Los Iglesias, Los Campos, Los Pantoja… Las grandes peleas de las familias más famosas
Los Campos, los Pantoja, los Iglesias, los Cristo y Rey... Algunos clanes de famosos han hecho públicas sus tensas peleas familiares en televisión. ¡Hacemos un repaso!
Julio Iglesias, Terelu Campos e Isabel Pantoja.
Es un hecho que en todas partes cuecen habas y las 'celebrities' no iban a zafarse de los conflictos que, por razones tan diversas como variopintas, dividen en bandos a los clanes. José María Almoguera y Alejandra Rubio protagonizan el más reciente enganchón entre familiares, pero aquí tienes algunas más de estas broncas.
Los Campos
José María Almoguera y Alejandra Rubio.
Parecía que la reconciliación entre Carmen Borrego y José María Almoguera había devuelto la paz a la familia de la desaparecida María Teresa Campos, pero el mal rollo entre los miembros del clan ha tomado una nueva dimensión y la reyerta enfrenta, ahora, a Alejandra Rubio con su primo.
Todo empezó cuando una tertuliana de 'Vamos a ver' dijo que Almoguera era el simpático de los Campos. Indignada, Alejandra, también colaboradora de ese programa, aseguró que esa buena actitud de José María es porque tiene "una doble cara" y acaba de empezar en el negocio mediático y no lo acosan como a ella. Fichado por 'TardeAR', el hijo de la Borrego se le encaró afirmando que tiene igual derecho que Alejandra a trabajar en televisión porque comparten el mismo (cuarto) apellido. "Dice que hacemos lo mismo pero no, porque yo no he vendido exclusivas hablando mal de mi madre, ni he entrado en ningún reality de televisión", disparó Alejandra.
Alejandra Rubio y Almoguera no conocen a los hijos del otro
Aunque los dos aseguran que, en privado, se llevan divinamente, los hechos apuntan en otro sentido porque, viviendo ambos en Madrid, José María no conoce a Carlo, el hijo de su prima, ni ella ha visto nunca a Marc, nacido de la corta relación del joven con Paola Olmedo.
Los Iglesias
Enrique y Julio Iglesias.
Celos, traiciones y egos jugaron un papel importante en la ruptura familiar entre Julio Iglesias y Enrique Iglesias, que llevan décadas sin verse ni hablar. Si saben algo uno del otro (pese a vivir relativamente cerca) debe de ser a través de terceras personas de la familia.
El detonante de este descarrilamiento afectivo fue en 1995. Con 20 años, Enrique decidió lanzarse al mundo de la música sin contar con su padre. No le pidió consejo ni ayuda ni dinero para grabar su primer álbum (el dinero se lo dejó su niñera, Elvira Olivares) y Julio se lo tomó fatal. Dolido en su orgullo de superestrella y en su figura de padre, el intérprete no entendió que su hijo necesitaba hacer su propio camino y le dijo que no se comería un colín en la industria musical. Craso error.
Tres décadas después, no ha habido reencuentro y nada apunta a que vaya a haberlo. Julio Iglesias no conoce a la mujer y a los tres hijos de Enrique, que ya ha dicho que no aceptará ninguna herencia de su padre.
Los Pantoja
Agustín e Isabel Pantoja.
Dos bandos en pie de guerra. Por un lado, Isabel Pantoja y su hermano Agustín; por otro, Kiko Rivera y su hermana, Isa Pantoja, estos juntos pero no revueltos porque no se hablan.
"Jamás voy a perdonar a mi madre", dijo el "dj" hace cinco años tras descubrir que Isabel le había engañado a él –y a sus hermanos de padre, Fran y Cayetano– sobre la herencia de Paquirri.
Kiko Rivera e Isa Pantoja.
Mala madre y persona
Sintiéndose traicionado –dice que no le dio explicaciones convincentes y lo usó para sus chanchullos–, Kiko Rivera lleva tiempo dejando a la artista como una madre con deficiencias, una abuela ausente y muy mala persona.
Isa Pantoja también ha perdido el vínculo con ella y su tío Agustín, que nunca la aceptó. Las dos Isabel Pantoja llevan vidas alejadas: la chica no va a casa de su madre e Isabel Pantoja no estuvo en la boda de Isa y Asraf Beno, pasa de su nieto Albertito y ha visto el nuevo embarazo de su hija… en las redes.
Los Carrasco
Rocío Carrasco y Fidel Albiac.
Los desencuentros entre Rocío Carrasco y sus hijos, Rocío Flores y David Flores, han sido tantos, tan fuertes y desde hace tantos años que su reconciliación sería poco menos que un milagro. Sí, prácticamente imposible. Los dos jóvenes eligieron a su padre, que vive en Málaga, mientras que la hija de la Jurado reside en Madrid con su marido, Fidel Albiac, como único y fidelísimo escudero.
