Emilio Gutiérrez Caba: "La pandemia ha resituado el espectro de la bondad y la maldad humana"
El actor acaba de ser premiado por partida doble

El intérprete Emilio Gutiérrez Caba lleva 60 años en la profesión.
Tiene una prolífica carrera a sus espaldas y, a los 79 años, Emilio Gutiérrez Caba sigue en activo y sin intención de retirarse. Talento, pasión y mucho trabajo son la clave del éxito de este intérprete, que no para de sumar reconocimientos.
Hace unos días recibió el premio Nosferatu del Festival de Sitges por su trayectoria dentro del cine de género fantástico. Además, acaba de recibir el Premio Pilar Bardem, que reconoce las acciones solidarias y los valores humanitarios de los cineastas.
“Pilar Bardem era muy humana, generosa y espontánea”
PRONTO: ¡Enhorabuena por partida doble! ¿Qué representa el Nosferatu para ti?
EMILIO GUTIÉRREZ CABA: Es uno de los premios importantes del cine español y más de un festival como el de Sitges, que tiene muchísimo prestigio y recorrido. Para mí, es un honor y un placer tenerlo.
P.: También te han dado el Premio Pilar Bardem. ¿Qué recuerdas de ella?
E.G.C.: Pilar era una mujer luchadora, tanto en su vida como en su trabajo. Se preocupaba por los demás, sobre todo de las personas más desprotegidas de nuestra profesión. Era muy humana, generosa y espontánea, aunque eso hay gente que no se lo ha perdonado nunca. Ha sido una de las grandes humanistas de los actores del siglo XXI y tiene unos hijos, sobre todo Carlos y Javier, que son una joya para el cine y el teatro español.

La gran actriz falleció a los 82 años.
“El mejor premio es el afecto de la gente”
P.: ¿Qué otro premio te haría especial ilusión recibir?
E.G.C.: Lo que me gusta es el afecto de la gente. Ése es el mejor de los trofeos. Los aplausos del público y oír tu nombre es una de las cosas más emocionantes que le pueden pasar a un actor.
P.: Ahora que ya vamos recuperando la normalidad. ¿Qué has aprendido de la pandemia?
E.G.C.: Que quienes eran buenos, son mejores y, los que eran malos, peores. La pandemia ha resituado el espectro de la bondad y la maldad humana. Yo no esperaba mucho del cambio humano que todo el mundo pedía.
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