Kiko Rivera, desesperado por el fracaso de su último negocio

A pesar de estar centrado en su faceta más familiar con Irene Rosales y alejado por completo de los conflictos con su madre, Isabel Pantoja, y su hermana Isa, Kiko Rivera no logra encontrar la estabilidad que busca en su carrera. Mientras recorre España con sus conciertos, el hijo de la tonadillera más famosa del país ha intentado emprender una nueva aventura profesional… pero las cosas no han salido como esperaba.

Hace unas semanas, Kiko presentó con ilusión una nueva propuesta musical: D-Luz, un artista virtual creado con Inteligencia Artificial para mostrar su lado más íntimo, romántico y personal.

A pesar de todos sus esfuerzos por promocionarlo, el público no ha respondido. Y el DJ, visiblemente decepcionado, ha acabado recurriendo a sus seguidores para pedirles apoyo directamente:

“Me encantaría que me apoyaseis en esto, porque detrás de D-Luz estoy yo. Con mi alma y con mi corazón”.

Con honestidad y emoción, Kiko Rivera ha explicado por qué necesitaba dar vida a este nuevo “yo” musical. Su intención era compartir aquellas canciones que no encajan con su estilo habitual, sin miedo al qué dirán:

“Tengo muchas canciones que no puedo sacar con mi nombre, porque no encajan con el público que tengo hoy en día. Son temas más románticos, con letras más profundas, más emocionales…”, explicó.

Y reveló cómo surgió este personaje artístico:

“Por eso he creado un artista ficticio que se llama D-Luz. Es mi vía de escape. Es la forma que tengo de compartir todo lo que sale de esta mente cuando la musa se activa, sin filtros, sin miedos”.

Aunque intentó mantenerlo en secreto, su necesidad de ser comprendido le llevó a sincerarse:

“Perdón por intentar esconderlo… pensé que era mejor así, pero me doy cuenta de que no. Que esconderlo es apagar esa parte de mí”.

A pesar de su esfuerzo, D-Luz no ha conseguido conquistar al público. Kiko lo ha intentado todo: promocionarlo desde su cuenta oficial, compartir enlaces, rogar apoyo… pero nada. Casi un mes después del lanzamiento, la cuenta del proyecto apenas supera los 5.500 seguidores, algo que contrasta con los más de 1,1 millones que él tiene.

Y la frustración empieza a hacer mella en él:

“Sé que no le estáis dando. No te cuesta nada un ‘follow’ y conoce esa parte musical que no conoces de mí”, escribió con evidente desánimo.

En otras ocasiones, ha insistido con cariño y esperanza:

“Seguid la cuenta de Instagram. Es gratis y ayuda mucho. Sois mi comunidad y confío en vosotros. ¿Puedo contar con vuestro apoyo?”.

Pero parece que la respuesta, tristemente, ha sido el silencio:

“Os cuento la verdad, porque si no reviento”, confesó con el corazón en la mano.

Así, mientras Kiko Rivera sigue intentando mantener su carrera viva entre altibajos emocionales y creativos, su alter ego D-Luz representa hoy por hoy una ilusión que aún espera ser abrazada por el público.