Kate Middleton deslumbra en su primera cena de gala tras el cáncer
Después de 18 meses sin poder asistir a un banquete de Estado, Kate Middleton no solo estuvo presente sino que fue la protagonista indiscutible

Kate Middleton y Guillermo.
Kate Middleton y Guillermo han sido anfitriones de honor. La visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte a Londres no solo reafirmó la posición de la monarquía británica en el escenario internacional, sino que también resaltó su capacidad para impresionar con su exquisita pompa y protocolo.
Desde la llegada en carruajes históricos hasta el recibimiento en el Castillo de Windsor por parte de los Household Cavalry y bandas militares, cada detalle fue meticulosamente planeado para celebrar la ocasión con grandiosidad y solemnidad.
Kate Middleton, el foco de la velada

Los príncipes de Gales entrando en el salón de San Jorge del castillo de Windsor, donde se celebró el banquete en honor del presidente francés.
En medio de este despliegue, Kate Middleton emergió como la figura central de la noche. Su presencia significó mucho más que una aparición protocolaria; fue su primer banquete de Estado desde noviembre de 2023, haciendo de su asistencia un momento especialmente emotivo y simbólico. Días antes, Kate había compartido con sinceridad que su recuperación del cáncer estaba siendo "una montaña rusa", lo que añadió un matiz aún más emotivo a su participación en el evento.
Desde su elegante atuendo Dior en la recepción matinal en el aeropuerto de Norfolk hasta su deslumbrante aparición en el banquete nocturno en el Castillo de Windsor, donde lució la tiara Lover’s Knot, preferida de Diana de Gales, y los pendientes Grenville de Cartie, que habían pertenecido a Isabel II, Kate irradió una elegancia serena y un compromiso inquebrantable con su papel como futura reina consorte.
Compromiso con el legado real

La elección meticulosa de sus joyas no solo honró la memoria de la princesa Diana y la reina Isabel II, sino que también subrayó el mensaje de continuidad y respeto por el legado real. El gesto espontáneo y amistoso del presidente Macron durante el brindis, guiñando un ojo a Kate, se volvió viral y resaltó la calidez y la conexión personal que la princesa de Gales logró establecer incluso en un evento tan formal y cargado de protocolo.
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