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Síntomas y consecuencias de la enfermedad del beso

El 90% de la población ha estado en contacto con el virus que produce esta infección, que suele pasar desapercibida. No obstante, recientemente éste se ha relacionado con otras enfermedades

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Ariadna Munuera
María José Peiró

Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética..

La mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso está provocada en la mayoría de los casos por el virus Epstein-Barr (VEB). Se transmite por la saliva y cuando penetra en el cuerpo invade la nariz e inflama la garganta. En la sangre altera los linfocitos B, unas células del sistema inmunitario.

Aunque se trata de una enfermedad muy contagiosa, en la mayoría de casos pasa desapercibida –sobre todo en los niños– porque no presenta síntomas o se confunde con una faringitis o una amigdalitis. En otras ocasiones, algo más frecuente en jóvenes y adolescentes, produce una inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y de las axilas, fiebre, dolor de garganta debido a una inflamación de la faringe y de las amígdalas, dolor de cabeza, malestar general y mucho cansancio. El bazo también puede estar inflamado.

Estos síntomas de la mononucleosis pueden durar de dos a tres semanas y la fatiga alargarse hasta más de un mes.

Cómo diagnosticarla y evitar el contagio

Las pruebas que la confirman. Para comprobar que se trata de una mononucleosis infecciosa, el médico habitualmente recomendará un análisis. La analítica sirve para detectar en la sangre anticuerpos contra el virus Epstein-Barr. También se suele incluir un recuento de los linfocitos y de las enzimas hepáticas. Además del análisis de sangre se puede incluir un examen de las secreciones de la garganta que permite distinguir esta enfermedad de unas anginas.

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Qué ayuda a prevenirla. La mononucleosis se contagia por la saliva, con lo que ayudará a prevenirla no compartir vasos, cubiertos, comida, etc., con otras personas. Es importante protegerse la boca al estornudar y al toser, ya que al igual que otros virus puede transmitirse a través de las gotas que se expulsan por la boca con estas acciones. Conviene lavarse bien las manos, utilizar pañuelos de un solo uso y tener en cuenta que –como su nombre indica– puede transmitirse a través de los besos.

El virus tiene un periodo de incubación de cuatro a seis semanas y el riesgo de contagio es más elevado durante las primeras semanas, cuando a veces aún no hay síntomas. No hay vacuna contra esta enfermedad y la mayoría de la población ha estado expuesta al virus Epstein-Barr. De hecho, según los estudios, a los cinco años un 50% de las personas son portadores del Epstein-Barr, presente en el 90% de la población en la edad adulta.

Conoce los tratamientos adecuados contra la enfermedad del beso

En la fase aguda de la mononucleosis se recomienda hacer reposo. Algunos jóvenes necesitan parar por completo y descansar en cama. Conviene beber muchos líquidos y realizar gárgaras mezclando media cucharada de sal en un vaso de agua para mejorar el dolor de garganta. Los medicamentos que se administran están destinados a tratar los síntomas como el dolor de cabeza y de garganta. El paracetamol y el ibuprofeno son habituales para disminuir la fiebre y la inflamación.

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Cuando la enfermedad se presenta con síntomas, algo más frecuente entre los adolescentes, conviene guardar reposo durante varias semanas.

Posibles complicaciones de la enfermedad del beso

La enfermedad suele remitir por si sola y tanto las dificultades para superarla como las recidivas suelen ser poco frecuentes. Pero el virus permanece en los tejidos de por vida, en principio inactivo, a no ser que haya una bajada de defensas. Entre las complicaciones que puede desencadenar la enfermedad del beso están una anemia leve, la miocarditis, el bazo agrandado y una hepatitis leve.

Algunos estudios también explican que el COVID persistente puede deberse a una reactivación del Epstein-Barr tras pasar el coronavirus. Por otro lado, recientemente ha salido a la luz un estudio de la Universidad de Harvard publicado en la revista "Science" que relaciona el Epstein-Barr virus con la esclerosis múltiple.

No obstante, la Sociedad Española de Neurología pide prudencia al respecto, dado que un 90% de la población ha estado en contacto con este virus y la esclerosis múltiple, una enfermedad multifactorial, tiene una baja incidencia.

La dieta y los mejores remedios para combatir la enfermedad del beso

Jengibre. Podemos tomarlo en infusión o añadirlo en los zumos de frutas y verduras para tonificar el organismo y aumentar las defensas.

Ajo. Añade a tus recetas este potenciador del sabor que, además, es un antiviral natural.

Setas reishi. Son unas grandes aliadas del sistema inmunitario, así como las setas maitake o las shiitake.

Alimentos probióticos como el chucrut, el yogur y el kéfir ayudan a mejorar el funcionamiento de la microbiota intestinal, que tiene una influencia determinante en la capacidad defensiva del cuerpo. Procura que no falten en tu dieta junto con una abundante presencia de frutas y verduras.

Papaya. Esta fruta proporciona grandes dosis de vitamina C, imprescindible para mantener altas las defensas del organismo. Además, contiene unas potentes enzimas, las papaínas, que facilitan la digestión y son antinflamatorias.

Ginseng. Puedes hacerte infusiones de esta raíz que estimula el sistema inmunológico, promueve la producción de linfocitos T y aumenta la resistencia del cuerpo ante el virus.

Qué hacer y qué no en la enfermedad del beso

Sólo uno de cada cuatro adolescentes acusa los síntomas de la mononucleosis. Pero cuando es así, estos pueden tardar entre cuatro y siete semanas en remitir, un tiempo en el que conviene tener en cuenta estas pautas.

EVITA ESFUERZOS. Cuando la mononucleosis es sintomática requiere hacer reposo para facilitar al cuerpo que pueda combatir el virus por sí mismo. Limitar las actividades y no esforzarse es muy importante si además el bazo está inflamado.

ANTIBIÓTICOS. Al tratarse de un virus, la mononucleosis no puede tratarse con estos fármacos que actúan solamente contra las bacterias. Utilizarlos en esta enfermedad podría ser incluso contraproducente.

TOMA EQUINÁCEA. Se puede tomar en infusión, en cápsulas o en gotas para ayudar al cuerpo a combatir la infección. Esta planta fortalece el sistema inmunitario y tiene propiedades antivíricas.

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ASPIRINA. Este fármaco está completamente contraindicado en esta enfermedad. Tomarla puede ser causa de complicaciones como el síndrome de Reye, una dolencia grave que afecta al cerebro y al hígado.

MANTÉN ALTAS LAS DEFENSAS. Para ello es importante comer equilibradamente y beber mucho líquido para eliminar el virus, las toxinas y mantener el cuerpo hidratado sobre todo si hay fiebre.

LEVANTAR PESOS. Se debe evitar durante al menos cuatro semanas, ya que el bazo puede estar inflamado.

AIREA LA HABITACIÓN. Hazlo veinte minutos al día en la estancia de la persona enferma para que disminuya la concentración del virus en ella. Ayudará que la temperatura se sitúe a unos 19 grados y el nivel de humedad sea de un 50%.

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