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¿Problemas de movilidad? Alivia los dolores y mejora tu bienestar

Con el paso del tiempo, el equilibrio y la coordinación tienden a disminuir complicando la movilidad funcional. ¡Así puedes mejorar tu bienestar!

Aprende los mejores consejos para mejorar la movilidad física.

Aprende los mejores consejos para mejorar la movilidad física.

N.D

La inmovilidad es una incapacidad física que impide desarrollar actividades propias de la vida cotidiana por el deterioro de las funciones motoras. 

La limitación e incapacidad funcional pueden estar desencadenadas por distintas enfermedades degenerativas como la artrosis o enfermedades reumatológicas como el dolor articular o muscular.

Una mala alimentación es también otro factor que contribuye a causar un problema de movilidad. 

A raíz de esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año se producen 37,3 millones de caídas de gravedad en el mundo, provocando la muerte de 646.000 personas.

¡Descubre qué puedes hacer para prevenir y mejorar la movilidad y tu bienestar!

¿Cómo mejorar la movilidad en el adulto mayor?

Rodillas, cadera, cervicales... son zonas estratégicas que nos permiten realizar todo tipo de movimientos. Cuando no funcionan como debieran, todo nuestro cuerpo se resiente, provocando dolor, rigidez y, en ocasiones, pérdida de movilidad

Para que eso no ocurra es importante tener en cuenta ciertos aspectos que podemos adoptar en nuestra rutina diaria y mejorar nuestro bienestar futuro para evitar lesiones o pérdida de masa muscular que pueden llegar a ser peligrosas.

De hecho, entre el 24 y el 40% de los mayores de 65 años que viven en casa se caen una vez al año, por lo que las caídas son la causa principal de lesión involuntaria y la quinta causa más común de muerte en mayores de 75 años.

¿Cómo prevenir caídas en las personas mayores? La guía más eficaz y práctica

El deporte es la respuesta. Eso sí, debe considerarse una tabla de ejercicios adecuada y personalizada para tratar la dolencia que pueda padecerse en concreto. Aunque, de forma generalizada, es importante saber que los ejercicios deben realizarse de forma progresiva, adaptándose a la capacidad física de cada uno.

Prevenir los problemas de movilidad: el mejor tratamiento

 

 

Hacer un buen uso de nuestras articulaciones nos ayudará a evitar el riesgo de sufrir problemas reumáticos o de que se agraven los ya existentes.

¡Toma nota!

Ejercicio de bajo control 

La práctica regular de deporte fortalece la musculatura y mejora la flexibilidad pero, cuidado, un ejercicio inadecuado o excesivo puede provocar justo el efecto contrario, desgastar nuestras articulaciones y propiciar las lesiones.

Para evitar problemas, hay que tener en cuenta estos factores:

1. Sobrepeso. Si nos sobran kilos, nuestras articulaciones tendrán que soportar un peso superior al que pueden tolerar, aumentando el desgaste y el riesgo de lesión.

2. Problemas de alineación. Cuando la estructura ósea presenta alguna irregularidad (si el fémur y la tibia, por ejemplo, no están bien alineados), la distribución del peso será irregular y se producirá un desequilibrio.

3. Equipación inadecuada. Hay que prestar atención, sobre todo, a las zapatillas deportivas, ya que, si no amortiguan bien los impactos, las articulaciones pueden resentirse. También es aconsejable hacer ejercicio sobre una superficie blanda (pistas de tierra) en lugar de hacerlo sobre el asfalto.

4. Deportes desaconsejados. El fútbol, el footing y las artes marciales son los que causan más problemas, ya que someten a nuestro cuerpo a un esfuerzo excesivo. Si tenemos riesgo de sufrir problemas reumáticos, es mejor practicar el ciclismo, la natación, la marcha nórdica (con bastones) y, en el gimnasio, utilizar la máquina elíptica.

Buenas costumbres

Hay una serie de gestos que, repetidos a diario, pueden dañar nuestras articulaciones. Evitarlos nos ayudará a ahorrarnos molestias en el futuro.

1. Al levantar peso. En lugar de doblar la espalda, flexiona las piernas para que la mayor parte de la carga recaiga en ellas. Si debes transportar bolsas, maletas, etc., repártelas entre las dos manos para que el peso se distribuya por igual.

2. Una buena postura. Al sentarte, hazlo con la espalda recta y bien apoyada en la silla. No cruces las piernas, es mejor mantenerlas flexionadas en ángulo recto respecto al suelo.

3. Hábitos saludables. Se aconseja mantener una dieta equilibrada y sin excesos, así como evitar el tabaquismo. A la hora de calzarse, conviene usar un modelo cómodo y reservar los zapatos de tacón para momentos puntuales, ya que tienen un efecto muy negativo sobre las articulaciones.

4. En la cama. Es conveniente elegir un colchón de firmeza media, es decir, ni muy duro ni muy blando. En cuanto a la almohada, debe usarse un modelo que permita mantener la cabeza bien alineada respecto a la espalda. A la hora de dormir, hay que hacerlo siempre en posición fetal, ya que es la más adecuada para la espalda y, al levantarse, hacerlo lentamente, evitando los movimientos bruscos.

5 reglas para evitar el dolor articular 

 

 

1. Mantén un peso saludable. Por cada 5 kilos que se pierden, disminuye el dolor en un 50%.

2. Practica ejercicio. Te ayudará a fortalecer la musculatura y aliviar las molestias.

3. Presta atención a tu dieta. Procura que no falten alimentos como los lácteos, la fruta (melón, melocotón...), las verduras de hoja verde y el pescado azul.

4. Evita los zapatos de tacón. Este tipo de calzado puede sobrecargar y dañar las rodillas.

5. Toma el sol. Es una buena fuente de vitamina D, imprescindible para facilitar la absorción de calcio. 

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