Miguel Ángel Muñoz vive su mejor momento. Te contamos los motivos
El actor, que no para de encadenar proyectos, protagoniza la obra teatral "El síndrome del copiloto"
Miguel Ángel Muñoz está muy contento con su nuevo proyecto teatral.
Aunque su agenda está que echa humo, Miguel Ángel Muñoz decidió regalarse el placer de volver al teatro. Tras estrenar "El síndrome del copiloto" junto con Cuca Escribano en otras ciudades, la obra escrita y dirigida por Vanessa Monfort recaló en la Sala Verde de los Teatros del Canal de Madrid, donde permanececió hasta el 24 de abril.
PRONTO: Acabas de rodar una serie, sigues cosechando nominaciones con el documental "100 días con la tata", vas a presentar los Premios Platino... No paras. ¿Cómo lo haces?
MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ: No sé. Mi agenda es imposible. Me daría ansiedad, pero estoy acostumbrado a este nivel de estrés y trabajo así desde hace mucho tiempo. Pero concretamente ahora estoy haciendo muchas cosas y muy diferentes: el documental sigue dando alegrías y premios, y a la vez estoy en una serie de la que no puedo hablar, por eso estoy tan moreno. También hay otros proyectos de los que no puedo adelantar nada. Es una alegría. Yo agradezco todo lo que me está pasando dejándome la piel. Hoy, por ejemplo, ni he comido.
Los actores en una escena del montaje teatral.
"Ojalá dentro de un tiempo todo el mundo vaya al terapeuta como va al gimnasio"
P.: También cuidas tu salud mental.
M. Á. M.: Sí, una de las cosas que me hace sentir orgulloso de "100 días con la tata" es que uno de los temas que trata es la salud mental. Yo hago terapia desde hace 15 años, empecé con poco más de 20. La manera en la que gestiono el estrés, las noticias positivas y las negativas son gracias a ello. Para mí es importante. Ojalá dentro de un tiempo todo el mundo vaya al terapeuta como va al gimnasio.
"Estoy encantado de compartir todos mis ratos libres con la tata"
Miguel Ángel, compartiendo un premio con la tata.
P.: ¿Cómo está la tata?
M. Á. M.: Nos dio un sustillo con el COVID-19, que lo pasamos juntos y no todos los días fueron tan buenos. Por suerte está bien. Está muy contenta porque me ve feliz, porque, para ella, que yo tenga trabajo es importante. La tata ha sido una trabajadora nata. Estoy encantado de que tenga salud y de poder compartir con ella todos los ratitos que tengo libres y las alegrías de lo que está pasando con nuestra película.