Así crecieron Pietro, Rocco y Carlo Constanzia: entre el lujo de Milán y la polémica familiar
Los hijos de Carlo Costanzia vivieron una infancia marcada por palacios, focos mediáticos y escándalos que aún hoy les persiguen
Los hermanos Costanzia nacieron con un apellido ligado a la aristocracia italiana y en un entorno privilegiado en pleno corazón de Milán. Por un lado, fruto del matrimonio entre el conde Carlo Costanzia di Costigliole y la modelo Mar Flores, nació Carlo, que alternó colegios exclusivos, veranos en la Costa Esmeralda y escapadas a palacios familiares.
Sin embargo, el brillo del lujo pronto se vio eclipsado por las constantes tensiones entre sus progenitores y una exposición mediática que se acentuó cuando la pareja se separó.
Carlo Constanzia, el hermano mayor que saltó a la fama en España
Tras el divorcio, Carlo Costanzia se instaló en Madrid con su madre, donde creció bajo la atenta mirada de la prensa rosa. A los doce años regresó a Milán para cursar la secundaria junto a Pietro y Rocco, un cambio que le obligó a adaptarse a otro idioma y a la estricta disciplina de su padre.
Carlo Constanzia Pietro hermano detenido
Ya de vuelta en España, se formó como actor en la Academia Juan Codina y se dio a conocer gracias a la serie Toy Boy. Hoy, con su relación estable con Alejandra Rubio y su reciente paternidad, Carlo ocupa titulares más sentimentales que profesionales.
Pietro y Rocco: del internado suizo al banquillo de los acusados
Los menores de los Constanzia, Pietro y Rocco, frutos de una relación posterior de su padre, siguieron una educación en internados suizos y universidades de diseño en Londres.
No obstante, sus caminos tomaron un giro dramático: el pasado junio fueron condenados a 12 y 8 años de prisión por tentativa de homicidio tras una agresión ocurrida en Turín. El juicio y la sentencia han salpicado de nuevo el apellido familiar, reavivando viejas heridas y situando a los Costanzia en el centro de la polémica.
Rocco y Pietro Costanzia.
Desde la cárcel, los hermanos reciben el apoyo incondicional de Carlo, que se ha erigido en portavoz y defensor público de la familia. El actor no dudó en viajar hasta el penal para felicitar a Pietro por su cumpleaños, ondeando pancartas y gritando mensajes de ánimo. “Son mi debilidad”, reconocía Carlo en redes, pidiendo respeto para la intimidad de los suyos mientras insiste en que las condenas se revisen.
Entre lujo milanés y escándalos judiciales, la historia de Pietro, Rocco y Carlo Costanzia demuestra que el linaje y la opulencia no garantizan una vida tranquila. Hoy, mientras dos de ellos cumplen condena y el tercero consolida su nueva faceta familiar en España, el apellido Costanzia vuelve a resonar en los medios y todo indica que seguirá dando mucho que hablar.