Otitis: cómo combatirla y evitar su aparición
Con la llegada del frío aumenta el riesgo de sufrir este trastorno, una infección que afecta, sobre todo, a los niños. ¡Descubre cómo hacerle frente!
Un resfriado mal curado suele ser el origen en la gran mayoría de casos de otitis.
Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.
La llamada otitis media o de invierno es uno de los trastornos más habituales de la época del frío. Su origen, sin embargo, no está en las bajas temperaturas, sino en la presencia de virus o bacterias en las vías respiratorias.
Para prevenir su aparición, no basta con taparse bien las orejas, también hay que evitar los resfriados y mantener una buen higiene nasal.
¿Qué causas tiene la otitis?
Los gérmenes que producen la otitis entran en el organismo por la boca o la nariz, pasan por la laringe y, a través de la trompa de Eustaquio, llegan a la zona del oído medio, donde causan la infección.
1. ¿Cuáles son los síntomas de la otitis?
El síntoma principal de la dolencia es el dolor, que puede llegar a ser muy intenso. En los niños pequeños puede darse rechazo al biberón (debido a que las molestias se acentúan al tragar), intranquilidad, despertares nocturnos, náuseas y vómitos.
También es habitual que se toquen la oreja afectada. En adultos, suele sufrirse pérdida de audición, dolor de cabeza, mareo, sensación de tener el oído tapado y percepción de acúfenos y zumbidos. La fiebre tan sólo aparece en un tercio de los casos y suele ser más habitual en los niños pequeños.
2. Rotura del tímpano
Cuando la acumulación de mucosidad y pus en el interior del oído es excesiva, la presión es tan fuerte que puede llegar a romper el tímpano, expulsando la mucosidad hacia el exterior. Aunque resulta alarmante, es un síntoma que no reviste importancia. La expulsión de la mucosidad calma el dolor y, generalmente, acelera la curación.
El tímpano, además, vuelve a cerrarse a los pocos días.
Claves para prevenir la otitis
Aunque el objetivo principal será reducir, en la medida de lo posible, los procesos catarrales, hay una serie de medidas que también podrán ayudarnos a controlar este frecuente trastorno.
1. Higiene nasal
Es muy importante evitar que se acumule mucosidad en las vías respiratorias. Para ello, puede ser útil realizar irrigaciones nasales con suero fisiológico o solución salina.
2. Evitar el humo del tabaco
Irrita las vías respiratorias y agrava los procesos catarrales que pueden derivar en otitis. No sólo hay que abstenerse de fumar, sino también evitar exponerse al humo pasivo.
3. Adiós al chupete
El hábito de succión aumenta la producción de saliva (importante vehículo de transmisión infecciosa) y, además, favorece el reflujo de secreciones hacia el oído medio.
4. Prolongar la lactancia
Dar el pecho durante el mayor tiempo posible aumenta las defensas del niño y lo protege frente a las infecciones.
¿Qué medicamento se receta para la otitis?
Algunas otitis se curan de forma espontánea, mientras que otras necesitan medicación. El especialista es quien debe valorarlo.
1. Calmar el dolor
Los analgésicos habituales (como el paracetamol) ayudan a aliviar las molestias. En ocasiones, el especialista puede recetar unas gotas óticas que, además de calmar el dolor, reducen la inflamación.
2. Antibióticos ¿sí o no?
La otitis puede estar producida por virus o bacterias y los antibióticos sólo son útiles cuando la infección es bacteriana. Si es vírica, además de no resultar efectivos, su uso indiscriminado puede provocar peligrosas resistencias. Por esta razón, es conveniente seguir las indicaciones del médico según sea el caso.
3. Otitis recurrentes
Los niños que acuden a la guardería desde muy pequeños o las personas alérgicas son más propensos a sufrir varios episodios de otitis al año. En estos casos, el médico puede valorar la posibilidad de administrar una cura preventiva de antibióticos para limpiar el conducto auditivo.
El tratamiento adecuado según la edad
Recetar antibióticos de forma sistemática, sobre todo si el niño presenta varios episodios de otitis al año, puede causar peligrosas resistencias. Para evitarlo, se aconseja actuar adecuadamente según el caso.
1. Menores de 6 meses
En niños tan pequeños es recomendable recetar antibióticos desde el primer momento.
2. De 6 meses a 2 años
En este caso, es necesario que el pediatra valore si es un virus o una bacteria. Si el niño tiene fiebre y va a la guardería, el riesgo de que sea una otitis bacteriana es mayor, por lo que convendrá tratarla con antibióticos.
3. Mayores de 2 años
Si el niño presenta fiebre alta, sufre malestar general o se produce supuración o rotura de tímpano, se recetará antibióticos desde el primer momento. Si no se dan ninguno de estos síntomas, se recomienda esperar un tiempo (entre 48 y 72 horas) a que la otitis remita de forma espontánea.
4. Adultos
Se aconseja seguir un tratamiento con antibiótico durante 7-10 días, junto con analgésicos. Si es necesario, se realiza un control a la mitad del tratamiento. En ocasiones, basta con tomar antiinflamatorios para obtener mejoría.
¿Se puede ir a la piscina con otitis?
En verano, es más habitual sufrir la denominada otitis externa, es decir, en la infección del conducto auditivo externo debido, generalmente, a la contaminación con el agua de la piscina.
Aunque el uso de tapones puede reducir el riesgo, al no ser totalmente herméticos, no siempre resultan efectivos. Para las personas propensas, por lo tanto, no se aconsejan los baños frecuentes o prolongados. En el caso de haber sufrido una rotura de tímpano, se debe evitar la piscina hasta que éste no se cierre de nuevo.
