta para quienes buscan una receta saludable sin renunciar al sabor. Una combinación ganadora de espinacas, alcachofas y quesos que te conquistará.
Lasaña de espinacas y alcachofas
La lasaña es uno de los platos más versátiles del mundo, y su versión vegetal con espinacas y alcachofas no se queda atrás. Las espinacas aportan hierro y clorofila, mientras que las alcachofas, típicas de la dieta mediterránea, son famosas por su capacidad depurativa. El requesón añade cremosidad y suavidad, contrastando con el toque fundente de la mozzarella rallada. Una receta equilibrada, ideal para compartir en familia o sorprender a tus invitados vegetarianos.
- Ingredientes
- • 1 paquete de láminas de lasaña precocidas
- • 8 alcachofas
- • 350 g de espinacas frescas
- • 1 cebolla morada
- • 2 dientes de ajo
- • 2 tazas de salsa de tomate
- • 400 g de requesón
- • 150 g de mozzarella "light" rallada
- • aceite de oliva
- • sal
- • pimienta
Tiempo Total1 hora 15 minutos
Preparación30 minutos
Cocción45 minutos
Coste € € €
Dificultad
Segundo plato Tipo de plato
Todas Temporada
4 Porciones
450 kcal/ración Info nutricional
Receta de lasaña de espinacas y alcachofas paso a paso
Pasos
-
01.
Precalienta el horno a 180 °C. Limpia las alcachofas y córtalas en gajos. Lava las espinacas. Pica la cebolla y sofríela en una sartén con 2 cucharadas de aceite. Añade los ajos picados y fríelos 1-2 minutos, removiendo. Incorpora las alcachofas, rehógalas 5 minutos y agrega las espinacas. Cuece a fuego lento 10 minutos, salpimienta y aparta del fuego.
-
02.
Tritura la mitad del requesón con la batidora eléctrica y resérvalo. Tritura el contenido de la sartén, pero solo un poco, sin que se haga puré. Mézclalo con el requesón batido, incorpora el resto de requesón desmenuzado y sala.
-
03.
Vierte 1/2 taza de salsa de tomate en una fuente refractaria y coloca encima una capa de láminas de lasaña.
-
04.
Añade la mitad de la mezcla de espinacas, cubre con 1/2 taza de salsa de tomate y espolvorea con mozzarella. Sigue formando capas y finaliza con una capa de láminas. Cubre con tomate y mozzarella y hornea hasta que se dore.
Los trucos de cocina de Pronto
La alcachofa es buena para el hígado
Alcachofas
El regusto amargo de la alcachofa es un claro indicio de su capacidad para proteger el hígado. Esta hortaliza aporta dosis discretas de dos sustancias, la cinarina y la cinaropicrina, con notables efectos terapéuticos. Entre otras virtudes, favorecen la regeneración de las células hepáticas y atenúan el impacto que el alcohol, las grasas y otras sustancias tóxicas (medicamentos, tabaco, etc.) causan sobre ellas. Comer alcachofas con regularidad alarga la vida a este órgano vital, especialmente entre las personas que sufren una sobrecarga farmacológica (quimioterapia, infecciones crónicas, etc.) o padecen una hepatitis, hígado graso, etc.
Si eliminas los lácteos de esta receta (requesón y mozzarella), conseguirás un plato cien por cien vegetariano, algo que dará una merecida tregua al hígado. Este órgano, además de intervenir en un sinfín de funciones metabólicas, se encarga de «fabricar» la bilis, uno de los jugos que ayudan a digerir las grasas presentes en los alimentos, incluidas las del aceite de oliva.
Encuentra en pronto.es más recetas con alcachofas