Nicole Kidman y Keith Urban: su polémico divorcio
La expareja firmó una cláusula por la que él cobraría 560.000 euros por año de matrimonio sobrio
La ruptura entre la actriz Nicole Kidman y el músico de country Keith Urban pone fin a una de las parejas más sólidas de Hollywood. El matrimonio, conocido por su discreta vida privada, se separa después de 19 años juntos y dos hijas en común, Sunday Rose, de 17 años, y Faith Margaret, de 14.
Según los medios estadounidenses 'People' y 'TMZ', habría sido Urban el que decidió terminar su vínculo, adquiriendo una nueva residencia para él en Nashville, mientras Kidman se habría quedado a cargo de sus hijas.
Fuentes cercanas a la intérprete aseguran que la ganadora de un Oscar habría estado "luchando por salvar su matrimonio" y apoyándose en su hermana Antonia.
Nicole estaría atravesando esta dura etapa apoyándose en su hermana Antonia y en sus hijas.
Una tercera persona en la vida de Keith Urban
Pese a los intentos de la protagonista de 'Babygirl', los rumores señalan que Urban podría tener un nuevo interés amoroso. Una "supuesta infidelidad" que cobraría peso hace unos días, cuando, en pleno concierto, el músico cambió la letra de una canción dedicada a Kidman, 'The Fighter', incluyendo, en su lugar, el nombre de Maggie, la nueva guitarrista de su banda con la que el cantante habría rehecho su vida.
La millonaria "cláusula de la cocaína"
Nicole Kidman y Keith Urban.
Ahora, con el divorcio en trámite, ha salido a la luz un acuerdo prematrimonial que no ha dejado a nadie indiferente: "la cláusula de la cocaína". Según las revistas citadas anteriormente, Kidman aceptó casarse bajo la condición de que el músico se mantuviera alejado de las drogas y el alcohol. Y para reforzar este compromiso, añadieron una cláusula al contrato que estipulaba que Nicole le abonaría 560.000 euros por cada año en el que su esposo permaneciese sobrio. Gracias a esto, el neozelandés podría llegar a embolsarse más de 10 millones de euros.