Guillermo lo deja todo para cuidar a Kate tras su hospitalización
La convalecencia de la princesa ha coincidido con la intervención de próstata de Carlos
Guillermo y Kate en una imagen de archivo.
El príncipe Guillermo, heredero del trono de Inglaterra es, antes que todo, esposo y padre, y actualmente su prioridad son su esposa, Kate, y sus tres hijos. La princesa de Gales fue ingresada el 17 de enero en el hospital privado The London Clinic, de Londres, donde se sometió a una intervención abdominal programada cuyos detalles no han sido revelados.
La seriedad de la situación se evidencia en el período de hospitalización que le fue recomendado por el equipo médico, de 10 a 14 días, seguido de un tiempo de convalecencia en su casa de Windsor hasta Semana Santa.
La princesa de Gales sufre una misteriosa dolencia abdominal.
Kensington Palace, la oficina de los príncipes, emitió un comunicado el mismo día de la operación, en el que se asegura que ésta fue exitosa y que "La princesa de Gales agradece el interés que generará esta declaración y espera que el público comprenda su intención de mantener la mayor normalidad posible de cara a sus hijos y el deseo de que su información médica siga siendo privada".
Aunque el secretismo y la prolongada baja generaron especulaciones sobre la gravedad de su dolencia, la Casa Real rápidamente aclaró que no está relacionada con el cáncer.
Guillermo está muy preocupado por Kate y quiere que sus hijos sufran lo menos posible con esta hospitalización.
Guillermo, preocupado por su esposa, ha pospuesto sus compromisos y responsabilidades hasta que Kate se recupere, pues además, quiere estar presente para sus tres hijos, George, de 10 años; Charlotte, de 8; y Louis, de 5.
Carlos III, también intervenido
Carlos III padece un agrandamiento no cancerígeno de la próstata.
La ausencia temporal de Guillermo plantea un desafío, ya que da la casualidad de que su padre, Carlos III, también está de baja por una operación para corregir el agrandamiento de próstata no cancerígeno. Afortunadamente, la Casa Real cuenta con suficientes "working royals" para asumir responsabilidades y cuando sea necesario, como Camilla o los hermanos de Carlos, Ana y Eduardo, quienes le suplirán en algunas de sus funciones sin que la Corona tenga que recurrir a Harry y Meghan.
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