Todos los detalles de las lujosas vacaciones secretas de Kate Middleton y el príncipe Guillermo
Los príncipes de Gales disfrutan de unos días en la isla griega de Cefalonia junto a sus hijos y los padres de Kate, con excursiones privadas, relax en un superyate y estrictas medidas de seguridad
Todos los detalles de las lujosas vacaciones secretas de Kate Middleton y el príncipe Guillermo.
Kate Middleton y el príncipe Guillermo han protagonizado una de las escapadas más lujosas del verano 2025. La pareja ha elegido la isla de Cefalonia, en Grecia, para pasar unos días de descanso junto a sus tres hijos —George, Charlotte y Louis— y los padres de la princesa, Carole y Michael Middleton.
La isla de Cefalonia, la más grande las islas jónicas, es un paraíso de aguas turquesas.
Kate y Guillermo: un paraíso griego como escenario de su escapada
Según la prensa británica, los príncipes de Gales aterrizaron en la isla en jet privado hace unos días y fueron escoltados por un fuerte dispositivo de seguridad hasta un superyate fondeado en Agia Efimia, acompañado por al menos seis embarcaciones de apoyo.
Esta pequeña localidad costera, famosa por su tranquilidad y sus paisajes espectaculares, fue el punto de partida de unas vacaciones muy especiales para la familia real británica.
Kate y Guillermo se desplazaron hasta la idílica localidad de Agia Efimia.
Excursiones privadas y lugares de ensueño
Lejos del bullicio turístico, la familia real optó por actividades en la naturaleza. Uno de los momentos más mágicos fue la visita al lago subterráneo de Melissani, en la localidad de Sami. Se trata de una cueva de aguas turquesas, considerada en la mitología griega como la guarida de las ninfas. La excursión en barco por este enclave sagrado fue totalmente privada y gestionada con absoluta discreción.
El lago subterráneo de Melissani en Sami.
Después de esta visita, Kate, Guillermo y su familia zarparon hacia una zona aún más íntima del mar Jónico, donde los esperaban jornadas de navegación, descanso y desconexión.
El superyate más exclusivo del verano
La presencia de un superyate de 146 metros de eslora en alta mar no pasó desapercibida para los medios. Aunque no se ha confirmado oficialmente, todo apunta a que la familia real estaba a bordo del yate perteneciente a Abdallah bin Zayed Al Nahyane, ministro de Exteriores de Emiratos Árabes Unidos.
Valorado en 450 millones de dólares, este megayate es el décimo más grande del mundo, con capacidad para 40 personas y 80 tripulantes. Sin duda, un entorno ideal para mantener la privacidad de los Gales durante su escapada.
Unas vacaciones muy especiales para la familia real británica
Más allá del lujo, estas vacaciones tienen una fuerte carga simbólica. El príncipe George ha cumplido 12 años recientemente, una edad clave dentro de la tradición monárquica británica. A partir de ahora, podría no viajar en el mismo avión que su padre para proteger el linaje real en caso de accidente.
Además, el destino tiene un valor sentimental para Guillermo, ya que se encuentran en el país de nacimiento de su abuelo, el recordado príncipe Felipe de Edimburgo. El marido de la reina Isabel II es originario de la vecina isla de Corfú, muy cercana a Cefalonia.
Por su parte, Kate Middleton ha retomado poco a poco su agenda pública tras varios meses de tratamiento contra el cáncer. Estas vacaciones representan una oportunidad para reconectar con su familia y disfrutar del mar y la naturaleza, algo que no pudo hacer el verano anterior, cuando prefirió permanecer en su residencia de Norfolk.
Kate y Guillermo han podido disfrutar de las vacaciones junto a sus tres hijos y a los padres de Kate. Redes sociales
Entre el descanso y la discreción
El verano pasado, los Gales optaron por la calma de Anmer Hall, su residencia en Norfolk, para pasar un verano tranquilo y enfocado en la recuperación de Kate. También realizaron su visita anual a Balmoral, la finca escocesa del rey Carlos III y la reina Camilla.
Este año, sin embargo, el ambiente ha sido distinto: más sol, más mar y una clara intención de celebrar la vida en familia. Todo ello sin dejar de lado las estrictas medidas de seguridad que exige su posición dentro de la realeza británica.