La preciosa foto de los 4 hijos de Enrique Iglesias y Anna Kournikova
Enrique Iglesias y Anna Kournikova enternecen la Navidad con la primera imagen de sus cuatro hijos juntos tras el nacimiento de su bebé el 17 de diciembre
Enrique Iglesias y su chica, Anna Kournikova, llevan una lujosa vida al margen de los paparazzis.
Enrique Iglesias y Anna Kournikova han vuelto a dejar sin palabras a sus seguidores con una imagen tan tierna como esperada: la primera foto de sus cuatro hijos juntos. La extenista ha compartido en sus redes una entrañable estampa familiar en la que presume de “My sunshines”, un mensaje breve, pero lleno de cariño, acompañado de cuatro corazones que representan a cada uno de los pequeños.
En la fotografía, el recién nacido aparece dormido en su hamaca, rodeado por sus hermanos mayores, que lo miran y acarician con mimo. Las niñas, Lucy y Mary, lucen conjuntos a juego de estampado rosa, mientras Nicholas posa con un pijama de Spiderman que aporta un toque espontáneo y divertido a la escena.
Una tierna estampa familiar en plenas Navidades
Anna Kournikova y sus hijos en u na nueva foto en redes sociales.
Es la primera vez que la pareja muestra a sus cuatro hijos juntos, un gesto muy significativo teniendo en cuenta la discreción con la que siempre han protegido su vida privada. Hasta ahora solo habíamos visto fotos sueltas de los pequeños, pero esta imagen conjunta permite ver cómo ha crecido la familia que han formado desde la llegada de los mellizos en 2017.
El cuarto bebé llegó al mundo el pasado 17 de diciembre, apenas un día después de que Nicholas y Lucy celebraran su octavo cumpleaños. Un fin de semana inolvidable para el clan Iglesias Kournikova, que ha vivido a la vez un doble motivo de alegría: el aniversario de los mayores y la llegada del pequeño de la casa. El parto se anunció con una foto del recién nacido en la cuna del hospital y un mensaje tan conciso como emotivo: “My Sunshine 12.17.2025”.
Una familia numerosa muy discreta en Miami
Una mansión de Indian Creek con piscina infinita.
Con este nuevo miembro, la pareja se convierte oficialmente en familia numerosa: Nicholas y Lucy, de 8 años; Mary, que cumplirá 6 el próximo 30 de enero; y el bebé, cuyo nombre todavía no han desvelado. Los tres mayores estrenan ahora su papel de hermanos mayores “por partida triple”, algo que Anna ha querido compartir con orgullo en esta primera foto familiar.
Lejos del ruido mediático, Enrique y Anna han encontrado su refugio en su casa de Indian Creek, una exclusiva isla de Miami donde disfrutan de una vida tranquila y muy centrada en la crianza. Aunque ambos son estrellas internacionales en sus respectivos ámbitos, siempre han defendido la intimidad de sus hijos, seleccionando con cuentagotas las imágenes que comparten y evitando exponerles más de lo necesario.
Enrique Iglesias y Anna Kournikova llevan media vida juntos.
Su historia de amor comenzó a principios de los 2000, cuando Anna protagonizó el mítico videoclip de Escape, uno de los grandes éxitos del artista. Desde entonces, han mantenido una relación sólida y discreta, sin grandes posados ni declaraciones sobre su vida en común, pero dando pasos importantes lejos de los focos. De hecho, la extenista llegó a presentarse públicamente como Anna Kournikova Iglesias, un gesto que reforzó los rumores de boda celebrada en la intimidad.
Un bebé muy especial también para Isabel Preysler
La llegada de este cuarto hijo también tiene un significado especial para Isabel Preysler. El pequeño se convierte en su noveno nieto: dos hijos de Chábeli, cuatro de Enrique y tres de Ana Boyer. Una cifra que aumentará a diez el próximo año, cuando nazca la hija que esperan Ana Boyer y Fernando Verdasco. La nueva generación de la familia Preysler se reparte así entre Miami, Madrid y Doha, donde reside la hija menor de Isabel desde 2016.
Anna Kournikova y Enrique Iglesias junto a sus hijos en una imagen de redes sociales.
Estas Navidades quedarán grabadas para siempre en el álbum familiar de Enrique Iglesias y Anna Kournikova. La nueva fotografía de sus cuatro hijos juntos es mucho más que una imagen bonita: es el retrato de una etapa de plenitud, complicidad y vida en familia que la pareja ha elegido compartir, a su manera, con el mundo. Y, como dice el refrán, a veces una sola foto vale más que mil palabras.