Productos naturales para cuidar tu rostro después del sol
Te enseñamos a hacer en casa los mejores productos naturales para cuidar de tu piel y conseguir un bronceado más bonito
Cuidar de nuestra piel después de exponerla al sol es tan importante como hacerlo antes.
A todos nos gusta tomar el sol, pero, ¿sabes lo importante que es cuidar de tu piel después? Nos pasamos todo el año esperando la llegada de esta temporada para poder presumir de bronceado, pero los efectos del sol no son algo que nos debamos tomar a la ligera. Tratar nuestra piel antes y después de exponerla es esencial para evitar la aparición de arrugas, quemaduras y otros problemas dermatológicos que nos pueden pasar factura.
Tomar un baño de sol de vez en cuando tiene muchísimos beneficios tanto externos como internos. Nos ayuda a activar las defensas y fortalecer nuestros huesos, aporta un 90% de vitamina D, ayuda con la secreción de dopamina y serotonina (que son hormonas de la felicidad), e incluso ayuda a combatir la psoriasis y el acné. Pero garantizar que conseguimos estos resultados sin perjudicar nuestra piel es muy importante.
El sol es esencial para el cuidado de la piel, pero en exceso puede ser demasiado agresivo.
Si quieres conocer cómo tomar precauciones utilizando productos naturales que puedes hacer en casa, ¡sigue leyendo!
Filtro solar, un imprescindible
Si ya es absolutamente necesario para proteger el cuerpo, en el rostro es mucho más. Es importante que escojas una crema solar con filtro solar alto (50+) y la extiendas por toda la cara 30 minutos antes de tomar el sol. Repite la aplicación varias veces: después del baño, al secarte con la toalla…
Algunos de los protectores que venden en tiendas pueden presentar ingredientes químicos nocivos para la piel. Para hacer tu propio protector solar natural, puedes recurrir a uno de los elementos que más vas a querer tener a mano en verano: aloe vera. Necesitarás:
- 1/4 de litro de aceite de coco, oliva o almendras
- 3 cucharadas de gel de aloe vera natural
- Una cucharada de cera de abeja
- 1 cucharadita de aceite de germen de trigo con Vitamina E
- Unas gotas de extracto de semilla de pomelo
- 10 g de polvo de óxido de zinc
- Agua destilada para diluir el aloe
Si quieres darle un aroma más agradable o de tu gusto, puedes utilizar una cucharadita de aceite esencial mientras no sea cítrico, pero es un paso opcional. Ahora, ¡te contamos cómo hacerlo!
El aloe vera es un ingrediente esencial en el cuidado de la piel tras la exposición al sol.
1. Para preparar nuestro protector solar, tendrás que fundir al baño maría 1 cucharada de cera de abejas y 1 ⁄ 4 de litro (250 ml) del aceite vegetal que hayas escogido.
2. Cuando retires la mezcla del fuego, añade la cucharadita de aceite de trigo, el polvo de óxido de zinc y, en caso de que vayas a añadir un aceite esencial, ahora es el momento. Es muy importante diluir bien el óxido de zinc.
3. En un recipiente diferente, calienta las 3 cucharadas de aloe vera natural junto al agua destilada hasta que la mezcla esté tibia.
4. Mezcla todo bien y deja que se enfríe hasta que se endurezca. Cuando esto suceda, ya puedes meter tu crema de protección solar en un tarro, ¡y acuérdate de que es muy importante utilizarla, aunque no estemos tomando el sol!
Utiliza tratamientos para tu tipo de piel
Un paso esencial para evitar que aparezcan imperfecciones o que la piel reaccione mal a los productos que utilicemos, es que elijamos cremas que se adapten a nuestro rostro. Por ejemplo, si tienes un cutis seco, te conviene que sea hidratante; si lo tienes graso, matificante; y si es maduro, con activos antiedad. Además, si tenemos la piel irritada o enrojecida por el sol, lo mejor que podemos utilizar son cremas y productos para pieles sensibles.
