Hablamos con Isabel Preysler en la presentación de sus memorias: su verdadera historia
Isabel Preysler ha presentado sus memorias, “Mi verdadera historia”, acompañada por Tamara Falcó y su amiga Nuria González. La socialité relata por primera vez en un libro su vida íntima, sus amores y su etapa más vulnerable

Isabel Preysler ha presentado este miércoles sus memorias, 'Isabel Preysler. Mi verdadera historia'
Después de varias semanas en las que la expectación no ha dejado de crecer acerca de qué episodios de su vida contará Isabel Preysler en sus esperadas memorias, el libro 'Isabel Preysler: Mi verdadera historia' ha visto la luz este miércoles 22 de octubre.
La socialité ha presentado su proyecto más especial, una autobiografía en la que ha estado trabajando sin descanso varios meses, en una multitudinaria rueda de prensa en el madrileño Hotel Ritz en la que como no podía ser de otra manera, ha estado arropada por alguna de sus mejores amigas, como Nuria González, y por su hija Tamara Falcó.

Isabel Preysler ha presentado sus memorias, 'Isabel Preysler, mi verdadera historia' en una rueda de prensa en el hotel Ritz acompañada por su hija Tamara Falcó
A pesar de que en los últimos meses rostros tan conocidos (y con una vida tan apasionante) como Mar Flores o Bárbara Rey han publicado sus autobiografías, si había unas memorias que tanto el público en general como la prensa especializada esperaban expectantes y con los brazos abiertos esas eran sin duda las de Isabel Preysler, 'Mi verdadera historia'.
Un libro en el que a sus 74 años la 'reina de corazones' se abre en canal y relata en primera persona los episodios más importantes de su vida, sincerándose como nunca sobre sus grandes amores: su primer marido, Julio Iglesias -padre de sus hijos Chabeli, Julio José y Enrique-; Carlos Falcó, con el que se casó en 1980 y con el que tuvo a Tamara-; Miguel Boyer, con el que contrajo matrimonio por tercera vez, con el que tuvo a su benjamina, Ana Boyer, y al que cuidó hasta su fallecimiento en 2014; y Mario Vargas Llosa, con el que vivió una mediática historia de amor que comenzó en 2015 y terminó a finales de 2022 por los celos del Premio Nobel, como ahora confirma en su biografía.
La separación de sus hijos, "un momento durísimo y doloroso"

ISABEL PREYSLER CON SUS HIJOS Y SUS HIJAS
PREGUNTA: ¿Por qué has escrito 'Mi verdadera historia' ahora?
ISABEL PREYSLER: Pues porque se han escrito muchos libros, varios libros. Además diciendo pocas verdades y he pensado que esa hora de que yo escribiese mi verdad. Que escribiese todas las correcciones que había que hacer y que es la edad perfecta para hacerlo. Pensé que era el momento.
P: Un momento difícil en el libro: la marcha de tus hijos a Miami.
I.P.: Para mí fue un momento muy duro y escribirlo me ha costado. Ni siquiera he conseguido contar tal como fue, porque fue un momento durísimo y doloroso. Pero mis hijos están estupendos y eso me da mucha alegría. Pero también te digo que fue de lo más difícil en el libro. Para escribir fue de las cosas más difíciles que pasé.

Isabel Preysler disfruta muchísimo en su papel de abuela.
P: Una anécdota cariñosa en el libro: el apodo de 'Lala'
I.P.: Ah, bueno, ese era mi nieto mayor, Alejandro. Cuando le decían la abuela, él se quedaba con Lala, lo último, claro, la, y entonces yo era Lala y Julio era Lolo. Pero da la casualidad que en filipino Lolo es abuelo. Así es que nos hemos quedado con Lala y Lolo.
P: En el libro rompes un mito sobre ti: tu verdadera edad.
I.P.: Mira, la edad que me habían quitado un año, me la quitó la prensa. Y me hacía ilusión. Me hacía ilusión quitarme un año y, con los años pasando el tiempo, me hacía más ilusión todavía. Pero al escribir mis memorias pensé que ya era hora de decir la verdad y por eso lo cuento. Pero cada vez que tenía que rellenar algún documento siempre ponía la edad real, nunca he mentido en eso

Isabel Preysler joven.
P: ¿Cómo recuerdas tu infancia en Filipinas?
I.P.: Fue una infancia feliz. Fui una niña privilegiada. Mis primos hermanos, que hemos crecido juntos, siempre recordamos que habíamos sido unos niños privilegiados. Privilegiados porque habíamos tenido una niñez feliz, y yo creo que la niñez es muy importante en tu vida. Después la adolescencia ya es complicada. En Filipinas vives mucho al aire libre, haces mucho deporte. Es un país para crecer allí desde pequeños.
P: ¿Te sientes más libre ahora que cuando eras más joven?
I.P.: Sin duda. Es de las cosas buenas de la edad ¿no? que te sientes más libre y cada vez más pasando los años.
P: Mirando atrás ¿cuál ha sido el mayor aprendizaje de tu vida?
I.P.: No podría decir cuál ha sido el mayor aprendizaje. Yo he aprendido durante toda mi vida y me he pasado la vida aprendiendo y sigo aprendiendo hasta ahora. No te podría decir una cosa en particular.

P: ¿Qué valores has intentado transmitir siempre a tus hijos?
I.P.: Bueno, yo lo que sí te puedo decir es que mis cinco hijos son muy buenas personas, y yo doy mucha importancia a eso. Antes no le daba tanta importancia. No tengo ningún mérito, porque han venido así. Y pasando los años me he dado cuenta del valor de la bondad y no solamente en mis hijos, en general con todo el mundo, doy mucha importancia a que sea buena gente.
P: ¿Qué te gustaría que la gente supiera de ti más allá de los titulares?
I.P.: Hombre, la fama tiene su parte buena y su parte menos buena, ¿no? Los titulares son siempre etiquetas que te ponen, ¿no? Etiquetas que no reflejan la realidad en absoluto. La realidad es con más matices. Por eso quiero que lean el libro, para que vean.

Isabel Preysler.
P: ¿Ha sido justa la imagen que han dado de ti los medios?
I.P.: Ha habido gente que ha sido muy cariñosa conmigo y yo lo agradezco. No me puedo quejar. La prensa ha sido generosa conmigo, pero he tenido mis enemigos, por supuesto. He tenido a gente que me ha atacado muy duro. Yo me he encontrado con gente por primera vez por ejemplo y he estado charlando y me dicen de repente, oye Isabel, me ha encantado conocerte y charlar contigo, porque no me imaginaba que eras así. Y entonces eso me desconcierta siempre, porque digo, ¿y qué es lo que han pensado de mí?
P: Has dedicado este libro a tus nietos. Cuando lean este libro dentro de 20 años ¿qué te gustaría que comprendieran de ti?
I.P.: Pues que no les he mentido, que les he dicho la verdad.