Juega con la raya del pelo y renueva tu "look"
Con un gesto tan sencillo, puedes cambiar de imagen en tu propia casa ¡y en segundos! Te lo contamos
Antes de sumarte a la última tendencia, analiza tu rostro. Elegir bien en qué dirección marcamos la raya del pelo puede armonizar el óvalo facial, equilibrar volúmenes o disimular ciertos defectos. ¿Y lo mejor de todo? Te verás diferente sin necesidad de pisar la peluquería
La raya en medio aligera la melena
La raya central divide el rostro en dos mitades. Si llevas el pelo liso y por debajo de la barbilla, este recurso tiende a afinar el contorno facial. Por eso, es una buena elección en rostros redondeados y, si juegas con el volumen en los laterales (con ondas, un corte en capas, etc.), la raya en medio puede equilibrar un rostro un tanto alargado. Sea como sea, reclama facciones simétricas y pone la nota en la longitud del cabello. ¡A presumir de melena XXL!
Buen equilibrio. Al repartir el peso en dos partes iguales, aligera las melenas más densas, lo que ayuda por otro lado a mantener bajo control el exceso de volumen y el encrespamiento. Para marcar la raya justo en medio, por cierto, toma como punto de referencia la nariz.
Esconde defectos. Como realza la línea central de la cara, destaca los labios –recuerda este dato si tu boca es tu punto fuerte– y hace que la nariz cobre protagonismo. Quienes prefieran desviar la atención de esta última parte del rostro –nariz chata, de base ancha, prominente, etc.– deberían optar por la raya lateral. Los flequillos con raya al medio abiertos sobre los ojos son la mejor opción entre las mujeres que quieran disimular una frente algo desproporcionada. Los largos y despuntados compensan los rostros en forma de corazón.
La raya a un lado suaviza las facciones
Los rostros de rasgos marcados –mandíbula pronunciada, cejas densas, etc.– se ven favorecidos con la raya lateral. Los ojos parecen más rasgados y los pómulos ganan relieve, lo que armoniza las facciones. Si tu rostro es alargado y llevas el pelo liso, te verás favorecida con una raya ligeramente ladeada. ¿La tienes redondita y llevas el pelo ondulado o rizado? Una raya marcada a un lateral, estilizará tus facciones.
¿A qué lado? No lleves la contraria a tu cabello porque los remolinos imponen su criterio. Frente al espejo con los dedos en lo alto de la cabeza, mueve los mechones frontales hacia ambos lados y mira hacia donde caen de forma natural.
Esconde defectos. La raya lateral también disimula una frente generosa, una barbilla fina y puntiaguda –en este caso, elige una raya que recorra el rostro en diagonal– o una línea capilar frontal excesivamente cercana a las cejas. Si tienes la costumbre de colocarte el pelo tras la oreja, incluso, compensará unos ojos un tanto separados.
Cambiar la raya del pelo de lugar tiene ventajas
Gana volumen. Marcar la raya en el lado opuesto al habitual es un recurso que levanta y dispara la raíz sin necesidad de recurrir a un producto de "styling". Este consejo está especialmente indicado en mujeres de pelo muy fino y lacio.
"Estira" la duración del tinte. Si las raíces van ganando terreno, pero no tienes tiempo ni para pedir hora en la peluquería, traza la raya en zigzag o en otro lugar (centrada, en el lado contrario, etc.). Y no la hagas demasiado profunda. Así conseguirás ahuecar las raíces de la coronilla y el efecto raíz de esa zona quedará camuflado. Con estos pequeños trucos, tendrás unos cuantos días más de margen.
¿Te gusta improvisar? Si le coges el gusto a esto de cambiar la dirección de la raya "según el día" y llevas un peinado de líneas rectas, pide a tu peluquero/a que te haga el corte trazando la raya en medio. Así, te muevas el pelo hacia donde te lo muevas, te lo verás bien.
Cómo hacerse la raya del pelo bien recta
Parece fácil, pero tiene su técnica. Para obtener un resultado profesional, lo primero que tienes que hacer es desenredar el pelo y, lo siguiente, dirigir hacia atrás los mechones frontales. Póntelo fácil y utiliza un peine de púas finas. Haz la raya con el extremo del peine en posición horizontal y dibuja el trazo desde la frente hacia la coronilla con un solo movimiento. Separa el pelo y, a ser posible, marca la raya con un golpe de secador.