Un tratamiento que no debemos olvidar es el “aftersun”, ya que nos ayudará a conseguir que nuestro bronceado se vea mucho más reluciente. Después de darnos una buena ducha para eliminar los restos de las cremas hidratantes, bronceadores, arena y cloro o salitre, es hora de aplicar este producto.
Cuida tu piel antes y después de la exposición al sol. ¡Es la clave para su salud!
El “aftersun” te ayudará a notar la piel más calmada y evitará la sequedad y las arrugas que acelera la exposición al sol. Siguiendo este paso, también vas a prevenir la inflamación y las estrías. ¡Y no te olvides de usar una crema que estimula la renovación celular!
¿Te gustaría hacer tu propio “aftersun” casero? Toma nota:
- 3 cucharadas de gel de aloe vera (45 gramos)
- 2 cucharadas de aceite de almendra (30 gramos)
- 1 cucharada de aceite de caléndula (15 gramos)
- 1 cucharada de aceite de rosa mosqueta (15 gramos)
- 20 gotas de aceite esencial de menta
- 1 cápsula de vitamina E
Para lograr este producto, tendrás que seguir los siguientes pasos:
1. Mezcla el aloe vera con los aceites de almendra, caléndula y almendra, así como el aceite esencial de menta.
2. Bate los ingredientes hasta que consigas una mezcla uniforme. Agítala bien.
3. A continuación tendrás que colocar la mezcla en un recipiente (preferiblemente de cristal) en la nevera. De esta forma, no solo conseguirás que el producto aguante más tiempo, sino que también será mucho más agradable al aplicarlo por su frescura.
Aplica crema solar antes de tomar el sol y "aftersun" después.
Es muy importante que tengas en cuenta que, al tratarse de un producto natural sin conservantes, tendrás que tirar la mezcla al cabo de un mes. Además, no aconsejamos el uso de este producto en niños ni en mujeres embarazadas o lactantes. Si no es tu caso, ¡no te olvides de utilizarlo cada vez que tomes el sol!
¿Por qué es tan importante cuidar bien nuestra piel tras la exposición al sol?
Es importante cuidar todo nuestro cuerpo al exponernos al sol, pero en especial, nuestro rostro. Ya de por sí es una parte muy delicada, pero existen varias zonas que son muy vulnerables a la agresión solar por lo finas que son. Te nombramos algunas:
Protege el contorno de ojos
En esta zona suelen aparecer las primeras arrugas. La mejor forma de prevenir su aceleramiento por culpa del sol (además de las cremas solares) son las gafas de sol, ya que protegen la piel de la radiación y evitan la aparición de líneas de expresión. También puedes utilizar contornos de ojos nutrientes.
No te olvides de cuidar los labios
Esta zona es propensa a la deshidratación a causa del frío o del calor. En el caso del último y por la exposición al sol, puede provocar la pérdida de volumen y la aparición de arrugas finas sobre el labio superior. Utiliza una barra de cuidado para labios con filtro solar alto (50+) y no dudes en utilizar productos emolientes como ceras y aceites naturales.
Evita las manchas
El fotoenvejecimiento provoca que surjan más arrugas y sea más difícil tratarlas con el paso del tiempo. Para prevenirlas, podemos reducir las horas que pasamos bajo el sol y utilizar un filtro solar alto ,ya sea en la playa o en cualquier momento del día, ya que nuestra piel sigue expuesta al sol cuando salimos a pasear, a comer en una terraza…
Cuidar de nuestro cuerpo y de nuestro cutis cuando regresamos de la playa o de la piscina es tan importante como cuidarlo mientras nos encontramos allí, tomando el sol, bañándonos y disfrutando de las olas. El paso del tiempo es inevitable para nuestra piel, pero el uso de productos adecuados nos ayudará a retrasar la aparición de estas imperfecciones. ¡Así podrás disfrutar de una piel joven y bronceada mucho más tiempo!