El principio de esta historia que echa por tierra el mito del amor materno-filial empezó el 27 de julio de 2012. Una pelea entre Rocío y Ro acabó con gritos, contusiones, una denuncia en el cuartelillo y la niña yéndose a vivir con su padre, Antonio David, y rompiendo totalmente el contacto con su madre, que vio cómo su hijo, Da, seguía los pasos de su hermana cuando llegó a la mayoría de edad.
David Flores y Rocío Flores.
Con rencor acumulado, andan en juicios. Rociíto (también de morros con los Mohedano, Ortega Cano, Gloria Camila y Raquel Mosquera) contó "su" verdad en un documental de mucha audiencia, mientras los otros miembros de la familia han estado años hablando en programas de tele y revistas.
Cristo y Rey
Sofía Cristo, Bárbara Rey, Ángel Cristo Jr y Ana Herminia.
Del amor al odio hay solo un paso, pero en el caso de esta familia a caballo entre el circo y las varietés hubo una entrevista pagada generosamente: la que Ángel Cristo jr. concedió a ‘¡De viernes!’. Hasta entonces, el hijo del domador y la amante del rey emérito había mantenido un perfil mediático bajo, que ese día cambió por el de un elefante en una cacharrería, cargando contra su madre con munición de alto calibre.
Sin atacar a su hermano, Sofía Cristo salió en defensa de Bárbara Rey y Ana Herminia, la mujer de Ángel (en la foto), dijo de suegra y cuñada que eran "un lastre de maldad y negatividad". Mientras los abogados preparan querellas, del embrollo han salido exclusivas y la oportunidad de seguir teniendo todos presencia en medios
Los Thyssen
Tita Cervera y su hija Carmen.
Borja y Carmen Thyssen fueron uña y carne hasta que llegó Blanca Cuesta. La baronesa tuvo un disgusto cuando su hijo decidió casarse con aquella chica mayor que él. Como declaración de guerra, no fue a la boda para, después, dejar de verlos, hablarles, ignorar a sus nietos y pleitear por la herencia del barón.
Para ella, su hijo era un ingenuo y ella, una arpía ávida de dinero. Se equivocó: siguen juntos y felices. Borja, que adora a su madre, quedó muy tocado por la situación, pero, puesto a elegir, eligió a su mujer.
Blanca Cuesta y Borja Thyssen.
Obsesionada con que su hijo siguiera con su labor al frente de su museo y con Manolo Segura –padre biológico de Borja– haciendo de mediador, Tita firmó el armisticio en 2014, años después de haber sido madre por vientre de alquiler de las mellizas Sabina y Carmen, que no conocían a su hermano.
Blanca se sumó al reencuentro en el yate “Mata Múa”, pero fue más bien algo de cara a la galería, porque las pocas veces que se ha visto a madre e hijo juntos es sin ella.
Suescun y Galdeano
Maite Galdeano, Kiko Jiménez y Sofía Suescun.
Son tres pero, por el alboroto mediático que arman, parecen 300. Sobre todo, desde que Maite Galdeano, Sofía Suescun y Kiko Jiménez andan a la greña en una guerra sin cuartel llena de acusaciones, reproches y descalificaciones retransmitidas por televisión y redes. El follón empezó como un clásico: suegra que no soporta a yerno y le acusa de estar por dinero con su hija, con la que hasta entonces tenía una relación inquebrantable. También lo acusó de manipulador y maltratador emocional.
Con el mal rollo "in crescendo", Sofía Suescun hizo un '¡De viernes!' echando pestes de su progenitora. Asidua en los programas de Mediaset, Maite corrió a dar en tele su versión y el asunto explotó cuando explicó que Suescun la había echado de casa.
Maite, incapaz de estar sin su hija, intenta ahora acercarse a ella, que le ha puesto una orden de alejamiento. ¡Lo tiene difícil!
Los Cano
José María y Nacho Cano.
Niños bien de Madrid, José María y Nacho Cano formaron Mecano con Ana Torroja en 1979 y lo petaron. Arrasaron, pero no todo el mundo sabe trabajar en familia. Cuando la fama y el dinero entraban a espuertas en sus vidas, los celos y las disputas entre los dos hermanos (se dice que se peleaban a tortazo limpio) lo mandaron todo al garete.
Intentaron eludir conflictos repartiéndose salomónicamente el número y tiempo de las canciones y en las actuaciones ni se miraban, pero la ruptura llegó en 1992. La decisión disolvió el mítico grupo y dinamitó para siempre la relación fraternal. Dejaron de verse.
Nacho se fue a Miami, abrió un centro de yoga bikram para ricos y, luego, dirigió en Madrid el musical 'Malinche', que le ha dado alegrías, pero también unos cuantos problemas legales. José se instaló en Londres y se dedicó a pintar y a componer una ópera, que le costó un dineral y fue un fracaso.