María José Cantudo, tras su grave operación: "Llevo seis tornillos en la columna"
María José Cantudo cumplió una promesa que hizo antes de someterse a
una grave operación de espalda que salió bien

María José Cantudo ha pasado malos momentos de salud.
Hace unos meses ya explicamos que la actriz había pasado por el quirófano para ser operada de una hernia en la espalda que había desplazado una vertebra y compactado otras. Una situación que la dejó postrada en la cama más de un mes. "Estuve a punto de quedarme paralítica", nos asegura, antes de añadir que la intervención fue "complicada y a vida o muerte".
Ahora, María José, de 71 años, se encuentra recuperándose poco a poco, aunque sigue arrastrando secuelas.
"Podría haber muerto o haberme quedado sin movilidad"
Afortunadamente, ya ha podido abandonar la silla de ruedas y empieza a caminar con cierta normalidad. Hace poco, la vimos en la iglesia catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid ayudando a sacar en procesión la figura del Cristo de los Alabarderos durante unos minutos, un esfuerzo extraordinario con el que intenta agradecer a esa imagen, a la que se encomendó en los malos momentos antes de entrar en el quirófano, para que todo saliera bien.

María José Cantudo, llevando el paso muy emocionada.
"Fue una operación de urgencia y podría haber muerto o haberme quedado sin movilidad. Fue espantoso. Tuvieron que despegar las vértebras, ponerlas en orden, una intervención de mucho riesgo. Creían que nunca volvería a andar. Le pedí al Cristo que me ayudara y, en agradecimiento, he venido a su iglesia para sacar su figura aunque sea poco tiempo", cuenta María José Cantudo.
PRONTO: ¿Cómo te encuentras ahora?
MARÍA JOSÉ CANTUDO: Gracias a Dios estoy mucho mejor. He estado muy malita. Y lo sigo pasando mal. Me han puesto en la espalda un corsé muy fuerte que me sujeta mucho la parte de la cintura y llevo seis tornillos en la columna vertebral.
Orgullosa por haber llevado al Cristo de los Alabarderos
P.: Tuviste que usar silla de ruedas...
M.J.C.: Sí, pero ahora ya ves que puedo andar, aunque con cuidado.
P.: ¿Pasaste miedo cuando supiste que te iban a operar?
M.J.C.: Claro. ¿Quién no lo pasaría mal en una situación tan dura como la mía? En los peores momentos se pasa mucho miedo. No te lo voy a negar.

Sus amigas no se han separado de su lado.
P.: Has sido la única mujer que ha colaborado llevando la imagen del Cristo.
M.J.C.: Sí. Para mí ha sido un orgullo poder hacerlo. Doy las gracias a quienes me han permitido participar en un acto tan bonito y emotivo.
Aunque sabe que todavía le falta mucho tiempo para estar totalmente recuperada, María José lo afronta con optimismo, porque es una mujer con una gran fortaleza, y, evidentemente, sigue al pie de la letra los consejos de los médicos. "Hay que ir poco a poco, sin precipitarse", nos dice antes de despedirnos.