Frena el avance de la osteoporosis de forma natural
Cuidar tus huesos es cuidar tu calidad de vida
Aparte de seguir las consignas de la dieta mediterránea, capaz de reducir el riesgo de osteoporosis y sufrir fracturas –en la cadera, especialmente–, puedes confiar en estos recursos naturales.
ALFALFA Y BAMBÚ, silicio a raudales
Los suplementos que combinan la alfalfa y el bambú, ricos en silicio, ayudan a remineralizar el esqueleto. Un buen aporte de este mineral frena el envejecimiento prematuro de las articulaciones. Y es que el silicio es un constituyente de las células que forman y reparan los huesos y los cartílagos. Si en la mesa no das prioridad a los alimentos del reino vegetal, las cápsulas de alfalfa y bambú serán un gran apoyo.
COLÁGENO MARINO: si también sufres artrosis
¿Sabías que el colágeno, la proteína más abundante del cuerpo humano, es uno de los materiales principales de los cartílagos, los tendones y los huesos? De las espinas de ciertos pescados (bacalao, carbonero, etc.) se obtienen grandes dosis de un tipo de colágeno y de calcio, que ayuda a regenerar el desgaste de las articulaciones y a mantener la masa ósea. A ser posible, elige unas cápsulas que también contengan magnesio, un mineral que mejora la absorción del colágeno.
TOMILLO y ROMERO, aliados del esqueleto
Tanto el tomillo como el romero previenen y ayudan a frenar la degradación del tejido óseo. Estas aromáticas tienen el poder de fijar el calcio en los huesos y reducir la cantidad que se elimina a través de la orina. Por si no bastara, también actúan como os buenos antiinflamatorios naturales. ¿Lo ideal? Tomarlas en infusión con zumo de limón. Y es que la vitamina C favorece la formación de nuevo tejido óseo.
SALVIA, cuando aparece la menopausia
Según los expertos, existe una relación directa entre la falta de estrógenos tras la menopausia y el desarrollo de la osteoporosis. Gracias a la suave actividad estrogénica de la salvia, esta planta puede ayudarte a retrasar la pérdida de masa ósea. Puedes tomarla sola o con trébol rojo y cimicífuga, otros buenos reguladores hormonales, o con ortiga y cola de caballo, dos excelentes remineralizantes de los huesos.
Reduce el riesgo de fracturas
Vitamina K. Este nutriente reduce el riesgo de sufrir una aparatosa fractura ósea. Se halla en las coles, las verduras verdes, la zanahoria, la remolacha, la cebolla, el tomate, la nuez o el kiwi.
Polifenoles. Uno de los presentes en el aceite de oliva virgen favorece la creación de células óseas a partir de células madre. Eso explicaría por qué el oro líquido reduce a la mitad el riesgo de sufrir una rotura ósea.
Vitamina D. Además de fijar el calcio en el esqueleto, esta vitamina, presente en los lácteos, el pescado azul o las setas, refuerza los músculos.
Osteoporosis: las mejores formas de reforzar tus huesos
DOSIS EXTRA DE CALCIO, ASÍ SE CONSIGUE
Semillas y algas. Espolvorear sésamo o algas secas (kelp, wakame, etc.) en tus platos agrega valiosas dosis de calcio.
Salsas de base láctea. La nata líquida es una opción, pero recuerda que los kilos de más sobrecargan el esqueleto. Piensa en otras opciones más ligeras como el yogur (salsa tzatziqui), la leche entera o desnatada (bechamel, etc.) y la evaporada.
Leche en polvo. Otra buena forma de sumar calcio es agregar una cucharada de leche en polvo a cremas y purés.
Gratinados. Especialmente en personas mayores con problemas de masticación, puede ser una excelente idea preparar gratinados con queso (mozzarella, parmesano, etc.). Y es que los lácteos, además de ser una fuente muy abundante de calcio, también aportan proteínas de calidad.
¿Tomas suplementos de calcio?
Si te ves obligado/a a tomar calcio porque sufres osteoporosis, sigues un tratamiento con corticoides o te acaban de diagnosticar que eres celíaco, ten en consideración estos sencillos consejos.
En tu día a día. Aunque no hace falta que elijas alimentos enriquecidos con este mineral, trata de consumir tres raciones de lácteos al día. Recuerda que los excesos de azúcar, sal y fosfatos de los ultraprocesados propician la eliminación de este nutriente a través de la orina.
Compensa. Para no romper el equilibrio que debe haber entre la ingesta de calcio y la de magnesio, otro material del hueso, refuerza la toma de verduras de hojas verdes, legumbres, semillas, frutos secos y cereales integrales.
Interferencias. Espacia la toma de este suplemento con los de hierro, ya que ambos nutrientes compiten por los mismos canales de absorción en el intestino.