Pronto
Cerrar

Beatriz de York y su marido Edoardo al borde del divorcio: los detalles

La pareja formada por la princesa Beatriz y el empresario Edoardo Mapelli Mozzi atraviesa su momento más delicado. Rumores de distanciamiento, prioridades enfrentadas y una convivencia marcada por la ausencia disparan las alarmas

Beatriz de York y su marido Edoardo.

Desde hace semanas, los rumores sobre una posible ruptura entre Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi han cobrado fuerza en Reino Unido. Lo que comenzó como un leve murmullo en la prensa británica, se ha convertido ya en una crisis que muchos califican de irreversible. Según diversos medios como 'The List', la pareja estaría atravesando una grave crisis matrimonial provocada, en gran parte, por la actitud distante del empresario italiano.

Aunque en 2021 se convirtieron en padres por primera vez y este mismo 2025 dieron la bienvenida a su segunda hija, Athena Elizabeth, los problemas no han hecho más que intensificarse.

Edoardo Mapelli, conocido por su incesante ritmo de trabajo, apenas pasa tiempo en casa. De hecho, él mismo lo reconocía recientemente en una entrevista reciente en el 'Financial Times': el empresario italiano explicó que "siempre está en tren" de un lado a otro para ir a reuniones y es justo esta ausencia constante la que estaría afectando profundamente a la estabilidad de su relación.

Beatriz de York y su marido Edoardo.Archivo

El trabajo de Edoardo, el principal desencadenante

Uno de los factores más comentados por los medios británicos es el estilo de vida hiperactivo de Edoardo, siempre inmerso en viajes de negocios y proyectos profesionales. El empresario, que proviene de una adinerada y familia italiana (su padre es el conde Alessandro Mapelli Mozzi), ha ampliado su fortuna dirigiendo la exitosa promotora inmobiliaria Banda. Según las fuentes citadas, rara vez se detiene y prioriza su carrera sobre su vida familiar.

Esa falta de presencia física y emocional habría terminado por agotar la paciencia de Beatriz, quien permanece la mayor parte del tiempo en casa, al cuidado de sus dos hijos. "Su trabajo les da estabilidad económica, pero no compañía ni afecto", apuntan desde tabloides como 'The List'.

Beatriz de York y su marido Edoardo.Archivo

Frialdad emocional y gestos que ya no convencen

Durante su reciente aparición en el Royal Ascot 2025, las imágenes dejaron ver a una Beatriz visiblemente triste y distante. Aunque Edoardo estuvo presente tras semanas de viajes, su cercanía no pareció reconectar emocionalmente al matrimonio.

Testigos describen a la hija mayor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson como apagada, seria, e incluso incómoda en presencia de su esposo. Incluso momentos supuestamente románticos —como un beso captado por las cámaras— han sido interpretados como forzados y carentes de naturalidad.

Todo ello alimenta la teoría de que la conexión emocional entre ellos está rota. Expertos en relaciones señalan que la falta de tiempo de calidad, combinada con una escasa comunicación, puede llevar a un deterioro profundo y silencioso.

Beatriz de York y su marido Edoardo.Archivo

El factor familiar: un hijastro y muchas presiones

A esta situación se suma un elemento sensible: la relación de Beatriz con Christopher Woolf, el hijo que Edoardo tuvo con la arquitecta estadounidense Dara Huang en 2016. Según la terapeuta de parejas Nicole Moore en declaraciones a 'The List', la gestión de vínculos con hijastros puede ser un terreno delicado, especialmente si no existe una postura común de apoyo entre los padres.

Si Beatriz se siente desautorizada o sola en ese aspecto, la tensión doméstica puede escalar rápidamente. Moore señala que este tipo de fricciones “minan la confianza y crean resentimientos que terminan afectando a toda la dinámica familiar”.

Beatriz de York y su marido Edoardo.Archivo

Beatriz de York y Edoardo Mapelli: de cuento de hadas a realidad incómoda

Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi se conocieron en 2018 y contrajeron matrimonio en julio de 2020, en una ceremonia discreta celebrada en Windsor en plena pandemia. Desde entonces, su relación fue percibida como una historia de amor moderna, equilibrada entre deber institucional y vida empresarial.

Sin embargo, los últimos meses muestran un panorama muy diferente. La distancia, el estrés y la falta de tiempo compartido han hecho mella en un matrimonio que parecía sólido. Las expectativas no se han cumplido y las diferencias se han hecho evidentes.

Beatriz de York y su marido Edoardo durante su boda.Archivo

¿Se avecina una separación oficial?

Aunque por el momento no ha habido ninguna confirmación oficial, las señales son claras. Tanto los medios británicos como expertos en la casa real coinciden: la relación está al borde del colapso. Si no hay un cambio profundo en la dinámica de pareja, el divorcio podría ser cuestión de tiempo.

Y en una familia tan observada como la real británica, cualquier movimiento será seguido al detalle. La presión pública, sumada al desgaste privado, convierte esta historia en una bomba de relojería a punto de estallar.